Lindsay H. Esquivel | Negocios
Incidencia, número de personas y carencias promedio para los indicadores de pobreza. México 2008-2010 |
A pocos días de que concluya la administración de Felipe Calderón, el
número de personas en situación de pobreza asciende a 52 millones, esto
significó un aumento de 3.2 millones de personas en comparación con
2008, de acuerdo con el Informe de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social 2012.
El estudio presentado por Gonzalo Hernández Licona, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), destaca que la pobreza extrema se mantuvo en 11.7 millones de personas entre 2008 y 2010.
“El incremento del número de personas en situación de pobreza fue resultado de los aumentos de personas con carencia en el acceso a la (4.2 millones) como de la población con ingresos bajos”, destacó.
Además, indicó que los ingresos de las mexicanas se vieron afectados por los altos precios de los y el nivel de desempleo, así como al estancamiento salarial.
“El poder adquisitivo de los ingresos laborales de las familias mexicanas se vio afectado por al menos dos eventos económicos: el incremento en los precios de los alimentos y la crisis financiera que afectó negativamente el laboral del país”, señala el reporte de la Coneval.
Abunda que la falta de crecimiento económico en el largo plazo ha influido también en el desempeño de salarios, empleos e ingresos; toda vez que la reducción del poder adquisitivo del ingreso tiene repercusiones importantes sobre el desarrollo social de la población, especialmente sobre la pobreza.
Efectos. En el Informe de Evaluación se explica que el efecto de la crisis financiera de 2009 fue mayor en las zonas urbanas del país, al estar más expuestas a los internacionales, especialmente al norteamericano. Lo que se refleja en el incremento de la pobreza en las entidades del del país.
Respecto de los grupos vulnerables, el 45.7 por ciento de los adultos mayores se encontraba en condición de pobreza en 2010, o sea, 0.7 por ciento más que en 2008. En tanto, la pobreza de los y adolescentes menores de 18 años no se incrementó.
Por su parte, el 77.8 por ciento de quienes residen en las Zonas de Atención Prioritaria (ZAP) se encuentran en condición de pobreza, lo que corresponde a 13.6 millones de personas, un 2.5 por ciento más respecto de 2008.
Mientras que la proporción de indígenas en condición de pobreza ascendía a 79.3 por ciento en 2010, un 3.4 por ciento más que en 2008.
La Coneval reconoce que la expansión del programa Oportunidades protegió a más familias, pero por su diseño no es un esquema adecuado para enfrentar crisis económicas coyunturales.
De esta forma, programas contra el rezago educativo, acceso a servicios de salud y seguridad social, ayudaron a la población más desprotegida, sin embargo se incrementó la carencia de acceso alimentario.
“Las personas con carencia alimentaria pasó de 23.8 millones en 2008 a 28 millones en 2010; mientras que las personas vulnerables por ingresos representaron 6.5 millones”, precisa el documento.
Hernández Licona expresó que en general el resultado de los programas sociales ha sido positivo, pero se requiere de una mayor transparencia en el manejo de las transferencias federales a los estados.
Retos. El presidente de Coneval manifestó que uno de los principales retos para la nueva administración de Enrique Peña Nieto será incrementar el poder adquisitivo de las familias, pues representa una condición necesaria para el cumplimiento de los derechos sociales y elevar el nivel de vida de la población.
Así como, mejorar la calidad educativa y de los servicios de salud y ampliar el Programa de Apoyo Alimentario, porque actualmente 500 mil pobres no tienen ese beneficio debido a lo disperso de sus comunidades.
Además de evaluar los objetivos del Programa Oportunidades para que también llegue a las comunidades rurales.
“Es momento de que los múltiples instrumentos operen como un solo sistema que permita ofrecer protección social integral a toda la población, pero prioritariamente a la pobre y vulnerable”, concluyó.
El estudio presentado por Gonzalo Hernández Licona, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), destaca que la pobreza extrema se mantuvo en 11.7 millones de personas entre 2008 y 2010.
“El incremento del número de personas en situación de pobreza fue resultado de los aumentos de personas con carencia en el acceso a la (4.2 millones) como de la población con ingresos bajos”, destacó.
Además, indicó que los ingresos de las mexicanas se vieron afectados por los altos precios de los y el nivel de desempleo, así como al estancamiento salarial.
“El poder adquisitivo de los ingresos laborales de las familias mexicanas se vio afectado por al menos dos eventos económicos: el incremento en los precios de los alimentos y la crisis financiera que afectó negativamente el laboral del país”, señala el reporte de la Coneval.
Abunda que la falta de crecimiento económico en el largo plazo ha influido también en el desempeño de salarios, empleos e ingresos; toda vez que la reducción del poder adquisitivo del ingreso tiene repercusiones importantes sobre el desarrollo social de la población, especialmente sobre la pobreza.
Efectos. En el Informe de Evaluación se explica que el efecto de la crisis financiera de 2009 fue mayor en las zonas urbanas del país, al estar más expuestas a los internacionales, especialmente al norteamericano. Lo que se refleja en el incremento de la pobreza en las entidades del del país.
Respecto de los grupos vulnerables, el 45.7 por ciento de los adultos mayores se encontraba en condición de pobreza en 2010, o sea, 0.7 por ciento más que en 2008. En tanto, la pobreza de los y adolescentes menores de 18 años no se incrementó.
Por su parte, el 77.8 por ciento de quienes residen en las Zonas de Atención Prioritaria (ZAP) se encuentran en condición de pobreza, lo que corresponde a 13.6 millones de personas, un 2.5 por ciento más respecto de 2008.
Mientras que la proporción de indígenas en condición de pobreza ascendía a 79.3 por ciento en 2010, un 3.4 por ciento más que en 2008.
La Coneval reconoce que la expansión del programa Oportunidades protegió a más familias, pero por su diseño no es un esquema adecuado para enfrentar crisis económicas coyunturales.
De esta forma, programas contra el rezago educativo, acceso a servicios de salud y seguridad social, ayudaron a la población más desprotegida, sin embargo se incrementó la carencia de acceso alimentario.
“Las personas con carencia alimentaria pasó de 23.8 millones en 2008 a 28 millones en 2010; mientras que las personas vulnerables por ingresos representaron 6.5 millones”, precisa el documento.
Hernández Licona expresó que en general el resultado de los programas sociales ha sido positivo, pero se requiere de una mayor transparencia en el manejo de las transferencias federales a los estados.
Retos. El presidente de Coneval manifestó que uno de los principales retos para la nueva administración de Enrique Peña Nieto será incrementar el poder adquisitivo de las familias, pues representa una condición necesaria para el cumplimiento de los derechos sociales y elevar el nivel de vida de la población.
Así como, mejorar la calidad educativa y de los servicios de salud y ampliar el Programa de Apoyo Alimentario, porque actualmente 500 mil pobres no tienen ese beneficio debido a lo disperso de sus comunidades.
Además de evaluar los objetivos del Programa Oportunidades para que también llegue a las comunidades rurales.
“Es momento de que los múltiples instrumentos operen como un solo sistema que permita ofrecer protección social integral a toda la población, pero prioritariamente a la pobre y vulnerable”, concluyó.
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