9/28/2011

Royal Tour, vergüenza para México

Royal Tour, vergüenza para  México
Porque resulta que poco a poco se va descubriendo que están metidos en un lío con la construcción del centro que albergará en Los Cabos, Baja California Sur, a los del G-20

Hubiera sido mucho pedir que el señor Felipe Calderón mantuviera actitudes y emprendiera acciones así como que dejara impresas decisiones que den cuenta de un jefe de Estado, por lo tanto, lo menos que estamos dispuestos a esperar son ejemplos dignos, que revelen la representación de un país que, tuerto o derecho, cuenta con más de 100 millones de habitantes y que, para gusto de los calderonistas, comparte una frontera de muchos cientos de kilómetros con la Nación que todavía se considera la más fuerte del mundo. Desgraciadamente todo lo que hemos visto ha provocado vergüenza, pena ajena se le diría a no ser porque es muy propia. Y aún hay más de autorizarse las estaciones migratorias de EU en terminales nacionales.

El famoso Royal Tour que le permitió lucir sus dotes de visitador de su propia tierra bajo el argumento de presentar las bellezas de México al mundo, ha sido duramente criticado y por ello aprovechando el foro del Acuerdo Nacional por el Turismo, al que asistieron solamente 13 gobernadores, el michoacano comentó que debe hacerse todo por la promoción turística y dijo que si es necesario tirarse de una cuerda lo haría. Acaso ¿ya se le olvidó su intentona de desaparecer la Secretaría de Turismo? ¿Tan rápido borró de su mente el tijeretazo que le acomodó al sector en el presupuesto del 2012? ¿No ha tenido en cuenta las remociones en dependencias como Fonatur por el solo hecho de no aceptar ilegalidades o cochupos?

En ese foro llevado a cabo en Mazatlán, Sinaloa –entidad ahora gobernada por el PAN y favorecida con una nueva inversión que supera los 12 mil millones de pesos-, el inquilino provisional de Los Pinos sostuvo que el turismo es una actividad honesta y rentable de la cual ahora viven más de 7 y medio millones de familias pero que pueden vivir de ella muchos millones más. De ahí que menos pueda uno explicarse porque permitió que el candidato blanquiazul al gobierno de Guanajuato y ex secretario de Salud, Guillermo Córdoba Villalobos, generara todo un caos con la supuesta epidemia de influenza que convirtió de la noche a la mañana a las ciudades turísticas más importantes del país en cementerios.

No conforme, se ha dado a la tarea de anunciar una serie de polos turísticos que se han quedado en el papel, que son imposibles de realizar en medio de una crisis económica, que causan expectativas momentáneas, fugaces. Tal fue el caso del anunció hecho por el ex titular de Turismo, Rodolfo Elizondo, en los terrenos que fueron de los Toledo Corro y lo es ahora en “Playa Espíritu”, anunciado por la Guevara Manzo, también en Sinaloa en donde ayer presentó el Centro Integralmente Planeado Sustentable –con lo que esto quiera decir-, en el que asegura que si Cancún se planeó para tener 20 mil cuartos, éste tendrá 40 mil habitaciones. Muy contento sostuvo que no se afectará a los manglares, olvidando que otorgó su visto bueno para que el suegro de Azcárraga Jean, devastara hectáreas completas en Quintana Roo.

Felipe Calderón ha jugado y mal en todos los renglones y a no ser por el resguardo tan efectivo del Estado Mayor, quien sabe que hubiera pasado en sus lanzadas por la cuerda a rappel y en tirolesa. Y se encuentra tan afectado que por un lado habla de “tirarse de una cuerda” y por el otro lanza unas severas críticas a las carreteras de las que dice “en honor a la verdad si no uno se sabe el caminito, la verdad es que la tradición en México es que uno no llega. Las carreteras dicen para un lado pero son los anuncios de hace 40 años que ya no tienen las carreteras nuevas”. Y así podrían señalarse lo mismo los caminos que los vuelos que no se autorizan porque no hay correspondencia de destinos con las líneas mexicanas o los visados o todos los inconvenientes y las horas perdidas en las estaciones migratorias y tantos y tantos renglones que estorban el buen desarrollo del sector.

Según argumentaron los analistas y periodistas a su servicio, The Royal Tour se significó como un éxito que ayudaría a incrementar los volúmenes de turistas norteamericanos, sin embargo resultó que ni era la cadena televisiva que se creía y el número de televidentes tal vez y sólo tal vez se alcance con la serie de interminables repeticiones y peor aún, es el propio Calderón quien reconoce que se siente el efecto de la crisis en EU sobre el turista americano. O sea, ¿no era el momento para una promoción porque simple y sencillamente no hay dinerito para gastar? Al parecer así es y eso en boca de don Felipe es el auto reconocimiento de otro de sus ridículos, de uno más de sus fracasos, aunque los escándalos, los robos y los fraudes aún no concluyen.

Porque resulta que poco a poco se va descubriendo que están metidos en un lío con la construcción del centro que albergará en Los Cabos, Baja California Sur, a los del G-20, empezando por las irregularidades en la adquisición del terreno y en lo referente a los planos y los permisos. Sabido es que Felipe Calderón ha tomado por costumbre vacacionar en la Isla de Cozumel. A decir de sus cercanos es el sitio de mayor preferencia así que, sabedor de que en Quintana Roo cuenta con toda la infraestructura, que se tiene además experiencia más que suficiente y probada en reuniones internacionales, ¿qué necesidad de provocar todo un caos en otra tierra en la cual pueden crearse instalaciones y generarse espacios para un futuro mediato y no tan próximo que los lleve a cometer todo tipo de atropellos?

El michoacano es incoherente en su decir y en su hacer. Pero en lo que sí es persistente hasta la necedad es en la comisión de acciones y de obras que llevan en su haber opacidad y grandes desfalcos, fraudes. Así se percibe en esta la construcción del centro que albergará las reuniones del Grupo de los 20; así también ha sido con la famosa “Estela de Luz” que sería el monumento de este Siglo al centenario y bicentenario de la Revolución y de la Independencia de México y que ha terminado como todo un ejemplo de corrupción en que se ha llegado al descaro de pretender cobrar comisiones por adjudicaciones de una obra que no se ha hecho y en la que de golpe y porrazo se multiplicaron los presupuestos y se borró toda una plaza. Igual se presenta en su propio documento en el que informa del último año de gobierno en el que llegaron a cuadruplicar el precio por kilómetro de pavimentación y repavimentación de carreteras.

En este mismo tenor podríamos seguir porque la lista es interminable y abarca a los más cercanos colaboradores, a sus amigos, a sus parientes, incluso a los miembros de su partido y a quienes se vieron beneficiados con curules y posiciones de elección popular y que aparecen junto al clero y al propio Calderón al lado de los grandes capos del juego y de otras mafias. Ese es el otro “magno tour” que día a día recorre la geografía nacional sobre caminos concesionados con sobornos, en vuelos sobre aparatos de empresas que se prestaron a la desaparición de las “líneas incómodas” por no estar de acuerdo en los renglones que prevalecen en el presente y que solo revelan la entrega de cifras estratosféricas, con aterrizaje en inmuebles custodiados por empresas privadas y encallando en puertos que también son administrados por extranjeros. Y, lo que faltaba, la presentación de una iniciativa para que se instalen módulos de migración de EU para agilizar el paso de los ciudadanos de ese país a territorio mexicano. ¿Se la aprobarán?

Lilia Arellano - Opinión EMET

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