Amnistía Internacional (AI) exhortó ayer al Gobierno de Guatemala, en vísperas de la celebración del Día Internacional de la Mujer, a poner fin a la cultura de la violencia.
Según cifras oficiales, 685 féminas fueron asesinadas durante el 2010. En un comunicado emitido en Londres, Inglaterra, Sebastián Elgueta, investigador para AI en Guatemala, señala: “Las mujeres están muriendo a consecuencia del fracaso del Estado para protegerlas”.
“El alto nivel de violencia, la falta de voluntad política y un historial de impunidad hacen que las autoridades guatemaltecas sean incapaces de perseguir a los responsables o que simplemente no les importe, ya que los autores —de las muertes— saben que no serán castigados”, dice el investigador.
Exigencia a autoridades
AI pidió al Gobierno que abra investigaciones efectivas para esclarecer esos crímenes, que mejore el entrenamiento policial y que asegure que los procesos judiciales sean efectivos.
Menos del 4 por ciento de los casos de homicidio ocurridos en el país derivan en la prosecución de los autores de las muertes, pese a que el Congreso aprobó una ley, en el 2008, que tipificó varios delitos de violencia contra mujeres y constituyó tribunales especiales y pautas de sentencias.
AI aprovechó la ocasión para recordar que “el hecho de ser mujer es, con frecuencia, un factor determinante para motivar el crimen, o la manera en que las autoridades responden al caso y la forma en que la mujer es asesinada; con frecuencia tras sufrir una brutalidad excepcional en la que se incluyen prácticas de violación o mutilación”.
Solamente el sábado último murieron en diversos hechos de violencia seis féminas, tres de ellas adolescentes.
Piden por cambio
En Guatemala, la Asociación 28 de Mayo invitó a las mujeres guatemaltecas a que ejerzan sus derechos, no solo sociales, sino también sexuales y reproductivos.
Evelyn Morales, coordinadora del Programa de Comunicación 28 de Mayo, aseguró: “Hemos sido educadas en que no podemos decidir sobre nuestro cuerpo, y eso tiene que cambiar. Estamos preocupadas por los índices de salud en las mujeres guatemaltecas”.
Por su parte, Angélica López, miembro del grupo Mujeres Mayas Kaqla, expuso: “Cambiar esta cultura implica hacer un cambio en la educación que implique un reconocimiento y toma de conciencia de las mujeres de la internalización de la presión”.
“Se ha construido una cultura para hacerle creer a la mujer que su cuerpo no es de ella, sino de sus hijos, el marido o el trabajo. Eso tiene que cambiar”, expuso López.
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