En un ejercicio de
transparencia, y gracias a la organización Fundar, el Servicio de
Administración Tributaria (SAT) divulgó los nombres de los beneficiarios
y las cantidades de los impuestos cancelados y condonados entre el
primero de enero de 2007 y el 4 de mayo de 2015 por los gobiernos de
Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, cuyo monto sumó, a precios
actualizados a 2019, la friolera de un billón 88 mil 400 millones de
pesos.
Hay que sumar a 201 grandes contribuyentes que se ampararon para que
el SAT no divulgara sus nombres y los montos cancelados y/o condonados,
aunque se conoce que la cantidad involucrada se aproxima a 274 mil
millones de pesos, también a precios de este año.
Se trata de una catarata de dinero que (por ejemplo, alcanza para
liquidar los pasivos del Fobaproa-IPAB), por disposición de la
autoridad, no ingresó a las arcas nacionales, aunque ahora aquellas
intentan lavarse las manos. Sin embargo, por los nombres divulgados, en
la mayoría de los casos se trata de los mismos beneficiarios de siempre
que en todas han estado y de todas han ganado.
Por ejemplo, entre los beneficiarios de la cancelación y condonación
fiscal aparece un caso que los investigadores de Mexicanos contra la
Corrupción y la Impunidad (MCCI), cuya cabeza visible es Claudio X.
Guajardo, no pueden desaprovechar, porque se trata de la empresa
Kimberly Clark de México, a quien el SAT –en los tiempos de Calderón y
Peña Nieto– condonó cuando menos 44 millones 415 mil pesos en impuestos,
con todo y que sus ingresos por ventas y el monto de sus utilidades
netas son permanentes y más que generosas.¿Y quién es el presidente de
Kimberly Clark?, pues el mismísimo papá de la cabeza visible de MCCI,
Claudio X. González Laporte.
En estos enjuagues no podía faltar el autodenominado Jefe
Diego Fernández de Cevallos, quien apenas la semana pasada debió hacer
frente a una denuncia del alcalde panista de Colón, Querétaro, en el
sentido de que el susodicho adeuda más de 900 millones de pesos por
impuesto predial. Por si fuera poco, al ex senador le condonaron más de 8
millones de pesos.
Y en la relación de beneficiarios divulgada por el SAT aparecen La Gaviota
(ex esposa de Enrique Peña Nieto), Yeidckol Polevnsky (dirigente de
Morena), Ana Gabriela Guevara (funcionaria de la 4T) y consorcios como
Grupo Lala, del multimillonario empresario Eduardo Tricio Haro (2 mil
430 millones de pesos); Sabritas (mil 500 millones), Roche (2 mil 875
millones), Kansas City Southern de México, Banco JP Morgan, Alstom,
Halliburton, Zara, Bacardí y Bayer, entre otras, todas con voluminosas
utilidades anuales.
Además, Mexichem (la de la explosión en Pajaritos, Veracruz), Bimbo
(de la siempre pía familia Servitje), IUSA (de Carlos Peralta, el socio
de Raúl Salinas de Gortari) la tequilera Sauza, Altos Hornos de México
(de Alonso Ancira, hoy de
vacacionesjudiciales en España), Azteca Holdings (de Ricardo Salinas Pliego), Club Deportivo Cruz Azul, casa de bolsa Value (de Carlos Bremer, comprador de la casa de Zhenli Ye Gon) y Actinver (de Héctor Madero Rivero), entre otras.
También la Comisión Federal de Electricidad, el Banco Nacional de
Comercio Exterior, las secretarías de Educación de Veracruz y Guerrero,
cuando menos, el gobierno de Michoacán, y muchas más.
Peña Nieto sigue en la fiesta, pero ahora Felipe Calderón quiere lavarse las manos (
no fui yo, fue el Congreso), pero en su gobierno ordenó condonar créditos fiscales por alrededor de 240 mil millones de pesos (acuerdo JG-SAT-IE-3-2007 publicado en el Diario Oficial de la Federación), y en su mayoría los beneficiarios fueron grandes grupos empresariales. Por si fuera poco, con Fox en Los Pinos la Auditoría Superior de la Federación detectó que entre 2001 y 2005 el gobierno federal transfirió casi un billón 200 mil millones de pesos en impuestos al gran capital privado. Y como esas, muchas más.
Las rebanadas del pastel
Cierto es que el pecado no es nuevo, pero por primera vez se conocen los nombres y apellidos de los pecadores.
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