11/13/2012

Morena aglutinará la fuerza popular: ¿PRD seguirá con sus alianzas absurdas?

Morena aglutinará la fuerza popular: ¿PRD seguirá con sus alianzas  absurdas?
El grupo en el poder se salió con la suya, gracias a la estratagema del PAN de jugar con el PRD y el Movimiento Ciudadano


Con el oportunismo, ¿ingenuidad? y absoluta falta de congruencia de la “izquierda”, la democratización del país seguirá siendo una entelequia. Mientras siga infestada de personajes sin escrúpulos, no serán posibles avances mínimos que favorezcan un sano equilibrio en la sociedad, mucho menos logros más significativos para alcanzar niveles básicos de justicia social, cada vez más escamoteados por la oligarquía. Así quedó evidenciado (por si hiciera falta), con la derrota sufrida en el Congreso ante las fracciones de derecha en el debate por la reforma laboral.
          
El grupo en el poder se salió con la suya, gracias a la estratagema del PAN de jugar con el PRD y el Movimiento Ciudadano. Cabe dudar que los legisladores lo hayan creído realmente: lo que ocurre es que no aprenden sus dirigentes a ver más allá de sus narices, y actúan con miras muy cortas que les reditúan beneficios inmediatos. El costo finalmente es para las bases de sus organizaciones, y para el país desde luego al facilitar sus objetivos a la derecha, cuyas ambiciones no tienen límite.
          
Mientras no se entienda la importancia de actuar con firmeza en la defensa de principios, las organizaciones de izquierda están llamadas a ser eternamente una peonada que puede ser manejada como se le antoje a la oligarquía. Históricamente está probado que cuando se lucha por objetivos progresistas, sin claudicar y sin traicionar principios, llega la victoria tarde o temprano. Los hombres pueden morir, pero su ejemplo de lucha inquebrantable queda vivo y sirve de bandera para proseguir la lucha. Así lo demostraron Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero y finalmente el general Lázaro Cárdenas, quien dio su impulso definitivo a la Revolución Mexicana.
          
Está más que probado que el binomio partidista PRI-PAN es un solo cuerpo con dos cabezas que piensan igual, y aun así los dirigentes de “izquierda” siguen confiando en que pueden hacer alianzas “tácticas” cuando sea conveniente. Cuando la derecha está en el poder no tiene motivos para hacer alianzas estorbosas, pero sí para aprovechar la coyuntura a fin de utilizar a sus rivales ideológicos como le venga en gana en determinado momento. Así sucedió ahora, por la necesidad de hacer creer a la izquierda que estaban dadas las condiciones para concretar una alianza sobre puntos que finalmente sólo buscaban distraer el debate sobre las partes medulares de la reforma laboral, de verdadero interés para el gran empresariado.
          
De ahí que sea muy preocupante la facilidad con la que líderes de la izquierda se dejan “chamaquear”, pues los resultados son muy dañinos para el país. Es por demás ilusorio suponer que la derecha mexicana va a cambiar sin enfrentar presiones reales de organizaciones democráticas. Llevamos más de cinco lustros de franco manipuleo de la derecha sobre éstas, sin que haya una resistencia que ponga fin a los avances antidemocráticos de la oligarquía. Los resultados están a la vista y son muy desalentadores, pues dejan ver la enormidad de los sacrificios que le esperan al pueblo en los próximos años. Y más lo serán, sin sombra de dudas, en la medida que la “izquierda” siga haciendo honor a las comillas.
          
Se engañan solos, quienes se dicen de izquierda sin serlo, si creen que lograrán beneficios duraderos con sus alianzas vergonzosas con la clase política conservadora. Así como ahora el PAN utilizó a los legisladores del PRD y del Movimiento Ciudadano, con pérdidas brutales para la sociedad, así lo seguirá haciendo en la medida que encuentre “chuchos” dispuestos a venderse al mejor postor. El problema es que cada vez se abaratarán sus nefandos servicios. Esto debiera ser sopesado más cuidadosamente por dirigentes que gozan de prestigio, como el jefe de gobierno electo del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera. Su imagen se desgastó absurdamente con su reunión en Los Pinos con Felipe Calderón.
          
No acaban de entender que se rebasaron ya límites que permiten una gobernabilidad razonable, como quedará demostrado una vez que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quede reconocido oficialmente como partido. De inmediato aglutinará la fuerza popular ahora desperdigada, y muchos de los militantes de base de los demás partidos de “izquierda” tendrán la oportunidad de patentizar su rechazo a dirigentes corruptos.
          
Por lo pronto, es saludable el descalabro sufrido por los aliancistas con motivo del debate por la reforma laboral, pues están a tiempo de repensar mejor su papel y actuar con una visión más acorde con la realidad nacional. Es por demás obvio que la derecha mantendrá su fuerza sin firmes presiones populares de carácter progresista y democrático. Si no lo hace en cumplimiento de compromisos internacionales (México es uno de los miembros de la OIT que no han firmado el Convenio 98 sobre el derecho de sindicación libre y democrática), mucho menos lo hará para favorecer avances democráticos en las relaciones laborales aquí en el país.  
Guillermo Fabela - Opinión EMET

No hay comentarios.:

Publicar un comentario