SALUD
Su acceso disminuye abortos inseguros
Raffaela Schiavon, directora general de Ipas-México | CIMACFoto | César Martínez López
Por: Guadalupe Cruz Jaimes
Cimacnoticias | México, DF.-La pastilla de anticoncepción de emergencia (PAE) debe incluirse en la política de población como un método que responde a las necesidades de las jóvenes en México, ya que su acceso derivará en la disminución de embarazos no planeados y abortos inseguros.
Lo anterior lo señaló a Cimacnoticias Raffaela Schiavon, directora general de Ipas-México, al término de la presentación del “Informe del estado de la población mundial 2012. Planificación de la familia, Derechos Humanos y desarrollo”.
La especialista informó que debido al cambio de patrón en el ejercicio de la sexualidad entre las más jóvenes (antes o fuera del matrimonio) creció la demanda de “métodos atípicos”, como la anticoncepción de emergencia (AE).
Schiavon añadió que hasta ahora “se han diseñado métodos para personas casadas, que ellas usan desde la unión y que suspenden sólo cuando quieren tener hijos”.
Sin embargo, el ejercicio de la sexualidad en las generaciones más jóvenes cambió y sus necesidades de métodos anticonceptivos también: “Ellas quieren usar un método sólo cuando lo requieran”.
Puso como ejemplo que las jóvenes pueden tener actividad sexual en un periodo, pero luego la suspenden. “Por eso es difícil que adopten un método porque no se perciben necesariamente en riesgo de un embarazo no deseado”, advirtió.
Esta realidad “comienza a vislumbrarse” en el “Informe del estado de la población mundial 2012”, en el que se reconocen las modificaciones en el ejercicio de la sexualidad entre las personas más jóvenes, y el aumento en el uso de métodos de control natal “atípicos” como la AE, destacó Schiavon.
La también secretaria técnica del Comité Promotor por una Maternidad Segura refirió que en esta circunstancia es “importante” garantizar el acceso a la píldora, ya que junto con el condón, “puede ser el principal método anticonceptivo” entre las adolescentes.
En México, 22.2 por ciento de las mujeres de 15 a 19 años utilizó alguna vez la PAE, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2009; éste es el porcentaje más alto entre los distintos grupos de edad.
Para la experta, el acceso a este método, cuya venta en farmacias alcanzó 6.8 millones de unidades este año, “es una respuesta absolutamente legítima que tienen las jóvenes y las mujeres en general para acceder a un método de anticoncepción”.
Sin embargo, lamentó que el uso de la PAE aún no se refleja en la disminución de embarazos no deseados, debido a que en el sector salud “con una mano da el método y con la otra lo quita”, al desalentar su uso entre las usuarias.
“Les dicen que existe la anticoncepción de emergencia, pero que no es tan segura y que no es un método de rutina”, aun cuando “no hay ninguna contraindicación médica, ni demográfica por el uso repetido”.
Por lo anterior, Schiavon aseveró que la política de población debe considerar los métodos “atípicos” como parte de la estrategia de Planificación Familiar (PF), ya que con su disponibilidad derivará en “menos abortos inseguros y embarazos no planeados”.
Durante la presentación del informe, Diego Palacios, representante en México del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), precisó que la PF es un Derecho Humano que debe ser asumido como prioritario en la agenda pública del país.
Indicó que pese a los avances logrados en la reducción de la fecundidad de 6.7 hijos por cada mujer hace cuatro décadas a 2.2, el país debe atender las brechas de desigualdad que afectan sobre todo a las mujeres de 15 a 19 años, y a las rurales e indígenas.
Muestra de ello es que estos grupos son los que tienen menor acceso a métodos anticonceptivos. Así, mientras la prevalencia de su uso entre la población femenina en edad reproductiva es de 72.5 por ciento, entre las adolescentes apenas alcanza 44.5 por ciento.
Para abatir esta disparidad, el representante de UNFPA llamó al país a invertir en PF para evitar embarazos no deseados que truncan el futuro de las menores de 20 años, consideradas parte del “bono demográfico”.
Apuntó que si ahora se les garantiza este derecho, además del impacto positivo en las vidas de las jóvenes, la PF redundará en una reducción de la pobreza en 5 por ciento en el ámbito rural y 4 por ciento en el urbano, equivalentes a la disminución que se obtiene mediante programas sociales de transferencias económicas.
Ello se debe a que el uso de métodos anticonceptivos reduce el número de embarazos no deseados, y aumenta la inversión en el desarrollo de las y los hijos planeados.
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