3/08/2011

Porcentajes y hechos


Utopía


Eduardo Ibarra Aguirre


Apegados a las cifras del Censo de Población y Vivienda 2010, dadas a conocer por el integrante de la Organización Nacional El Yunque, Eduardo Sojo Garza-Aldape, 83.9 por ciento de la población declaró ser católica, apostólica y romana.


Para dilucidar el asunto, o por lo menos intentarlo, es preciso señalar que la pregunta que incluyó en su formulario el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática no fue resultado de una decisión propia y que en todo caso sería ilícita, sino producto de las amenazas de la jerarquía católica –integrada por políticos profesionales amparados en una concepción del mundo y de la vida--, de boicotear el censo si no se formulaba la interrogante sobre qué religión profesa el censado y su familia.


Por experiencia personal puedo asegurar que no me preguntaron sobre un tema que a todas luces es del ámbito privado y que a un Estado laico como el que oficialmente existe en México, aunque la realidad con frecuencia lo desmiente, no tiene porqué interesarle. Recuerdo que consulté a vecinos y me aseguraron que no les hicieron la interrogante. Apenas ayer, el colega Eduardo Macías me contó que respondió “agnóstico” y la encuestadora no encontró la palabra en el listado.


Más allá de las vivencias personales que con frecuencia resultan estrechas, el presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, aseguró a la reportera Carolina Gómez Mena que el porcentaje de católicos en México “no es de 83.9 por ciento, sino de 82.72, lo que quiere decir que el descenso de seguidores de este credo de 2000 al año pasado fue de 5.3 por ciento y no 4.1 por ciento.


Explicó Elio Masferrer Kan, también experto en demografía histórica y realización y análisis de censos, que para llegar al porcentaje oficial de 83.9 el INEGI “cambió el universo censal, no contempló en el todo a quienes no especificaron su religión”. Es decir, entre otros muchos los casos que menciono a título de ejemplo.


Mientras en 2000 el 88 por ciento de la población se asumía como católica y aun así sus elites dirigentes abultaban las cifras en forma por demás innecesaria y torpe, pues nadie se atrevería a negar su condición mayoritaria, lo cierto es que una década después la tendencia es subrayadamente decreciente, en particular en Chiapas, Distrito Federal, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.


Entre los factores que inciden en la disminución de la feligresía –basta asomarse a cualquier templo entre semana--, pero también de los ministros de culto pese a las abundantes promociones en curso, se encuentran los escándalos de pederastia con la notabilísima aportación durante medio siglo de Marcial Maciel Degollado, la alcahuetería de Norberto Rivera Carrera y la elite del Vaticano. Y más en general “la aplicación de una propuesta pastoral alejada de la vida de la gente”.


Alejamiento que es inocultable en temas vitales como los métodos anticonceptivos, el matrimonio y la familia. Los católicos, por ejemplo, están entre los que tienen una tasa de natalidad más baja.


De allí que ahora la Conferencia del Episcopado Mexicano pretenda minimizar el descenso del catolicismo y su vocero Manuel Corral se envuelva en la bandera de “lo que más importa es la calidad de los feligreses y no tanto la cantidad”. Cuando estudiosos y expertos de las religiones sostienen que los católicos son de los menos conocedores y comprometidos con su credo.


En lamentable contraste, el presidente del membrete Colegio de Abogados Católicos de México, Armando Martínez, puso por delante “los más de 90 millones de católicos” para defender el cínico proselitismo político de Hugo Valdemar, sancionado por el Instituto Federal Electoral.


Acuse de recibo


El profesor Róger Aguilar comenta sobre El mensaje y el mensajero (7-III-11): “No sólo el embajador está obligado a cumplirle a la Hilaria todas y cada una de las tareas a él encomendadas. Calderón también y probablemente por eso y porque es un perfecto cobarde prefirió la vía indirecta para no molestar a su jefe”... Esperanza Falcón agrega a SSP: Rectificación o doble discurso (2-III-11) que “La Secretaría de la Función Pública cuenta con información privilegiada de las conductas erróneas en que se ubican servidores públicos del ámbito federal, que incurren en delitos federales, para ser investigados y acusados penalmente, destituyéndolos de sus cargos (…)” Jorge Ramos Ávalos asegura que “Para Estados Unidos no es prioritaria la reducción del consumo de drogas –no he visto un solo comercial de televisión al respecto en años-- ni hay un debate nacional para eliminar la segunda enmienda de la Constitución que permite la compra y el uso de armas”. Concluye: “México seguirá poniendo los muertos y los narcos. Estados Unidos seguirá poniendo las armas y los drogadictos”… El periodista Francisco Cruz Jiménez conversó durante cinco horas con 21 integrantes del Grupo María Cristina sobre Tierra narca; Negocios de familia, la biografía no autorizada de Enrique Peña Nieto y el grupo Atlacomulco; y Cártel de Juárez.

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