Filósofas y dramaturgas ven rezagos en la libertad femenina
Por la Redacción
México, DF, 11 mar 11(CIMAC).- En los últimos 100 años, las conquistas de las mujeres han sido básicamente los derechos políticos; al sufragio y a la educación, y con ellos hemos ido cambiando nuestros derechos civiles, pero todavía en muchos lugares de este planeta “nacer mujer es estar condenada al infierno de por vida y eso no debemos olvidarlo”, afirmó la filósofa española Amelia Valcárcel.
Al participar en el primer Congreso Internacional “La experiencia intelectual de las mujeres en el Siglo XXI”, organizado por el Consejo Nacional para las Cultura y las Artes (Conaculta), la maestra Valcárcel expuso que las mujeres sólo vivimos “el espejismo de la igualdad, pero ésta todavía está lejos porque el patriarcado enfrenta con gran vitalidad cada avance que tenemos”.
Las mujeres, dijo, siguen ocupando los tramos inferiores del poder y las victorias de ellas no se difunden, por el contrario, lo que gana una no lo gana para todas, lo gana para ella misma. Eso es exactamente lo que hacen nuestros medios: no visibilizan nuestros logros.
Aseguró que las mujeres empujamos en las áreas del saber, en el de la creatividad, la opinión, los medios de comunicación, las empresas, la religión, y el poder político, por lo que sugirió hacernos de una solidaridad asertiva y fuerte para deshacernos de las trampas, a fin de ganar cada día un poco de libertad.
“Porque cada vez que se logra esa libertad, tenemos que hacer la libertad de todas”, expuso.
En la mesa de Filósofas y Pensadoras del foro, que se realizó en el Palacio de Bellas Artes del 7 al 11 de marzo, la filósofa mexicana Juliana González citó que no hay que olvidar estos dos elementos: que por un lado subyace el gran reto de la igualdad y la equidad de género y por otro lado, que el siglo XXI se presenta lleno de promesas para las mujeres, pero también con una gran cantidad de amenazas.
Citó a Sor Juana Inés de la Cruz, una mujer excepcional que realizó su plena condición humana como ser pensante, activa y creativa en el siglo XVII. Hay en Sor Juana, dijo, una expresa proclama feminista en el sentido más puro del término; una apasionada defensa de los derechos igualitarios de las mujeres.
En su raíz, la conciencia feminista es conciencia humanista. El ser humano es un portento, decía la escritora mexicana, y lo es ante todo por su inteligencia, por el ser humano, pero el ser humano lo constituyen hombres y mujeres que pueden ejercer con igualdad y total autenticidad y plenitud su inteligencia y su condición humana, expuso Juliana González.
En la mesa de las mujeres cineastas, la dramaturga Sabina Berman consideró que en América Latina todavía falta mucho camino que recorrer para que las mujeres tengan total igualdad con los hombres. “Todavía hay más hombres directores de cine; en donde sí estamos equilibrados es en la actuación pero eso pasó desde hace dos siglos”, comentó.
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