Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto
Como un juego de dados su vida ha sido un deambular entre la prensa escrita, la radio y la televisión. La impredecible política ...Más de Salvador García SotoEsa es la pregunta que se formulan en estos momentos en las cúpulas del PRI, donde los grupos tricolores analizan la forma de inducir un próximo relevo en la dirigencia nacional de su partido de manera pactadaMiércoles 28 de septiembre de 2011
Esa es la pregunta que se formulan en estos momentos en las cúpulas del PRI, donde los grupos tricolores analizan la forma de inducir un próximo relevo en la dirigencia nacional de su partido de manera pactada. Y es que la figura de Humberto Moreira se ha desgastado no sólo ante la opinión pública, sino ante el ánimo de los principales aspirantes priístas a la Presidencia, que ven en el actual líder del CEN de su partido un problema más que un apoyo.
La queja se escucha tanto en el equipo cercano de Enrique Peña Nieto como en el ámbito del senador Manlio Fabio Beltrones y tiene que ver con los señalamientos y las denuncias hechas en contra de Humberto Moreira por las irregularidades y la falsificación de documentos en la contratación de deuda para Coahuila, que dejaron tocada la figura del dirigente priísta, pero también con un problema de “desorden y desorganización” que acusan ambos precandidatos en la conducción del proceso interno rumbo al 2012.
Como ejemplo, los peñistas mencionan lo ocurrido en la última reunión a la que convocó Moreira en el CEN priísta el pasado 11 de septiembre. Aquel domingo, dicen, fueron llegando a la sede de Insurgentes Norte gobernadores, dirigentes de sectores, líderes parlamentarios y los propios precandidatos. No había un orden del día y nadie sabía el motivo de aquella reunión convocada en la víspera, y cuando esperaban en el Salón Presidentes, varios se preguntaban entre ellos: “¿Tú sabes para qué nos convocaron?”.
Cuando Moreira apareció en el salón dio comienzo a la reunión anunciando que iban a discutir el calendario para el proceso interno de selección del candidato presidencial. Cuentan asistentes que Peña Nieto y Beltrones se voltearon a ver sorprendidos, como preguntándose si alguno de los dos estaba enterado de lo que mencionaba el dirigente nacional y si a alguno de ellos lo había consultado previamente.
Aunque al final se avanzó en un calendario básico para la nominación del candidato priísta, varios de los presentes en esa reunión salieron con la impresión de que la conducción del partido y del proceso está desordenada, y que la organización y la operación política que requiere un ejercicio interno como el que están a punto de iniciar, está rebasando a la actual dirigencia partidista.
El problema que tienen los grupos que están pensando en la remoción de Moreira, es que éste fue electo para un periodo estatutario de cuatro años y la operación para un relevo tiene que ser quirúrgica si no quieren que se les desestabilice el partido con un conflicto interno que podría, si así lo decide el involucrado, terminar en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Una propuesta que se ha esbozado entre los dos aspirantes presidenciales, es encontrar una coyuntura para inducir un cambio en la dirigencia. En reuniones privadas en las que se ha tocado el tema, se ha mencionado el próximo 8 de octubre, día en que se integra el nuevo Consejo Político Nacional y rinden protesta los nuevos consejeros recién electos para iniciar la discusión del método con el que se elegirá al candidato para las presidenciales de 2012.
Tan real es la intención de remover a Moreira, que en los círculos cercanos de los precandidatos ya se menciona un nombre de quien podría entrar al relevo en el CEN priísta: Emilio Gamboa Patrón. Sus promotores hablan del oficio político y de operador del yucateco, y resaltan su cercanía y comunicación tanto con Peña Nieto como con Beltrones Rivera. Así que la pregunta está en el aire y se escucha fuerte entre los tricolores: ¿qué hacemos con Moreira?
NOTAS INDISCRETAS… El “destape” de Beatriz Paredes no sólo confirmó lo que se comentaba desde hace tiempo sobre su fuerza en las encuestas, sino que metió presión al PRD y al gobierno de Marcelo Ebrard, donde siguen sin definir claramente cómo se elegirá al candidato perredista que buscará mantener la capital pintada de amarillo. El fin de semana, Mario Delgado enseñó el “músculo” con un evento en el Monumento a la Revolución, donde lo acompañaron Marcelo Ebrard, dirigentes, diputados y delegados perredistas en la ciudad. Delgado, dicen sus cercanos, meterá el acelerador en su búsqueda de la candidatura y afirma tener con qué enfrentar a Paredes o a cualquier otro candidato de la oposición. Por lo pronto, ayer, en el círculo cercano de Alejandra Barrales, se decía que si Beatriz es candidata del Revolucionario Institucional, los perredistas tendrían que evaluar mandar a otra mujer a competirle y, ¿quién creen que se apunta para confrontar huipiles con trajes sastre...? Tropezón de los dados. Doble serpiente.
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