Pedro Echeverría V.
1. En campaña, Felipe Calderón sometió y pidió al Senado retirar la “Declaración Interpretativa” que impide a México legislar en todo su territorio contra el aborto al decir que ya "no tiene sentido" mantener dicha Declaración. En 1969, el gobierno de México suscribió el Pacto de San José en materia de derechos humanos, pero lo hizo con varias “Reservas Interpretativas”, entre ellas la referente al artículo cuarto que dice que "toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente". México firmó el acuerdo con la aclaración de que la expresión en general, usada en el citado párrafo, “no constituye obligación de adoptar o mantener en vigor legislación que proteja la vida a partir del momento de la concepción, ya que esta materia pertenece al dominio reservado de los Estados”.
2. La realidad es que todo se reduce a posiciones ideológicas y de fuerza. ¿Quién decide desde cuando hay vida de un ser humano y cuándo apenas es un proyecto? Los clericales y la reacción derechista dicen que hay vida desde que el espermatozoide penetra en el óvulo y los de ideología científica más avanzada, que son partidarios del derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, señalan que el período es más amplio para que haya realmente vida prehumana. ¿Quién impone su criterio? Pues claramente quien más fuerza tenga. Aunque por la prohibición del aborto estén muriendo millones de mujeres al ser mal atendidas, aunque estén naciendo millones de niños desnutridos y miserables, aunque la sociedad capitalista los esté condenando a pedir limosna y morir de hambre, los jerarcas de la iglesia persiguen y encarcelan a las madres que abortan por necesidad. Sin embargo, con gobiernos progresistas se apoya a las mujeres a decidir.
3. Nadie podrá frenar o parar la decisión del presidente ilegítimo Felipe Calderón de intervenir sobre el aborto o dedicar todo el tiempo de su gobierno para hacer campaña política presidencial por su candidato. Los reclamos del PRI, PRD y demás se ven como lloriqueos legaloides de los que Calderón se burla. Sabe Calderón –también AMLO y todos sabemos por experiencia- que una vez reconocida una victoria electoral, las quejas por violaciones son solo vergonzosas protestas que sirven para un carajo. En julio de 2006, una vez que se declaró el “triunfo de Calderón”, lo que se haga –con excepción de levantarse en armas con en 1910- vale un carajo para jueces, opinión pública y pueblo. Por eso Calderón –siguiendo a Fox que exhortó a los gobiernos panistas que al llegar las campañas dediquen todo su tiempo a ellas- “le vale madres” lo que siga sucediendo con su funesto gobierno porque la consigna es dedicarse a ganar la Presidencia.
4. Ni Calderón ni sus secretarios de Estado pedirán permiso para ausentarse de sus cargos, aunque él y los altos miembros de su gobierno estén cobrando alrededor de medio millón de pesos al mes, es decir unos 40 mil dólares, como funcionarios públicos que “no deberían distraer su tiempo en campañas políticas partidarias”. Pero allí está el ilegítimo Calderón defendiendo “el derecho de vida”, haciendo campaña contra la despenalización del aborto y visitando a obispos y curas para reiterarles el llamado que deben hacer a sus fieles para votar por el partido católico. Sabe que “la lucha contra el aborto” es un batalla que pesa mucho en México porque el 70 por ciento de la población aún vive bajo el dogmatismo religioso y la jerarquía religiosa también sabe que el PAN es el partido católico por excelencia que logró –durante el gobierno priísta de Salinas- las relaciones diplomáticas con el Vaticano y las cinco visitas del Papa.
5. Lo que da risa, pero también causa mucha indignación, es que no le sangre la lengua a Calderón, que posea un gran cinismo para decir discursos en defensa del “derecho a la vida” cuando en su gobierno se han registrado gigantescas masacres que han llevado a 53 mil muertos, a cerca de 10 mil enterrados en fosas comunes clandestinas y exista un régimen de amenazas y constantes cateos. En ningún sexenio, ni siquiera en los de Salinas y Fox, se registraron tantos asesinatos. Sin embargo no debe olvidarse que este es un problema de fuerza y las mujeres mexicanas y la izquierda social tienen la responsabilidad de salir a la calle para levantar la bandera de la libertad para decidir por cuenta propia. ¿Olvidan caso que el clero, el PAN y sus organizaciones afines, realizan procesiones y marchas para demostrar su fuerza en las calles? Espero que los candidatos de partidos políticos se pronuncien y dejen de tener miedo de actuar con libertad.
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