Mujeres indígenas padecen estancamiento en políticas de salud reproductiva
De la Redacción
México, DF, 9 feb 11 (CIMAC).- En 35 años, el embarazo en adolescentes disminuyó tan sólo 2 por ciento, lo que demuestra un “estancamiento” en el uso de métodos anticonceptivos que afecta sobre todo a las mujeres rurales, reportó el Consejo Nacional de Población (Conapo).
En el análisis Evolución de la maternidad adolescente en México 1974-2009, publicado en el informe Situación Demográfica de México 1910-2010, Conapo señaló que en 1974 el 17 por ciento de los nacimientos en el país correspondía a madres adolescentes; en la década de los ochenta la proporción creció tres puntos porcentuales, y en 2009 bajó a 15 por ciento.
De acuerdo con la investigación de las especialistas Yeimi Alejandra Colín Paz y Paloma Villagómez Ornelas, actualmente en México existen 17 millones de personas de 12 a 19 años de edad, de los cuales 49.6 por ciento son mujeres.
Las expertas advirtieron que debido al severo estancamiento en el uso y acceso de métodos anticonceptivos, dentro de los próximos 21 años los embarazos adolescentes habrán descendido apenas 7 por ciento, es decir, en el 2030 ocho de cada 100 nacimientos serán de madres adolescentes.
Las mujeres de 18 y 19 años son quienes concentran alrededor de la mitad de los nacimientos registrados en la adolescencia, mientras que la distribución de nacimientos en menores de 17 años permanece estable.
No obstante, observaron las investigadoras en el estudio de Conapo, se requiere una reducción de embarazos entre las mujeres menores de 17 años, toda vez que existen mayores riesgos para la salud de la madre y del producto.
Alertaron que actualmente la situación es más crítica en las indígenas y habitantes de zonas rurales, ya que dos de cada tres indígenas son madres adolescentes y siete de cada diez madres adolescentes residen en localidades rurales.
De acuerdo con las especialistas, conforme pasa el tiempo la maternidad adolescente se concentra más en la población rural e indígena.
Ejemplo de lo anterior es que mientras en 1976 más de 54 por ciento de las mujeres rurales había tenido al menos un hijo en la adolescencia, en 2009 esta situación se presentó en cerca del 74 por ciento de ellas.
La prevalencia del embarazo en adolescentes está relacionada con el “estancamiento o, al menos, la evolución insuficiente de los niveles de prevalencia anticonceptiva, demanda insatisfecha y mortalidad materna”, aseguraron las expertas.
Las deficiencias en la cobertura de anticonceptivos incide en la capacidad de las adolescentes para “concretar sus deseos en materia de sexualidad y reproducción, lo cual atenta contra su salud y la de su descendencia”, así como en contra de sus derechos reproductivos, afirmaron.
La edad en la que nace la primera hija o hijo está relacionada con la escolaridad de las mujeres, mientras menor sea la escolaridad, la maternidad se registra en edades más tempranas.
En 1976, el 12.8 por ciento de las mujeres sin escolaridad usaba métodos anticonceptivos, esa proporción aumentó a 55.8 por ciento entre quienes cursaron la secundaria y más.
Para 2009, la anticoncepción entre las mujeres sin escolaridad aumentó a 60.5 por ciento, mientras que en las mujeres con más estudios se situó en 74.4 por ciento.
Sin embargo, la proporción de embarazos en mujeres sin escolaridad se mantiene igual: por cada una de ellas que no se embaraza en la adolescencia, cinco sí lo hacen.
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