Gabriela Rodríguez
Setenta años después
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos confirmamos que
todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos,
porque nada es más humano que la libertad y nada es más injusto que la
desigualdad.
En la Ciudad de México, la libertad ha sido más que una palabra o una
ley, es un lugar donde la libertad es un ejercicio cotidiano. Y la
constitución que construimos debe ser el marco para que la libertad
alcance a todos los hombres y a todas las mujeres que viven o que cruzan
este territorio. Es una oportunidad para fortalecer la solidaridad y
para abolir las desigualdades. El dictamen que hemos construido un
conjunto de diputados y diputadas de la Comisión de la Carta de Derechos
Humanos hace honor a estos anhelos.
Desde el primer párrafo es sustantivo que, por iniciativa de la
bancada de Morena, se amplía el parámetro de control de regularidad
constitucional, vamos más allá de los tratados e instrumentos
internacionales, queremos incluir las leyes generales y locales;
reconocer la más avanzada escala de derechos, que es un logro de esta
ciudad.
Porque vamos hacia delante, el dictamen reconoce que los derechos
pueden ejercerse a título individual o colectivo, que son progresivos y
nunca regresivos. Que se aplicarán transversalmente diversas
perspectivas: la de género, no discriminación, inclusión, etárea,
interculturalidad, interés superior de niñas, niños y adolescentes,
sustentabilidad y diseño universal.
Se reconoce el derecho de toda persona a la autodeterminación y al
libre desarrollo de su personalidad, los sexuales y reproductivos, a
decidir de manera libre, voluntaria e informada tener o no hijos. El
derecho de las familias formadas por parejas de personas LGBTTI. La
libertad de pensamiento y de conciencia, de tener religión o no, así
como de conservarla o cambiarla. El derecho a una buena administración
pública, a la libertad de reunión y asociación, a la de expresión, que
incluye el derecho al secreto profesional que salvaguarda a periodistas y
comunicadores; el derecho individual y colectivo a la protesta social y
a la no criminalización de ésta.
Se incluye el derecho a la educación, en todos los niveles y
modalidades, incluido el de acceder a la enseñanza superior y el
reconocimiento a la función primordial y dignificación social de la
actividad docente. A la educación en lenguas originarias y no sólo al
español; a la educación artística, tecnológica, física y deportiva, el
acceso gratuito de manera progresiva a la Internet en todos los espacios
públicos. Como parte de los derechos culturales, el dictamen incluye
que el arte y la ciencia son libres y prohíbe toda forma de censura.
Reconoce que toda persona, grupo y comunidad gozan del derecho
irrestricto de acceso a la cultura. Señala que el gobierno de la ciudad
otorgará estímulos fiscales para el apoyo y fomento de la creación y
difusión del arte y la cultura, y que los espacios colectivos,
autogestivos, independientes y comunitarios contarán con una regulación
específica para el fortalecimiento y desarrollo de sus actividades.
Entre los más grandes avances está que toda persona desde su
nacimiento tiene derecho a un ingreso básico universal y la ciudad
garantizará su cumplimiento de manera progresiva. Además, que todos
tienen derecho al cuidado, se creará un sistema público que garantice la
atención a personas en situación de dependencia, especialmente a niñas,
niños, adolescentes, enfermos, personas de la tercera edad y con
discapacidad.
Se afirma el derecho a la preservación y protección de la naturaleza,
a la más alta escala de salud física y mental; la cobertura universal
de agua potable y de los servicios e infraestructura médica y
hospitalaria, el abasto gratuito y oportuno de medicamentos esenciales,
el rescate y promoción de la medicina tradicional indígena.
El dictamen reconoce la protección de la libertad sindical y la
garantía del voto secreto para elección de directivas sindicales y
negociación colectiva, el seguro de desempleo, la promoción del empleo
formal y la pluralidad sindical, la protección del empleo informal
acorde con la ley general del trabajo. El derecho a la ciudad y al
espacio público como derechos colectivos, la justicia territorial y la
distribución equitativa de bienes públicos.
En Morena celebramos un dictamen de avanzada; falta que todos los
grupos parlamentarios voten a favor. Hay intentos regresivos,
principalmente de los partidos Encuentro Social, Verde Ecologista y
Acción Nacional; el PRI también amenaza con meter muchas reservas.
Pero hasta hoy esta carta es una afirmación de libertades y de luchas
por la igualdad, que las comprende no sólo como imperativo ético, sino
también como categorías estéticas y políticas.
Nota: en cuanto a las edecanes de la Asamblea, les cuento que las
quieren liquidar el próximo 31 de diciembre; es muy injusto, porque
ellas quieren conservar su trabajo ¿Es que así tienen que terminar
siempre las víctimas de hostigamiento laboral y sexual?
Twitter: @Gabrielarodr108
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