9/23/2019

Lesvy Berlín no cometió suicidio, fue estrangulada, determina experto internacional


Ciudad de México.- El médico forense proveniente de Guatemala, José Mario Najera Ochoa, desmanteló científicamente la hipótesis que Lesvy Berlín Rivera Osorio cometió suicidio con el cable del teléfono de una caseta pública el 3 de mayo de 2017 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); pues se encontraba en estado de indefensión por el consumo de sustancias tóxicas y no hubo un nudo en el cable encontrado alrededor de su cuello.
Este 19 de septiembre el experto internacional traído al juicio oral por las asesoras jurídicas de la familia de Lesvy, pertenecientes al Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y Justicia Pro Personas AC, no sólo compareció para tomar parte del interrogatorio por su dictamen en medicina forense sobre el caso, sino que dio una cátedra en el Juzgado del Reclusorio Oriente de cómo deben investigarse con debida diligencia las muertes violentas de mujeres.
Najera Ochoa ha destacado por sus aportes periciales para el esclarecimiento de hechos violentos durante el conflicto armado en Guatemala, es especialista en la indagación médico forense del delito de feminicidio, y ha intervenido en casos históricos como el feminicidio de Mariana Lima, ocurrido en el Estado de México y por el cual, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) delineó los estándares de investigación en las muertes violentas de mujeres. A Mariana al igual que Lesvy, se les señaló de cometer suicidio. 
La defensa legal de Jorge Luis González objetó al escuchar la extensa lista de experiencias del doctor José Najera, pero el Juez presidente del Tribunal, José Juan Soto Pérez, no les concedió el reclamo. En la sala atiborrada de público que acudió a escuchar a los peritos independientes que intervinieron en el caso Lesvy, debe saberse por qué el cirujano guatemalteco está calificado para comparecer.
Con un tono sereno, sin aquel lenguaje rebuscado que caracterizó al personal pericial de la Procuraduría de Justicia (PGJ) y del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) que testificaron días antes, Najera explicó al Tribunal que la causa de muerte de Lesvy Berlín fue asfixia por estrangulamiento; un victimario tuvo que tomar el cable del teléfono de la caseta ubicada en el Instituto de Ingeniería de la UNAM, colocarlo en su cuello y jalarlo en forma de “u”, posicionándose al lado izquierdo, un poco adelante de la víctima, explicó. 
Y es que no solamente el surco que observó José Najera por medio de fotografías en el cuello de la víctima es consistente con dicha descripción. De 25 conclusiones a las que el doctor arribó, destacó dos circunstancias que le permitieron determinar que no era un ahorcamiento como señalaron los peritos del Incifo y la PGJ: en principio, no había un nudo en el cable del teléfono que pudiera hacer la tensión necesaria para cometer maniobras de suicidio. 
En segundo lugar, a partir del examen toxicológico a Lesvy que recuperó de la carpeta de investigación del caso, constató que la joven de 22 años de edad estaba en un estado de intoxicación, consumió anfetaminas y alcohol. Esta combinación, explicó el médico forense, se ha comprobado científicamente que causa efectos de letargo en las personas una vez pasado su efecto. 
Es decir, Lesvy Berlín se encontraba en un estado indefensión, tenía falta de equilibrio, no podía controlar su marcha, no tenía buena visibilidad, era incapaz de hacer algún movimiento para suicidarse. Además, la reacción inmediata de su cuerpo ante la asfixia sería soltar el cable. 
Así, el médico forense desmanteló ante los jueces que estaban atentos de su descripción, la versión que estableció en un principio la PGJ; que Lesvy pudo colocarse el cable del teléfono público alrededor de su cuello y se deslizó dejándose caer, de tal modo que la gravedad y su peso, provocaron la asfixia y en consecuencia, la pérdida de su vida. Todo enfrente de su pareja sentimental Jorge Luis González, quien no evitó que se quitara la vida. 
La defensa de Jorge Luis, acusado del delito de feminicidio, dejó a un lado su táctica de objeciones que han mantenido a lo largo de las seis audiencias celebradas. Esta vez no estaban frente a testigos que pueden interrumpir como familiares que reviven el dolor de la ausencia, amigos que atestiguaron escenas de violencia que Jorge Luis ejercía en contra de Lesvy, no había cabida para frenar la explicación científica del doctor.
Najera remató señalando las omisiones del personal pericial en la investigación del caso y explicó cómo debió investigarse diligentemente la muerte de Lesvy. Empezó por la necropsia, el perito encargado de esta diligencia (Jaime Cruz Huerta del Incifo) tuvo que acudir a la caseta telefónica de la UNAM para conocer el contexto donde ocurrió el hecho y no perder ningún indicio. 
La necropsia comienza en el levantamiento del cuerpo -explicó el especialista en feminicidio- no en el anfiteatro de los servicios forenses. Además, el otro perito de la PGJ (Ulises Meneses Casimiro) que también concluyó que la causa de muerte de Lesvy fue asfixia por ahorcamiento, no se allegó de otros datos, ni del contexto, únicamente se basó en el dictamen del Incifo. Ninguno de los peritos tomó en cuenta los factores de consumo de sustancias tóxicas, sus efectos y a violencia previa. 

Salvar a una hija

El agente de Ministerio Público comenzó por preguntar a Araceli Osorio por qué está compareciendo en la sala de audiencia del Reclusorio Oriente: “porque la Constitución mexicana marca que no podrá utilizarse la violencia para obtener justicia”, respondió Araceli. “Lesvy Berlín Rivera Osorio, Lesvy Berlín Rivera Osorio, Lesvy Berlín Rivera Osorio”, nombró tres veces a su hija.
Pero la rabia con la que comenzó Araceli se fue desvaneciendo a lo largo de su testimonio para mezclarse con el dolor. El Juez Pérez Soto tuvo que cuestionarle en varias ocasiones si podía continuar, la madre asentaba con la cabeza, recuperaba el aliento, debía seguir. Desde hace 2 años, cuando el cuerpo de su hija fue encontrado sin vida en la UNAM, ha esperado este momento.
Araceli apunta con su mano al hombre presente en la sala acusado de asesinar a su hija. No tiene dudas que es culpable. Nadie se atreve a marcar objeciones en su testimonio. Ni siquiera la defensa de Jorge Luis formuló aquellas preguntas que buscan respuestas cerradas de sí o no.
La madre de Lesvy habló de las esperanzas que tenía de encontrar a su hija con vida, de la violencia institucional que ha enfrentado, de la falta de empatía de Jorge Luis en el funeral de su novia, ni una lágrima. Más bien le cuestionó si la policía tenía algún posible sospechoso. De cómo se cortó la comunicación con Lesvy cuando comenzó su relación con Jorge Luis; la notaba demacrada, baja de peso, “eso que una madre puede ver a simple vista”.
Lesvy la había citado en la casa donde vivía con Jorge Luis el 4 de mayo de 2017 porque tenía algo importante que decirle. Araceli nunca sabrá que le quería confesar su hija, pero presiente que iba a revelarle la violencia que enfrentaba. De saber lo que ocurriría la “hubiera sacado de ahí”, reflexiona.
Este 20 de septiembre se tenía programado que la defensa del acusado presentara sus evidencias, sin embargo, por la duración de los testimonios, seguirán presentándose los peritos independientes que contribuyeron en la investigación del caso de Lesvy. Se estima que el juicio no terminará este viernes como se tenía programado, pues podría haber otra audiencia el 26 de septiembre para concluir con el desahogo de pruebas. 

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