El impuesto a los refrescos que propuso el Gobierno federal en su iniciativa hacendaria ha provocado que cabilderos de las empresas refresqueras presionen a los legisladores con dádivas o los amenacen con dañar su imagen si aprueban la medida, acusó Fernando Zárate, diputado del PRD.
“Hay ofrecimientos (de los cabilderos) en bienes, en servicios. Hay ofrecimientos directos de que ellos pueden financiar campañas, que ellos pueden financiar los cargos siguientes a los que aspiran, que financian comidas, que financian eventos de toda naturaleza. Han sido, desde mi punto de vista, muy primitivos; pero desde el punto de vista de otros, muy atractivos”, sostuvo Zárate en entrevista.
El perredista aseguró que los cabilderos han reforzado su presencia y sus pláticas no sólo con diputados de la Comisión de Hacienda, donde se discute la reforma hacendaria, sino también con otros legisladores para intentar frenar el aumento de precio en las bebidas.
El diputado señaló que algunos legisladores se han quejado de que los cabilderos les han advertido que pueden afectar su imagen si votan a favor del impuesto.
“Están haciendo archivos. Investigan las propiedades que tienen, investigan los inmuebles, investigan otras cosas de su vida y así comienzan las amenazas”, denunció el legislador del sol azteca.
Fuentes cercanas a la Comisión de Hacienda aseguran que varios diputados ya han recibido trálieres cargados de refrescos en sus distritos para que dispongan de ellos en sus comunidades.
Sobre este tema, Ricardo Anaya, presidente de la Cámara Baja, afirmó que el Congreso tiene la obligación de escuchar a todos los actores interesados en cualquier aspecto, pero, dijo, no admitirán que quienes tengan ese derecho abusen de él.
“Esta Cámara de Diputados bajo ninguna circunstancia va a admitir que se presione o se intimide a ningún legislador que debe poder discutir y votar en absoluta libertad”, apuntó el panista.
Por su parte, Alejandra Del Moral, secretaria de la Comisión de Hacienda, comentó que los cabilderos no realizan una actividad ilegal en la Cámara Baja y más bien se trata de que los propios legisladores pongan un límite.
“Por supuesto que hay cabilderos que no se te quitan de encima, pero también depende mucho de ti hasta dónde quieres llegar con una relación así. Es un tema no fácil, porque ellos están haciendo su chamba, pero los diputados también, así que debemos tener muy claro hasta dónde llegamos”, argumentó la diputada del PRI.
Socorro Ceseñas, secretaria de la Comisión de Presupuesto, calificó como un acto inmoral que algunos diputados acepten dádivas de sectores interesados en influir en su voto.
“Ellos (los cabilderos) saben con quién acudir. Ellos saben que hay un cierto sector de diputados en la Cámara con mucha vulnerabilidad, a ciertos legisladores que ellos puedan amedrentar y hacia ellos dirigen sus esfuerzos, pero es algo totalmente incorrecto, es inmoral caer en su juego”, sentenció la legisladora del PRD.
El reglamento interno de la Cámara de Diputados exige que quienes lleven a cabo labores de cabildeo se registren ante la mesa directiva. Para esta Legislatura existe un padrón de 252 cabilderos registrados.
La próxima semana, la Cámara Baja votará una iniciativa para modificar su reglamento interno y dejar asentada expresamente la prohibición de que los legisladores acepten regalos o dádivas de los cabilderos.
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