Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Al primer panista del país, en la recta final de su gobierno al que sólo le quedan 14 meses, le entraron las prisas por pagar los altos costos del camino andado por su partido bajo la conducción básica desde Los Pinos.
Como bien reconoce Felipe Calderón, el desgaste de Acción Nacional, que él calificó de “enorme”, obedece al ejercicio de gobierno, pero éste específico destacó por diluir las fronteras entre partido y Ejecutivo federal, éste operó clientelarmente programas sociales como Oportunidades y Seguro Popular, intervenir en procesos electorales –como en Michoacán para apuntalar a Luisa María Calderón Hinojosa–, designar a la mayoría de los candidatos a cargos de elección popular en connivencia con el Comité Ejecutivo Nacional, bajar de la contienda blanquiazul por la candidatura presidencial a tres aspirantes que tragaron sapos sin hacer gestos de repugnancia, castigar a la disidencia y premiar la incondicionalidad hasta el punto de hacerse de la vista gorda con el uso de instituciones y contratos públicos para beneficio privado...
Después de andado ese camino durante cuatro años y 10 meses, Calderón Hinojosa convocó a los 293 consejeros presentes –incluida Margarita Zavala, pero con la ausencia de Francisco Ramírez Acuña–, y las 13 familias –aquí no hay “tribus”– que más influyen al panismo, a una urgente renovación ética, de comportamiento y de imagen ante la sociedad, porque reconoció que el PAN sufrió un enorme desgaste por el ejercicio de gobierno y bajó en la percepción de honestidad. Los nombres están en muchos labios: Juan Camilo Mouriño Terrazo, César Nava Vázquez… son conocidos como Camisas azules, manos negras. Para ello, propuso como tarea urgente reconstruir las convicciones y reglas de comportamiento público y personal de sus militantes que le permitan seguir conservando y acrecentando una superioridad ética y moral que le permitió no sólo sobrevivir, sino ganarle al autoritarismo.
Pero casi 11 años después, la gran incertidumbre sobre el futuro inquilino en Los Pinos llevó al abogado, economista y administrador público a dar la voz de alerta sobre que la desdibujada identidad panista y sus principios “pueda llevar a muchos ciudadanos a restaurar de buena fe todo un sistema basado en la corrupción y en lo que don Manuel Gómez Morín, llamó el espíritu de transacción y de componenda”. Sistema y espíritu que, agrego yo, tan eficazmente reprodujeron Vicenta Fox y su sucesor.
“Renovarse o morir” fue la apuesta discursiva del general de cinco estrellas y para establecer su verdadero alcance jura que el otrora secretario de Hacienda no es su delfín, en tanto que el expresidente Manuel Espino asegura que “A Ernesto Cordero lo veo muy ídem”. Mas Calderón insiste en “Que gane quien la militancia decida y que los electores reconozcan esa decisión democrática. Desde luego, ni remotamente haré a otros, lo que quizá algunos pretendieron hacer conmigo”. En tanto, con más fuerza Santiago Creel que Josefina Vázquez denuncian los conocidos métodos de “la cargada” con el impulso del michoacano de Morelia.
Mientras la apuesta de Calderón está subordinada al 1 de julio de 2012, Vázquez Mota se empeña en complicarle la decisión sexenal más importante para su futuro político y personal, al revelar que la noche del 2 de julio de hace cinco años el gesticulador Luis Carlos Ugalde le aseguró que el primero ganó la contienda, cuando es de todos conocido que esa noche y muchísimas más no hubo resultados definitivos.
La modosita Josefina Vázquez abona más aún a la extendida percepción ciudadana de que su entonces candidato Calderón no ganó la elección presidencial. ¡No me ayudes, comadre!
Acuse de recibo
Marcos A. Heredia Pérez comenta: “Respecto a Utopía 1021, las elecciones del 2012 van a recordar algo de aquella consigna del cubano Eduardo Chibás, fundador del partido Ortodoxo: vergüenza contra dinero. Finalmente Chibás se pegó un tiro durante su programa radial en 1951 al no poder presentar pruebas de los robos de fondos públicos de los políticos corruptos cubanos. Vergüenza contra dinero es lo que se va a dar en las elecciones del próximo año. El Grupo Atlacomulco, Televisa y la oligarquía con su dinero a raudales van a tratar de seguir manejando al país y por eso quieren a Peña Nieto en Los Pinos. Hay que impedirlo. Al dinero hay que oponerle la vergüenza y la dignidad”… A propósito de Armas, drogas y estrategia (23-IX-11), dice Guillermo Pérez Velasco: “Muchas gracias por tus acertados análisis”… José Sobrevilla agrega: “Llama la atención que Obama le diga a Calderón Hinojosa que es el ‘Eliot Ness mexicano’, el famoso agente federal del tiempo de la prohibición del alcohol, porque en los hechos este agente gringo fracasó en todo. Se postuló para alcalde de Cleveland en 1947 y perdió. En ese mismo año fue despedido de Diebold Corporation, la empresa de seguridad donde trabajaba. A Al Capone lo atrapó otra división y fue por un asunto de impuestos; y al final murió en un accidente automovilístico por manejar ebrio”.
forum@forumenlinea.com
www.forumenlinea.com
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Al primer panista del país, en la recta final de su gobierno al que sólo le quedan 14 meses, le entraron las prisas por pagar los altos costos del camino andado por su partido bajo la conducción básica desde Los Pinos.
Como bien reconoce Felipe Calderón, el desgaste de Acción Nacional, que él calificó de “enorme”, obedece al ejercicio de gobierno, pero éste específico destacó por diluir las fronteras entre partido y Ejecutivo federal, éste operó clientelarmente programas sociales como Oportunidades y Seguro Popular, intervenir en procesos electorales –como en Michoacán para apuntalar a Luisa María Calderón Hinojosa–, designar a la mayoría de los candidatos a cargos de elección popular en connivencia con el Comité Ejecutivo Nacional, bajar de la contienda blanquiazul por la candidatura presidencial a tres aspirantes que tragaron sapos sin hacer gestos de repugnancia, castigar a la disidencia y premiar la incondicionalidad hasta el punto de hacerse de la vista gorda con el uso de instituciones y contratos públicos para beneficio privado...
Después de andado ese camino durante cuatro años y 10 meses, Calderón Hinojosa convocó a los 293 consejeros presentes –incluida Margarita Zavala, pero con la ausencia de Francisco Ramírez Acuña–, y las 13 familias –aquí no hay “tribus”– que más influyen al panismo, a una urgente renovación ética, de comportamiento y de imagen ante la sociedad, porque reconoció que el PAN sufrió un enorme desgaste por el ejercicio de gobierno y bajó en la percepción de honestidad. Los nombres están en muchos labios: Juan Camilo Mouriño Terrazo, César Nava Vázquez… son conocidos como Camisas azules, manos negras. Para ello, propuso como tarea urgente reconstruir las convicciones y reglas de comportamiento público y personal de sus militantes que le permitan seguir conservando y acrecentando una superioridad ética y moral que le permitió no sólo sobrevivir, sino ganarle al autoritarismo.
Pero casi 11 años después, la gran incertidumbre sobre el futuro inquilino en Los Pinos llevó al abogado, economista y administrador público a dar la voz de alerta sobre que la desdibujada identidad panista y sus principios “pueda llevar a muchos ciudadanos a restaurar de buena fe todo un sistema basado en la corrupción y en lo que don Manuel Gómez Morín, llamó el espíritu de transacción y de componenda”. Sistema y espíritu que, agrego yo, tan eficazmente reprodujeron Vicenta Fox y su sucesor.
“Renovarse o morir” fue la apuesta discursiva del general de cinco estrellas y para establecer su verdadero alcance jura que el otrora secretario de Hacienda no es su delfín, en tanto que el expresidente Manuel Espino asegura que “A Ernesto Cordero lo veo muy ídem”. Mas Calderón insiste en “Que gane quien la militancia decida y que los electores reconozcan esa decisión democrática. Desde luego, ni remotamente haré a otros, lo que quizá algunos pretendieron hacer conmigo”. En tanto, con más fuerza Santiago Creel que Josefina Vázquez denuncian los conocidos métodos de “la cargada” con el impulso del michoacano de Morelia.
Mientras la apuesta de Calderón está subordinada al 1 de julio de 2012, Vázquez Mota se empeña en complicarle la decisión sexenal más importante para su futuro político y personal, al revelar que la noche del 2 de julio de hace cinco años el gesticulador Luis Carlos Ugalde le aseguró que el primero ganó la contienda, cuando es de todos conocido que esa noche y muchísimas más no hubo resultados definitivos.
La modosita Josefina Vázquez abona más aún a la extendida percepción ciudadana de que su entonces candidato Calderón no ganó la elección presidencial. ¡No me ayudes, comadre!
Acuse de recibo
Marcos A. Heredia Pérez comenta: “Respecto a Utopía 1021, las elecciones del 2012 van a recordar algo de aquella consigna del cubano Eduardo Chibás, fundador del partido Ortodoxo: vergüenza contra dinero. Finalmente Chibás se pegó un tiro durante su programa radial en 1951 al no poder presentar pruebas de los robos de fondos públicos de los políticos corruptos cubanos. Vergüenza contra dinero es lo que se va a dar en las elecciones del próximo año. El Grupo Atlacomulco, Televisa y la oligarquía con su dinero a raudales van a tratar de seguir manejando al país y por eso quieren a Peña Nieto en Los Pinos. Hay que impedirlo. Al dinero hay que oponerle la vergüenza y la dignidad”… A propósito de Armas, drogas y estrategia (23-IX-11), dice Guillermo Pérez Velasco: “Muchas gracias por tus acertados análisis”… José Sobrevilla agrega: “Llama la atención que Obama le diga a Calderón Hinojosa que es el ‘Eliot Ness mexicano’, el famoso agente federal del tiempo de la prohibición del alcohol, porque en los hechos este agente gringo fracasó en todo. Se postuló para alcalde de Cleveland en 1947 y perdió. En ese mismo año fue despedido de Diebold Corporation, la empresa de seguridad donde trabajaba. A Al Capone lo atrapó otra división y fue por un asunto de impuestos; y al final murió en un accidente automovilístico por manejar ebrio”.
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