La UNESCO señala, en su Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM), la necesidad “urgente” de los gobiernos de revisar y modificar los libros de texto de las escuelas, ya que son responsables de difundir valores de igualdad en cada sociedad.
En el apartado que la UNESCO le dedica al género y su presencia en estos manuales, señalan que los libros de texto pueden difundir prejuicios de género, discriminación a través de estereotipos y desequilibrios en las representaciones de hombres y mujeres en cuentos e ilustraciones.
Estos sesgos de género en los libros de texto, según la UNESCO, pueden dar forma a las identidades de género “que impidan el progreso hacia la igualdad en la educación y el empoderamiento de las mujeres para el desarrollo económico”.
Señalan también que esta desigualdad de género en los libros de texto es “uno los impedimentos hacia la igualdad y además está muy disimulado”.
El análisis del informe GEM muestra que el contenido en la igualdad de género ha aumentado en los libros de texto en todo el mundo. El porcentaje de información sobre los derechos de las mujeres aumentó del 15% en el periodo 1946-1969, al 37% del 2000-2011, mientras que la discriminación contra las mujeres pasó del 16% al 38%.
Los libros de texto que más incluyen los derechos y luchas de las mujeres son los de Europa y América del Norte (43%), seguidos por África subsahariana. Sin embargo, los libros de texto en el Norte de África y Asia occidental tienen las tasas de cobertura más bajas, alrededor del 14%.
Invisibles o dependientes
UNESCO señala que, aún así, numerosos estudios en casi todas parte del mundo alertan de países como Argelia, Francia, Pakistán, España, Uganda y Zimbabwe, donde la invisibilidad de las mujeres en los materiales educativos y en la enseñanza es preocupante. “Esto perpetúa el estado marginal de las mujeres en la sociedad”, señalan. “En estos países se siguen utilizando libros de texto, historias, imágenes o ejemplos que, o bien no incluyen a las mujeres, o las muestran en un rol tradicional sumiso y dependiente, sirviendo a los hombres o siendo encargadas de tareas del hogar”.Irán
En la República Islámica del Irán, por ejemplo, las mujeres constituyen sólo el 37% de las 3.115 imágenes en educación primaria y secundaria de los textos escolares utilizados en 2006-2007 (Paivandi, 2008).Por otra parte, los roles de género mostrados perpetúan desigualdades, como este poema de un libro de texto Farsi, en 2º grado:
“La familia es como una mano, cada dedo es un miembro de la familia. En esta mano, el padre es el pulgar, el primer dedo de la mano. Otro dedo – el dedo índice – es nuestra madre, ¡la señora de la casa! Otro dedo es nuestro hermano, que está sentado aquí, junto a la madre! ¿Quién es? Otro dedo. Sí, correcto. Es nuestra hermana. Yo soy la última, el dedo meñique”
Viet Nam
UNESCO señala también ejemplos positivos. Algunos países, como Viet Nam, han dado pasos importantes para incluir la igualdad de género en sus libros de texto. Reconociendo que la desigualdad de género es uno de los principales obstáculos para la erradicación de la pobreza, Viet Nam ha emitido varias directivas y políticas y ha ratificado convenios internacionales que apoyan la igualdad de género.A nivel nacional, la Estrategia Nacional de Viet Nam sobre Igualdad de Género para el período 2011-2020 establece metas para la igualdad de género en educación, capacitación, trabajo y empleo. El Objetivo 3 de esta estrategia especifica revisar el contenido e imágenes de libros de texto y eliminar los estereotipos de género, así como implementar la incorporación de la perspectiva de género en las políticas, programas y planes de educación.
Además, la UNESCO señala que otros problemas globales, como los derechos de las personas con discapacidad o los de las personas LGTBI sólo aparecían un 9% y 3%, respectivamente.
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