Alejandro Encinas Rodríguez
De pie, como corolario de un largo proceso de impunidad, Arturo Montiel, cobijado, indultado, fue ovacionado por una eufórica clase política mexiquense. Se celebraba el ritual sexenal que congrega a exgobernadores, dirigentes nacionales y gobernadores, disidentes disciplinados, intereses y complicidades, que acuden a ungir a quien procurará y protegerá los negocios de la familia mexiquense. Horas antes, durante la madrugada, el TEPJF ratificaba la decisión de los órganos electorales locales, de otorgar la constancia de mayoría al candidato de la élite congregada, donde el gobernador electo, en su justa dimensión, pasó a ocupar el tercer plano, opacado por las aspiraciones de su antecesor y la reaparición, de quien desde la Ola Roja, la Fuerza Mexiquense, formó al “nuevo PRI”, a la nueva generación de priístas “surgidos de la democracia”. Los argumentos de la autoridad electoral fueron los de siempre, los de la simulación y el formalismo jurídico, los de la indefensión ante los agravios, los del pago de favores de una autoridad obsequiosa.
Ahora resulta que en un juicio de revisión constitucional, el TEPJF no puede actuar supletoriamente ante los agravios que el Tribunal local desestimó; que sólo se sancionaron tres días de actos anticipados de campaña, aunque se acreditaron actividades durante los 10 días de precampaña; que no se canceló la candidatura del candidato del PRI porque nadie, menos la autoridad electoral, impugnó su precampaña; que el gobierno local no retiró su propaganda porque se le notificó fuera de tiempo; que el perito federal no acreditó experiencia para evaluar gastos de campaña; que el recurso interpuesto ante la autoridad federal, aludió los mismos agravios que se impugnaron en el estado, como si no se tratara de la misma campaña y las mismas irregularidades; que los agravios acreditados no fueron determinantes en el resultado, al igual que los tribunales electorales no son determinantes para hacer valer la ley. Ahí estaban juntos, Arturo Montiel y Roberto Madrazo, quienes en octubre de 2005, en medio de la contienda por la candidatura del PRI a la Presidencia, protagonizaron un sainete que puso en evidencia el enriquecimiento de la familia Montiel Rojas: cuentas bancarias con operaciones millonarias en efectivo; compra de inmuebles en Metepec, Toluca, Valle de Bravo, en Careyes, en las Brisas, en Guerrero, en el extranjero, dinero, dinero, dinero.
Denuncias, sobre las que no pasó absolutamente nada. Montiel atribuyó estas revelaciones a una guerra sucia, y responsabilizó a Roberto Madrazo de ella. En una entrevista con Joaquín López Dóriga amenazó: “el que siembra, cosecha”. Madrazo, respondió que Montiel no era un candidato confiable para el PRI. “Yo no conozco a los hijos de Arturo Montiel, no llevé a los hijos de Montiel a depositar 35 millones de pesos en efectivo, ocultando el origen de esos recursos, a un joven de 24 años, o a otro joven menor de 30 años a comprar un terreno en 21 millones de pesos, de más de 14 mil hectáreas, no le presenté a su esposa, que se ha convertido hoy en una corredora inmobiliaria”. Arturo Montiel abandonó la contienda interna, pero el 16 de diciembre de ese año, la contraloría mexiquense lo exoneró de cualquier responsabilidad.
El asunto no puede quedarse en el anecdotario. La actuación de las autoridades electorales en el proceso del Estado de México, así como el regreso y reivindicación de Montiel, representan hechos ominosos para la vida pública nacional. Como señala Jenaro Villamil: “El retorno de Arturo Montiel a la escena pública, es el retorno de la impunidad, es la victoria de la desmemoria, y esperemos que esto no se nos esté presentando, como el modelo futuro de país”. Diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática
Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto
¿Cuál es la parte más vulnerable de Enrique Peña Nieto? Muchos se preguntan cuál es el flanco más débil del precandidato presidencial priísta y por dónde buscarán pegarle al puntero en las encuestas. Y las especulaciones sobran: que si le tienen listos “tres expedientes negros” con los que intentarán frenarlo rumbo al 2012, que si le revivirán el caso de la muerte repentina de su primera esposa, que si saldrán a relucir problemas en las finanzas y las deudas del Estado de México.
Nadie sabe con exactitud si realmente existe algo que pueda golpear y desestabilizar al aventajado aspirante priísta. De que sus adversarios políticos lo van a intentar no hay duda; principalmente en el gobierno y el PAN, la idea de “bajar” al mexiquense se ha vuelto casi una obsesión y son ellos los primeros en esparcir versiones y rumores sobre un siempre inminente golpe que podría ser letal para el aspirante priísta. A reserva de ver qué realmente tienen de artillería los agoreros del desastre peñista, el principal problema para Enrique Peña Nieto rumbo al 2012 no parece ser, al menos hasta este momento, externo.
Dentro del propio PRI es donde podría estar en realidad la mayor amenaza para el ex gobernador del Estado de México. Por un lado, Peña corre el riesgo de no saber manejar correctamente su nominación como candidato y provocar rupturas y divisiones con algunos grupos que no le son del todo afines.
Si se imponen los más duros de su equipo que le sugieren “no pactar” con otros grupos o aspirantes como Manlio Fabio Beltrones, y arrasar internamente con su popularidad en las encuestas, los rompimientos podrían ser costosos para el mexiquense. Pero su problema más grave ni siquiera es Beltrones, un político centrado que, aunque mantiene su juego y llevará hasta el límite su proyecto, al final es casi seguro que habrá negociación y entendimiento entre ambos. El verdadero problema para Peña Nieto son los gobernadores del PRI y su lealtad total al candidato priísta.
Es de todos sabido, y quedó incluso registrado en llamadas telefónicas, que varios gobernadores del PRI en el año 2006 traicionaron a su partido y abandonaron a Roberto Madrazo para “vender” su apoyo de último momento a Felipe Calderón. En el propio PRI hablan de ex mandatarios como Natividad González Parás, Eugenio Hernández, Reyes Baeza, Eduardo Bours y al final hasta el madracista Ulises Ruiz, quienes operaron a favor del candidato panista y provocaron que el abanderado priísta se derrumbara al tercer lugar en esa contienda.
Seis años después, ¿qué le garantiza al PRI que esa historia no se repetiría? Sobre todo porque desde el gobierno y el PAN están siguiendo una estrategia para cooptar a gobernadores priístas, a los que seducen con el compromiso e incluso la entrega de recursos extraordinarios en las partidas federales y con promesas como “arreglarles el desorden en sus deudas estatales”. ¿Quién dice que más de uno de los gobernadores no puede preferir resolver sus problemas financieros y hacerse de la vista gorda y no operar en su estado a favor del candidato priísta, que es lo único que les piden a cambio de la ayuda financiera? ¿No les conviene más acaso a los virreyes en que se han convertido los mandatarios estatales un Presidente que no sea priísta y no ejerza el poder al viejo estilo de su partido donde se les controlaba y hasta se les defenestraba si desobedecían al Ejecutivo?
Ahí está el flanco más débil que tendrá el próximo candidato priísta a la Presidencia de la República, y si ese fuera Peña Nieto, ése será el verdadero problema para el mexiquense ¿cuántos gobernadores del PRI le serán totalmene leales al abanderado de su partido?, ¿cuántos voltearan bandera en plena campaña?, ¿cuántos de ellos se necesitan para comprometer, en un escenario cerrado de votación el tan anunciado “regreso del PRI a Los Pinos”? NOTAS INDISCRETAS… El equipo de Ernesto Cordero se dice “engañado” por el comité estatal del PAN en Guanajuato que los invitó a un evento “institucional” supuestamente de partido, cuando en realidad era un acto proselitista a favor de Josefina Vázquez Mota. La rechifla y los gritos contra Cordero fueron una muestra de lo rudas que se pueden poner las cosas en el PAN. “Con que ya nos llevamos”, dicen los corderistas a Chepina… Beatriz Paredes está activa y comienza a moverse en pos de algo para el 2012, la lógica y las encuestas dicen que podría ser el DF pero doña Beatriz puede dar sorpresas… Se agitan los dados. Amenaza Serpiente.
De pie, como corolario de un largo proceso de impunidad, Arturo Montiel, cobijado, indultado, fue ovacionado por una eufórica clase política mexiquense. Se celebraba el ritual sexenal que congrega a exgobernadores, dirigentes nacionales y gobernadores, disidentes disciplinados, intereses y complicidades, que acuden a ungir a quien procurará y protegerá los negocios de la familia mexiquense. Horas antes, durante la madrugada, el TEPJF ratificaba la decisión de los órganos electorales locales, de otorgar la constancia de mayoría al candidato de la élite congregada, donde el gobernador electo, en su justa dimensión, pasó a ocupar el tercer plano, opacado por las aspiraciones de su antecesor y la reaparición, de quien desde la Ola Roja, la Fuerza Mexiquense, formó al “nuevo PRI”, a la nueva generación de priístas “surgidos de la democracia”. Los argumentos de la autoridad electoral fueron los de siempre, los de la simulación y el formalismo jurídico, los de la indefensión ante los agravios, los del pago de favores de una autoridad obsequiosa.
Ahora resulta que en un juicio de revisión constitucional, el TEPJF no puede actuar supletoriamente ante los agravios que el Tribunal local desestimó; que sólo se sancionaron tres días de actos anticipados de campaña, aunque se acreditaron actividades durante los 10 días de precampaña; que no se canceló la candidatura del candidato del PRI porque nadie, menos la autoridad electoral, impugnó su precampaña; que el gobierno local no retiró su propaganda porque se le notificó fuera de tiempo; que el perito federal no acreditó experiencia para evaluar gastos de campaña; que el recurso interpuesto ante la autoridad federal, aludió los mismos agravios que se impugnaron en el estado, como si no se tratara de la misma campaña y las mismas irregularidades; que los agravios acreditados no fueron determinantes en el resultado, al igual que los tribunales electorales no son determinantes para hacer valer la ley. Ahí estaban juntos, Arturo Montiel y Roberto Madrazo, quienes en octubre de 2005, en medio de la contienda por la candidatura del PRI a la Presidencia, protagonizaron un sainete que puso en evidencia el enriquecimiento de la familia Montiel Rojas: cuentas bancarias con operaciones millonarias en efectivo; compra de inmuebles en Metepec, Toluca, Valle de Bravo, en Careyes, en las Brisas, en Guerrero, en el extranjero, dinero, dinero, dinero.
Denuncias, sobre las que no pasó absolutamente nada. Montiel atribuyó estas revelaciones a una guerra sucia, y responsabilizó a Roberto Madrazo de ella. En una entrevista con Joaquín López Dóriga amenazó: “el que siembra, cosecha”. Madrazo, respondió que Montiel no era un candidato confiable para el PRI. “Yo no conozco a los hijos de Arturo Montiel, no llevé a los hijos de Montiel a depositar 35 millones de pesos en efectivo, ocultando el origen de esos recursos, a un joven de 24 años, o a otro joven menor de 30 años a comprar un terreno en 21 millones de pesos, de más de 14 mil hectáreas, no le presenté a su esposa, que se ha convertido hoy en una corredora inmobiliaria”. Arturo Montiel abandonó la contienda interna, pero el 16 de diciembre de ese año, la contraloría mexiquense lo exoneró de cualquier responsabilidad.
El asunto no puede quedarse en el anecdotario. La actuación de las autoridades electorales en el proceso del Estado de México, así como el regreso y reivindicación de Montiel, representan hechos ominosos para la vida pública nacional. Como señala Jenaro Villamil: “El retorno de Arturo Montiel a la escena pública, es el retorno de la impunidad, es la victoria de la desmemoria, y esperemos que esto no se nos esté presentando, como el modelo futuro de país”. Diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática
Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto
El flanco débil de Peña Nieto
¿Cuál es la parte más vulnerable de Enrique Peña Nieto? Muchos se preguntan cuál es el flanco más débil del precandidato presidencial priísta y por dónde buscarán pegarle al puntero en las encuestas. Y las especulaciones sobran: que si le tienen listos “tres expedientes negros” con los que intentarán frenarlo rumbo al 2012, que si le revivirán el caso de la muerte repentina de su primera esposa, que si saldrán a relucir problemas en las finanzas y las deudas del Estado de México.
Nadie sabe con exactitud si realmente existe algo que pueda golpear y desestabilizar al aventajado aspirante priísta. De que sus adversarios políticos lo van a intentar no hay duda; principalmente en el gobierno y el PAN, la idea de “bajar” al mexiquense se ha vuelto casi una obsesión y son ellos los primeros en esparcir versiones y rumores sobre un siempre inminente golpe que podría ser letal para el aspirante priísta. A reserva de ver qué realmente tienen de artillería los agoreros del desastre peñista, el principal problema para Enrique Peña Nieto rumbo al 2012 no parece ser, al menos hasta este momento, externo.
Dentro del propio PRI es donde podría estar en realidad la mayor amenaza para el ex gobernador del Estado de México. Por un lado, Peña corre el riesgo de no saber manejar correctamente su nominación como candidato y provocar rupturas y divisiones con algunos grupos que no le son del todo afines.
Si se imponen los más duros de su equipo que le sugieren “no pactar” con otros grupos o aspirantes como Manlio Fabio Beltrones, y arrasar internamente con su popularidad en las encuestas, los rompimientos podrían ser costosos para el mexiquense. Pero su problema más grave ni siquiera es Beltrones, un político centrado que, aunque mantiene su juego y llevará hasta el límite su proyecto, al final es casi seguro que habrá negociación y entendimiento entre ambos. El verdadero problema para Peña Nieto son los gobernadores del PRI y su lealtad total al candidato priísta.
Es de todos sabido, y quedó incluso registrado en llamadas telefónicas, que varios gobernadores del PRI en el año 2006 traicionaron a su partido y abandonaron a Roberto Madrazo para “vender” su apoyo de último momento a Felipe Calderón. En el propio PRI hablan de ex mandatarios como Natividad González Parás, Eugenio Hernández, Reyes Baeza, Eduardo Bours y al final hasta el madracista Ulises Ruiz, quienes operaron a favor del candidato panista y provocaron que el abanderado priísta se derrumbara al tercer lugar en esa contienda.
Seis años después, ¿qué le garantiza al PRI que esa historia no se repetiría? Sobre todo porque desde el gobierno y el PAN están siguiendo una estrategia para cooptar a gobernadores priístas, a los que seducen con el compromiso e incluso la entrega de recursos extraordinarios en las partidas federales y con promesas como “arreglarles el desorden en sus deudas estatales”. ¿Quién dice que más de uno de los gobernadores no puede preferir resolver sus problemas financieros y hacerse de la vista gorda y no operar en su estado a favor del candidato priísta, que es lo único que les piden a cambio de la ayuda financiera? ¿No les conviene más acaso a los virreyes en que se han convertido los mandatarios estatales un Presidente que no sea priísta y no ejerza el poder al viejo estilo de su partido donde se les controlaba y hasta se les defenestraba si desobedecían al Ejecutivo?
Ahí está el flanco más débil que tendrá el próximo candidato priísta a la Presidencia de la República, y si ese fuera Peña Nieto, ése será el verdadero problema para el mexiquense ¿cuántos gobernadores del PRI le serán totalmene leales al abanderado de su partido?, ¿cuántos voltearan bandera en plena campaña?, ¿cuántos de ellos se necesitan para comprometer, en un escenario cerrado de votación el tan anunciado “regreso del PRI a Los Pinos”? NOTAS INDISCRETAS… El equipo de Ernesto Cordero se dice “engañado” por el comité estatal del PAN en Guanajuato que los invitó a un evento “institucional” supuestamente de partido, cuando en realidad era un acto proselitista a favor de Josefina Vázquez Mota. La rechifla y los gritos contra Cordero fueron una muestra de lo rudas que se pueden poner las cosas en el PAN. “Con que ya nos llevamos”, dicen los corderistas a Chepina… Beatriz Paredes está activa y comienza a moverse en pos de algo para el 2012, la lógica y las encuestas dicen que podría ser el DF pero doña Beatriz puede dar sorpresas… Se agitan los dados. Amenaza Serpiente.
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