Eduardo Ibarra Aguirre
Si formulamos la interrogante Y la respuesta ¿cuándo? (9-II-11) y ésta se produjo así sea a cargo del secretario particular de Felipe Calderón, resulta obligado ocuparse de ella.
Los Pinos reaccionó, por medio de Roberto Gil Zuarth, a los seis días de que legisladores de los partidos del Trabajo y de la Revolución Democrática exhibieron una manta en el pleno de la Cámara de Diputados con dos preguntas relativas al presunto alcoholismo de Calderón, y que al día siguiente reformuló de manera periodística y comedida Carmen Aristegui, conductora de la edición matutina de MVS Noticias, el noticiario más escuchado hasta que Joaquín Vargas la despidió por “un berrinche presidencial, sólo imaginable en las dictaduras que nadie desea para México”. Mas precisó Carmen: “Lamento que el presidente y su familia se hayan sentido ofendidos”.
El michoacano de Morelia comienza su jornada a las 6:30 horas, hace ejercicio durante una hora, mantiene reuniones privadas e inicia actividades públicas a las 8:30 horas, las cuales concluyen a las 22 horas. Atenidos al recuento pormenorizado de su secretario, el abogado, economista y administrador público sólo descansa ocho horas y media.
Para los incrédulos, Gil ofreció datos que a cualquiera apabullan. En 2010 Calderón Hinojosa realizó mil 779 actividades, siete por día hábil en promedio. De ellas, 261 actos en la ciudad de México, 108 giras nacionales y 17 internacionales, 49 entrevistas a periodistas, 198 audiencias, 63 reuniones de gabinete, 135 para preparar discursos, otras 67 para revisión y firma de documentos jurídicos, 680 encuentros temáticos sobre políticas públicas y 201 acuerdos con el equipo de Presidencia.
Mas el informante incurrió en una falsedad al sostener que durante cuatro años su jefe no faltó ningún día a trabajar por motivos de salud, cuando fue pública la ausencia por la caída que sufrió de una bicicleta.
Y tiró por la borda los datos al considerar “infundios, rumores, aun dudas que dolosamente se propalan”, sobre la presunta adicción a los licores, tema del que temprano se ocupó epistolarmente Carlos Castillo Peraza, tutor de Calderón en el Partido Acción Nacional.
Por si lo anterior no fuera suficiente, antes de que Gil Zuarth proporcionara la inmejorable imagen que tiene de su jefe, éste montó a caballo, hizo un lanzamiento de pelota beisbolera y se subió a una jeep.
Un poco tarde, pero sobre todo mal, responden a los mexicanos ocupados y hasta preocupados –aunque señores de Tercer Grado se rasguen las vestiduras-- por la salud física y mental del marido de Margarita Zavala, con lo que involuntariamente estimulan a las múltiples plumas y voces que se ocupan del tema y cientos que corearon “¡Carmen a la cabina, Calderón a la cantina!”, en la Casa Lamm, mientras Aristegui tendió la mano a MVS para retornar el próximo lunes, previo resarcimiento de su integridad profesional, además porque “el país no está para perder los espacio ganados”.
Con la transición a la democracia más longeva del orbe, buena parte de los asuntos públicos del titular del Ejecutivo federal permanecen en la penumbra, en la secrecía, como práctica ordinaria, sin respaldo en la ley y prueba contundente de que el gran tlatoani goza de cabal salud.
En agudísimo contraste, al sur del continente el estado de salud de Dilma Rousseff formó parte del debate previo a la elección presidencial brasileña. Y frente al río Bravo, en la democracia que el grupo gobernante tanto dice admirar que, incluso, varios de sus integrantes se educaron en Estados Unidos, William Jefferson Clinton compareció ante millones de ciudadanos para explicar aspectos de una relación sexual privada.
¿Democracia? Sí, pero bien acotada por el presidencialismo.
Acuse de recibo
El licenciado Guillermo Palencia F. apunta: “Solo quiero mencionar mi consternación y mi molestia por la salida de Carmen Aristegui de MVS. Es una pena que una periodista como Carmen sea sancionada de tal forma. Como siempre muchas gracias por dejar expresar mi opinión. Esperando que esta sirva de algo, estoy a sus órdenes”… “¿Quién va a responder por las autoridades sobre sus actuaciones en función de esta denuncia penal?”, pregunta desde Villahermosa, Tabasco, Esperanza Falcón con motivo de la formalización de la denuncia penal presentada ante la PGR por Ricardo Monreal Ávila en contra de Vicente Fox por enriquecimiento ilícito y nueve delitos más. Y ella misma contesta: “Por lo que hablar del rezago legislativo (Utopía, 4-II-11) es una demostración de la discrecionalidad de las autoridades de la Procuraduría General de la República, con lo que mantienen en secrecía improcedente lo que deben hacer público de los delitos comprobados, de las imputaciones vertidas y ratificadas en denuncias penales…” El diseñador de Forum en Línea, Juan Ángel Espinosa, me recuerda que la página electrónica cumplió siete años de vida el 29 de diciembre pasado y que omitimos registrarlo, pese al creciente número de lectores y medios que reproducen nuestros materiales periodísticos.
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