10/02/2013

Los periodistas pal café . . . .


Así fuera solamente por la persistencia de su protesta, Enrique Peña Nieto debería conceder audiencia a los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Ya antes ha recibido en Los Pinos a personajes y grupos de la índole más variada (boxeadores, equipos de futbol profesional, por ejemplo), de tal manera que parecería políticamente sano escuchar de viva voz de sus dirigentes los planteamientos de un movimiento que se ha sostenido contra lluvia y marea en la capital del país, mientras en otras ciudades el ejemplo prende.
Hasta ahora, sin embargo, el ocupante de la residencia presidencial no ha dado ningún signo de atención directa a ese problema. Todo lo ha dejado en manos de la dupla de Bucareli, el secretario Miguel Ángel Osorio Chong y el subsecretario dorado, Luis Miranda, e incluso de funcionarios de rangos menores. Pero él, quien formalmente ejerce un poder unipersonal, intransferible, no ha aceptado recibir a los profesores.
Con ese gesto cesarista que se reserva como solitaria facultad ejecutoria inapelable el uso del pulgar hacia arriba o hacia abajo para resolver el destino de los gladiadores, Peña Nieto confirma la inutilidad de todo el proceso político de presunta apertura y negociación con los profesores, quienes han sido groseramente llevados a lo largo de meses por un sendero de mesas de negociación, consultas y diálogos que en nada sustancial ha modificado la línea central del proyecto priísta de recuperación del control del aparato educativo mediante el sometimiento de la vertiente gordillista y, al mismo tiempo, de represión y exclusión laboral del movimiento no oficialista.
La inutilidad de la vía del diálogo y el confinamiento de una movilización excepcional a canales burocráticos inamovibles tiene especial relevancia en un día como hoy. Como lo hicieron varios emperadores sexenales pertenecientes a la etapa del priísmo previo al neoliberalismo, hoy Peña Nieto va cerrando el camino a trabajadores y a ciudadanos organizados en defensa de sus intereses. Así lo hicieron Adolfo López Mateos frente a los médicos y los ferrocarrileros y Gustavo Díaz Ordaz frente a los estudiantes, al igual que Luis Echeverría. Historias parecidas: levantar actas administrativas de abandono de empleo, suspender pagos, construir escenarios de violencia mediante desatención provocadora e infiltrados violentos para luego desahogar órdenes de aprehensión contra dirigentes.
En un contexto volátil, de fragilidad económica a la vista, con múltiples agravios sociales acumulados y un sistema político ajeno a los reclamos populares resulta sumamemente peligroso un gobierno que se muestra sordo y pareciera entramparse en su propia urdimbre de simulación institucional. Profesores en las calles, desesperados ante la cerrazón gubernamental, con meses fuera de sus casas y sin mayor opción política que radicalizar su protesta porque de otra manera no tiene sentido su permanencia en una ciudad capital a la que causan problemas viales como única llave para abrir las puertas de los despachos oficiales donde de cualquier manera sólo les dirán que no. Ciudadanos angustiados porque sus cuentas de Afore les llegan con pérdidas, porque la informalidad está en la mira recaudatoria (sin ofrecer alternativas reales de empleo) y porque ven acercarse las garras fiscales que saquearán bolsillos populares, convenciéndose amargamente de que tampoco ellos tienen expectativas de defender sus intereses más que manifestándose acaso con la virulencia que todavía hoy censuran en los profesores que en realidad son pioneros en la protesta desesperada. Y mexicanos en general que ven el avance sin contrapeso del reformismo peñista que agudizará la pobreza colectiva, creará nuevas facciones multimillonarias y consolidará un sistema político y económico labradamente injusto.
¿Dos de octubre no se olvida? Por su propio interés de subsistencia, el sistema debería abrir puertas para el desahogo de las tensiones sociales que hasta ahora han sido sometidas mediante el sistema de concesiones políticas a partidos de izquierda concebido luego de los estallidos de rebelión armada que siguieron a las represiones de los movimientos estudiantiles y populares. Si de la historia se debe aprender, los diseñadores de la actual estrategia gubernamental de agotamiento de la protesta mediante el cansancio, la provocación y la represión deberían recordar Tlatelolco y sus enseñanzas.
Astillas
Tal como aquí se advertía en la entrega de ayer, la Cámara de Diputados terminó aprobando la asignación de su Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri al presidente de la fundación que organiza el Teletón, Fernando Landeros, en un gesto que en realidad debe ser colocado en el escaparate de trofeos de Televisa. Con esa decisión, resuelta con significativa oposición o distancia de una franja de legisladores (342 votos a favor, pero 39 en contra y 53 abstenciones), la televisora propiedad del así también homenajeado Emilio Azcárraga Jean recibe un muy oportuno respaldo a su política de transferencia de fondos públicos federales y estatales para la realización de filantropías deducibles de impuestos… Al fin puso pie en Michoacán Enrique Peña Nieto. Tardó 10 meses, luego de una serie de cancelaciones por distintos motivos. Esta primera visita desde que está en Los Pinos tuvo como móvil casi ineludible la atención a damnificados por los problemas meteorológicos recientes. Sumida en una violencia incontrolable, con cárteles de delincuencia organizada dominando regiones y un gobierno estatal endeble, a cargo del sustituto Jesús Reyna, Michoacán tiene ahora otro motivo de preocupación, pues el titular de la gubernatura, Fausto Vallejo, ha hecho saber que desea volver al cargo (a mover de nuevo lo que ni siquiera ha podido acomodar el sustituto) luego de dejarlo durante largo tiempo a causa de una enfermedad hepática grave… Y, mientras hoy se vive otro episodio de la confrontación entre embozados y policías, en la que se confunden desesperaciones juveniles genuinas con provocaciones políticas, ¡hasta mañana!
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Escasos recursos para invertir y los más elevados pagos fiscales son algunas de las aparentes limitaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), y por eso ahora se estudia en el Congreso una reforma para mejorar su régimen de administración.
Pero sin que exista la intención de desviar o detener la anunciada reforma, cada día Pemex presenta reportes que contradicen su aparente situación de crisis. Por ejemplo, los más recientes indicadores petroleros revelan que la empresa nacional elaboró en agosto un promedio diario de un millón 466 mil barriles de productos petrolíferos, 89 mil barriles más que el mismo mes del año pasado. Además, en las seis refinerías del país se elaboró, en los primeros ocho meses del año, un promedio de un millón 484 mil barriles diarios de gasolinas, diesel, gas licuado y otros productos, cuatro por ciento más que lo reportado en 2012. La importación de gasolinas en agosto llegó a su nivel más bajo en 64 meses, con un promedio diario de 260 mil barriles, 42 por ciento menos que en igual mes de 2012.



En su origen, la propuesta de gravar medicinas y alimentos es del PAN. Recuerdo que la escuché por primera vez de Eduardo Sojo, el entonces asesor económico del candidato Vicente Fox. Los grandes empresarios la apoyaron e impulsaron, porque el gobierno obtendría recursos de las clases media y popular, en vez de tocar sus intereses. El PRI también la promovió, con resultados que le resultaron nefastos, en aquel feroz enfrentamiento que condujo a que la maestra Gordillo dejara las filas tricolores; estaba comprometida con Marta Sahagún y Fox. En realidad todo apuntaba a que este año finalmente cuajara el controvertido impuesto. Incluso el presidente del PRI, César Camacho, maquinó la modificación de los principios del partido que impedirían que sus legisladores votaran a favor. Pero la camachoseñal se quedó en el aire. El gobierno de Peña Nieto metió reversa, no quiso echarle más leña al fuego del movimiento magisterial, y a la creciente protesta contra la reforma energética. Así que en vez de un impuesto a alimentos y medicinas, propuso a última hora un menú fiscal que contiene desde cobrar IVA en los alquileres de casas y departamentos, hasta darle un toquecito ligero a la venta de acciones en la Bolsa Mexicana de Valores. Asumiéndose como defensor de la clase media, el Consejo Coordinador Empresarial está aliándose con el PAN para descarrilar la propuesta fiscal de Peña Nieto y Luis Videgaray. Algunos prominentes miembros del sector empresarial no ocultan su decepción. Ayudaron a Peña Nieto de distintas maneras en su campaña, incluso presionando para que todos los candidatos firmaran un compromiso de que respetarían el resultado de las elecciones –cualquiera que éste fuera. Lopez Obrador lo firmó. No esperaban el revés fiscal. ¿Puede prosperar la reforma hacendaria sin los votos del PAN en San Lázaro y el Senado? Posiblemente, sobre todo si la izquierda chucha negocia un buen precio.
Vuelven afores al nivel de $2 billones
En septiembre se rompió la mala racha de las afores, ganaron en conjunto 57 mil millones de pesos (cifra redondeada). El total de los activos que manejan volvió a superar los dos 2 billones de pesos, de acuerdo con información del presidente del SAR, Carlos Ramírez Fuentes. A principios de este año, la situación pintaba bien. De enero a abril los ahorros –que suman las aportaciones de trabajadores, empresas y gobierno– ganaron 130 mil millones. Luego vinieron los meses malos –de mayo a agosto–, cuando se perdieron 167 mil millones de pesos. El balance se compuso en septiembre. Ahora bien: en los meses que siguen podrían registrarse nuevamente pérdidas; nadie puede garantizar que no ocurra por el esquema en que están invertidos. Lo que sí podría hacerse es lo siguiente: obligar a las afores a que bajen las comisiones, incluso no deberían cobrarlas cuando pierden dinero; atender mejor a sus clientes y también podrían gestionar con más profesionalismo y visión los caudales que tienen confiados.
Nueva crisis en Estados Unidos
¿Qué tanto afectará a México la crisis política de Estados Unidos, que ha conducido a la parálisis de una buena parte del aparato burocrático? Pensar que será un catarrito resultaría temerario. Ya sabemos que cuando estornudan allá, aquí nos pega una calenturienta pulmonía. Lástima, porque apenas estaban volviendo a tomar velocidad las remesas de nuestros paisanos. En agosto rompieron una racha de 13 meses consecutivos a la baja y aumentaron 1.1% a tasa anual en dólares. México recibió en agosto mil 911 millones de dólares, según cifras reportadas por el Banco de México. El banco BBVA opina que esta tendencia positiva obedece a dos factores: primero, la tasa de desempleo de migrantes mexicanos en Estados Unidos se ubicó en agosto por debajo de la media nacional. Y segundo, la apreciación del tipo de cambio que se observó durante ese mes.



 Todavía con el gorrito puesto, lleno de serpentinas y en plena fiesta por el arribo a Los Pinos, un entusiasmado Luis Videgaray aseguraba que es innegable que hay un gran optimismo en torno al futuro de México, y celebraba que éste es apenas el principio, (porque) los mexicanos tenemos ahora la oportunidad de, con nuestro trabajo, con nuestra capacidad, construir los cambios que México necesita y merece construir un mejor futuro.
Eso fue el pasado 10 de enero, y aunque el festejo se prolongó un rato la realidad mandó callar. Casi nueve meses después de aquel discurso, el optimismo brilla por su ausencia y desde entonces comenzó a perfilarse que, cierto es, era apenas el principio pero de un primer año de gobierno alejadísimo de lo originalmente ofrecido, en especial en materia de crecimiento económico, bienestar social y eficiencia gubernamental.
A estas alturas, el gobierno federal sufre por su propio huracán de promesas truncas, acciones fallidas y resultados mediocres, sobre todo en el área encargada al otrora alegre Luis Videgaray, a quien sólo le queda el consuelo de la canción de yo tenía 10 perritos, y ahora sólo me queda uno. Para ser exacto, 1.43 que es la nueva –que no la última– estimación porcentual recortada de crecimiento económico para este 2013, el año –según oferta inicial– en el que el México que todos queremos saldría de la chistera.
En su arranque, el nuevo gobierno comprometió un crecimiento económico de 3.5 por ciento para 2013, pero apenas unos meses después (en mayo) vino el primer recorte: ya no sería esa proporción, sino 3.1 por ciento con augurios de un segundo semestre maravilloso. Obviamente no fue así. En agosto pasado, la Secretaría de Hacienda reconoció que ni de lejos se alcanzaría ese 3.1 por ciento, y que la nueva estimación se ubicaba en 1.8 por ciento. Pero tampoco: a finales de septiembre, y ya en su papel de meteorólogo, el propio Videgaray dijo que no, que no sería 1.8 sino 1.7 por ciento. Ya a esas alturas el optimismo oficial se había recortado a la mitad.
Así, de los 3.5 perritos que tenía en pleno optimismo, ahora sólo le queda 1.7, pero la historia no acaba allí. Aún le resta un trimestre a este glorioso 2013 y, por lo mismo, hay margen de recorte, suficiente tela de dónde recortar, como han hecho los especialistas en economía del sector privado permanentemente consultados por el Banco de México (se trata de 35 grupos de análisis y consultoría nacionales y foráneos), quienes han reducido a 1.43 por ciento la posibilidad mexicana en materia de crecimiento económico en el presente año. Vale recordar que estos mismos especialistas pronosticaron un crecimiento de 3.6 por ciento (ligeramente por arriba de la gubernamental) al inicio de la administración peñanietista, y ahora su estimación es por debajo de la oficial.
Cuando el optimismo por el futuro de México brillaba en cada discurso oficial, se estimaba que con un crecimiento económico de 3.5 por ciento, a lo largo de 2013 se generarían alrededor de 600 mil empleos formales. Nueve meses después, con 1.7 por ciento como pronóstico amable, si bien va se crearían alrededor de 290 mil plazas, de tal suerte que en el mejor de los casos sólo tres de cada diez mexicanos en busca de empleo en el sector formal de la economía lograría su objetivo, sin considerar en qué precarias condiciones lo lograría, lo que se traduce en mayor desocupación e informalidad.
Pero bueno, resulte lo que resulte, el de Peña Nieto será el peor arranque de gobierno (el primer año en Los Pinos) desde tiempos de Vicente Fox, lo que ya es decir. Si el milagro se materializa y la economía mexicana crece 1.7 por ciento en el presente año, 1.43 por ciento como estiman los especialistas del sector privado, o incluso menos –lo que es factible–, en los hechos de nada servirá, o si se prefiere, para nada alcanzará.
El problema se agudiza cuando resulta obvio que el gobierno pretende que el país salga del hoyo utilizando el mismo manual, las mismas recetas, las mismas fórmulas mágicas, las mismas pócimas y –sobre todo– el mismo equipo de genios tecnocráticos que lo metieron al agujero y que a lo largo de 30 años lo único concreto que han hecho es cavar más profundo. Entonces, en vía de mientras el México que todos queremos (Peña Nieto dixit) de plano decidió comprarse un mullido sillón y así esperar cómodamente mejores tiempos para salir de la chistera, si es que algún día lo logra, y para ello ni de lejos alcanza el innegable gran optimismo en torno al futuro de México del otrora feliz Luis Videgaray.
Por cierto, entre los principales factores que, en orden de importancia, podrían obstaculizar el crecimiento económico de México en los próximos meses, de acuerdo con los citados especialistas del sector privado, se cuentan la debilidad del mercado externo y la economía mundial (18 por ciento de las respuestas, aunque este asunto ocupa el primer lugar desde cuando menos 13 años atrás); la inestabilidad financiera internacional (12 por ciento de las respuestas); la incertidumbre sobre la situación económica interna (12 por ciento de las respuestas) y la política fiscal que se está instrumentando (12 por ciento); la incertidumbre política interna (11 por ciento) y los problemas de inseguridad pública (10 por ciento).
Las rebanadas del pastel
Si la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias de la Cámara de Diputados se animó a concederle la medalla al mérito cívico Eduardo Neri al presidente de la Fundación Teletón, Fernando Landeros (hijo del ex gobernador priísta de Aguascalientes, Rodolfo El Güero Landeros), ya entrados en gastos el Senado de la República bien podría darle la medalla Belisario Domínguez a Emilio Azcárraga Jean y la Secretaría de Relaciones Exteriores la orden del Águila Azteca a la señorita Laura, digo, si de premiar la telebasura se trata. Los maestros de ceremonias podrían ser Adal Ramones, Marco del Regil y Lucerito. En vía de mientras, a ver quién es el guapo que hace cuadrar la referida decisión a favor de míster Teletón con el criterio legal para conferir tal reconocimiento, que a la letra dice: se otorgará en cada Legislatura con el fin de premiar al ciudadano que por sus hechos, su conducta ejemplar, su aportación a la ciencia, el arte o el civismo al servicio de la patria se haga acreedor a la misma. ¡Qué cara más dura!
Twitter: @cafevega


En una entrevista concedida al diario italiano La Repubblica, el papa Francisco señaló que los jefes de la Iglesia han sido con frecuencia narcisistas, adulados por sus cortesanos, a los que calificó de la lepra del papado. Criticó el carácter vaticano-centrista de la curia romana, la cual se olvida del mundo que nos rodea, y ofreció hacer lo posible por cambiar esa visión.

A la deriva, empleados de Elektra en Argentina
Soy empleado o ex empleado (en este momento no sé cuál sería exactamente mi estatus) de Elektra en Argentina, empresa perteneciente al Grupo Salinas. Quisiera dar a conocer lo que sucedió esta semana con la empresa en este país.

Viajar instruye. Pasé la semana pasada en Noruega, invitado por la Universidad de Oslo a dar un ciclo de conferencias. Entre gente notable que conocí estuvo la abogada británica Polly Higgins, que es punta de lanza de un movimiento en pro de la criminalización del ecocidio. Conversé con Polly largamente. Hablamos de los paralelos entre la tipificación del ecocidio como crimen internacional y los grandes momentos en la historia mundial de los derechos humanos, empezando por la criminalización de la trata de esclavos, promovida a inicios del siglo XIX desde Gran Bretaña.

Sugerencia única: que el bienpensante humanismo occidental revise de una buena vez sus prolijas teorías acerca del imperialismo, y por qué las recias prácticas antimperialistas de pueblos y gobiernos las estrellan, invariablemente, contra la realidad.

La negación de la humanidad de los otros tiene muchas causas, pero su fin es único: aniquilarlos simbólica o físicamente. El discurso del odio étnico, político, ideológico, sexista, religioso o nacionalista tiene el común denominador del supremacismo: niega igualdad a quienes no comparten la identidad que se levanta sobre las demás como paradigma incuestionable.

Insistir en un modelo propio para desarrollar la industria de la energía les parece, a los que adoptan la postura de imitar o seguir rutas ajenas, una necedad nacionalista. Sobre todo cuando tal necedad ha sido causal eficiente para cimentar una identidad particular, diferente a otras muchas que, también, pasaron o pasan por similares problemáticas. Y cuando lo creado respondió a las propias necesidades y fue de provecho para la mayoría. Tal es el caso de la promulgación de la Constitución de 1917 y, en específico, de su crucial artículo 27. En él se fija el dominio primigenio de la Nación sobre los bienes del suelo y el subsuelo, plataforma continental y espacio aéreo. Fundamentando así la expropiación, primero, y el desarrollo de Pemex posterior, como un monopolio encargado de la explotación y transformación de los hidrocarburos sólidos, líquidos y gaseosos.

Para la agenda neoliberal el gobierno siempre es el enemigo. Es el diablo que hay que eliminar, no importa que eso pueda provocar una recesión o una crisis. El breviario ideológico de la derecha es el mismo, de Grecia a Washington, pasando por Berlín y Bruselas.


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