Transforma relaciones padres-hijos
Más de la tercera parte despierta en la madrugada para revisarlo, revela estudio
▲ Sólo uno de cada 100 jóvenes mexicanos deja de ver su pantalla durante una hora.
El uso de dispositivos móviles está alterando los
patrones de la vida cotidiana en México y ha transformado las relaciones
más personales, en particular la de padres e hijos. Casi tres cuartas
partes de los adolescentes usan todo el tiempo su celular, la mitad
siente la necesidad de contestar de inmediato notificaciones y mensajes,
35 por ciento despierta en las madrugadas para revisarlo, uno de cada
dos se siente adicto, 76 por ciento lo emplea para revisar publicaciones
de las redes sociales y sólo 38 por ciento como herramienta en sus
estudios.
Una investigación de la Escuela Annenberg de Comunicación y
Periodismo de la Universidad del Sur de California encontró que entre
los adolescentes mexicanos y sus padres se han generado nuevas dinámicas
por el uso de la tecnología, al grado de interrumpir su sueño, generar
episodios de ansiedad en caso de estar lejos de los teléfonos y
distracciones a lo largo del día por estar conectados.
Los resultados del estudio, titulado La nueva realidad: padres, adolescentes y dispositivos móviles en México, muestran que 67 por ciento de los muchachos de entre 13 y 17 años de edad usan
casi todo el tiemposu aparato, 12 por ciento varias veces por hora y sólo uno por ciento dijo usarlo una vez por hora.
Los padres no se salvan
Entre sus padres, las cifras son muy similares: 71 por
ciento lo revisa prácticamente todo el tiempo, 11 por ciento varias
veces por hora y 5 por ciento una vez cada 60 minutos.
La urgencia por responder de inmediato mensajes de texto, en redes
sociales u otras notificaciones es muy alta: 53 por ciento de los
adolescentes y 48 por ciento de sus padres señalaron que con mucha
frecuencia o siempre; contra 2 por ciento –en ambos casos– que indicaron
que nunca sienten la necesidad de contestar rápidamente.
Estos aparatos también han generado alteraciones en el sueño y el
descanso. Más de un tercio de los adolescentes (35 por ciento) y de los
padres (34) despiertan en el transcurso de la madrugada para checar
mensajes de texto, correos electrónicos o redes sociales.
Además, 32 por ciento de los jóvenes verifica sus dispositivos en un
plazo de cinco minutos después de despertar y siete de cada 10 lo hacen
en un plazo de media hora tras el amanecer. En los padres uno de cada
cuatro lo revisa a los cinco minutos de despertarse y 57 por ciento en
30 minutos.
Las formas de comunicación también se han visto trastocadas. El
estudio –aplicado vía electrónica entre el 15 de mayo y el 19 de junio
de 2019– indica que 67 por ciento de los chicos de 13 a 17 años prefiere
comunicarse con sus amigos por medio de mensajes de texto, 50 por
ciento lo hace en persona, 49 vía redes sociales y 40 hablando por
teléfono.
En tanto, 38 por ciento consideró que los dispositivos móviles son
extremadamente esenciales para mantenerse al día con sus amigos y 45 por
ciento destacó su relevancia para conversar con sus amistades.
Si los adolescentes tuvieran que pasar un día sin su dispositivo
móvil 63 por ciento se sentiría aburrido, el mismo porcentaje estaría
ansioso y 31 por ciento experimentaría soledad. Aunque, 73 por ciento se
sentiría un poco más feliz, 67 sería libre y 64 más tranquilo.
La mitad de los adolescentes y 45 por ciento de sus padres dijeron sentirse adictos al uso del teléfono celular.
El dispositivo móvil es una causa de distracción sensible: 61 por
cien-to de los adolescentes y 57 por ciento de los adultos dijeron que
usarlo los distrae varias veces al día.
Foto Cristina Rodríguez
Emir Olivares Alonso
Periódico La Jornada
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