Carlos Bonfil
Un toque de zen. La
sorpresa es enorme y estimulante. Hou Hsiao-Hsien, el gran estilista del
cine chino, incursiona nuevamente en la recreación histórica, y aunque
esta vez en La asesina, su nueva cinta, no se trata ya de la dorada sensualidad de Flores de Shanghai
(2009), ambientada en el siglo XIX, la exuberancia plástica sigue muy
presente. Con una fuerte labor de documentación, el realizador oriental
utiliza un relato clásico del siglo IX chino, durante la dinastía Tang,
para referir la historia de Nie Yinniang (Shu Qui), una joven adiestrada
desde la infancia por su tía Jiaxin, una matriarca taoísta conocida
como la monja, para cometer varios crímenes en las corruptas esferas
políticas del reino.
La labor de limpieza homicida se enfrenta a algunos obstáculos, entre
ellos, los escrúpulos sentimentales de Yinniang, y su compleja relación
con Tian Ji’an (Chang Chen), antiguo pretendiente y primo suyo,
gobernador de la provincia de Weibo, y objeto principal de la encomienda
asesina.
La novedad en el nuevo acercamiento histórico es haber limitado al
máximo las convenciones del género esperado, la tradición del wuxia (las
artes marciales base del adiestramiento de la joven), y que en el cine
de los años 70 originó cintas tan memorables como las del maestro King
Hu (A touch of zen, de 1972, y Raining in the mountains,
de 1978). Las escenas de violencia y combate son así escasas, si bien
se puntualiza la destreza de Yinniang en el arte marcial, y lo que
interesa más al director es una simbología budista y una concepción
esotérica del espacio que determina no sólo la manera de presentar los
paisajes en la espléndida fotografía de Mark Lee Ping-Bing, sino también
el desconcertante diseño de personajes femeninos que, enmascarados o
no, parecieran reflejarse unos a otros y confundir, para el espectador,
sus propósitos más secretos. A ratos desconcertante, por una ambigüedad
maliciosamente dosificada, La asesina es una cinta realmente
novedosa incluso dentro del trabajo del propio Hsiao-Hsien. Una suma de
sus constantes estéticas y exploración de una tradición narrativa y
filosófica sólo en apariencia hermética, ciertamente fascinante.
Cineteca Nacional, sala 3, a las 12 y 17:30 horas.
Twitter: @CarlosBonfil1
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