Carbón que se extrae de Coahuila, negocio priista que se encuentra lleno de sangre, muerte y despojo
(28 de abril, 2015. Revolución
TRESPUNTOCERO).- Barroterán, comunidad perteneciente al municipio
de Múzquiz, Coahuila, es uno de los miles de ejemplos que conforman la
realidad de los ejidatarios que viven cerca de mineras, que explotan
los mantos de carbón que se encuentran en el subsuelo de los terrenos
de los ejidos.
Aquella comunidad, rodeada por enormes
cerros de desechos de carbón y basureros tóxicos, que parecieran
sobresalir por encima de las pequeñas casas, padeció en 2010 uno de los
mayores ataques de las empresas mineras. 74 ejidatarios denunciaron que
eran objeto de acoso y abusos por parte de la empresa Minera del Norte,
S.A. (MINOSA) propiedad de AHMSA, la cual, en ese tiempo pretendía
apropiarse de sus tierras, de forma ilegal y violando su propia
normatividad, dicha compañía pretendía el extractivismo que erosionaría
gravemente sus tierras, sin poder mantener sus sembradíos, por
consecuencia eliminaba sus fuentes de trabajo, ingreso y sustento
familiar.
“Coahuila ha sido uno de los estados
que mayores daños ha padecido a consecuencia de la actividad minera. Un
sin fin de hombres han muerto en poco más de 100 años de explotación de
minas de carbón. Hablando de los trabajadores muere uno cada 42 días,
porque paradójicamente, cuando les quitan sus tierras y tienen que
alimentar a las familias, el campesino, el indígena, el ejidatario, se
convierte en minero, va y se emplea con su verdugo, que finalmente lo
termina asesinando, porque ante la necesidad la vida importa menos que
el dinero”, sentencia la activista defensora de los derechos de las
familias que viven despojo en el norte, Fernanda Castro.
Plutarco sobrevivió siete días atrapado
en una mina de carbón en Florida, Coahuila, fue rescatado por sus
vecinos, ya que ni el gobierno, ni los dueños de las mineras se
hicieron responsables, “nada podemos hacer”, fue la respuesta; Ramón
Sánchez Arellano falleció atrapado en una mina de carbón, nadie lo
ayudó, era su primer día de trabajo; José René Pérez, también quedó
atrapado, pero encontró un depósito de agua, cuya presión que lo
impulsó hacía el exterior, sobrevivió, con las costillas rotas y otros
golpes en el cuerpo.
Jesús García Ayala murió cuando se
inundó el socavón; en ese mismo hecho Francisco Castillo Zamora
sobrevivió, pero sufrió la rotura de 7 costillas, fractura de cráneo y
afectación de la columna vertebral, fue despedido, con 2 mil pesos de
indemnización, sin derecho a seguridad social.
“Casos trágicos simplemente han quedado
en el olvido y algunos ni siquiera se han llegado a conocer más allá
del municipio o del ejido, el miedo o la indiferencia han posicionado a
miles de familias del norte en la orfandad e indefensión”, sentencia
Castro.
El Doctor Manuel Fuentes Muñiz,
Presidente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, afirma
“en el norte del país, donde un gran territorio mantiene zonas
carboníferas, ronda la miseria y el abandono, por parte de las
autoridades, lo que provoca que las concesiones se renten al mejor
postor, a pesar de ser bienes nacionales, no importa que no haya
experiencia, sino que se explote el carbón y éste se entregue, sin
investigar su origen, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”. Y
agrega “el carbón sucio que se extrae de estados como Coahuila, se
encuentra lleno de sangre y muerte, de despojo, sudor y bajos salarios,
de impunidad y fraude”.
El abogado Francisco López Bárcenas
explica que, la acumulación por desposesión, es la principal lucha a la
que se enfrentan hoy los pueblos indígenas o campesino. Una vertiente
importante del capital se está́ enfocando a despojar a los pueblos de
sus riquezas naturales. Aguas, bosques, minas y recursos naturales,
convirtiéndose en propiedad privada y por lo mismo en mercancía, lo que
representa un nuevo colonialismo, más rapaz que sufrido durante los
siglos XV y XVIII. Los pueblos lo saben por eso lo resisten y luchan
por liberarse de él”.
Y explica que, hoy en día se han
implementado nuevas rutas del despojo “la existencia de los pueblos se
han encontrado fuertemente amenazados, con la profundización de las
políticas colonialistas contra ellos, mismas que se manifiestan en el
despojo de sus lugares de vivienda, de convivencia, de siembra, de
recreación y espirituales, pasando por el arrasamiento de sus
territorios, la apropiación indebida de sus bosques, aguas, minas, y el
patentamiento de sus conocimientos sobre dichos bienes. El gran capital
ya no invierte para obtener alguna plusvalía, va a donde están los
recursos y los conocimientos, la mayoría de ellos considerados comunes,
los transforma en propiedad privada y los incluye en el mercado”.
“Una de las formas jurídicas de atentar
contra la propiedad de las tierras y los territorios indígenas en la
expropiación. Un acto unilateral emitido por los titulares de la
Administración Pública, federal o estatal, cuyo fin es privar a los
propietarios, privados o sociales, del uso, goce, disfrute y
disposición de sus bienes ‘por causa de utilidad pública’; en otras
palabras la ‘propiedad originaria’ vuelve a su propietario principal,
lo cual tratándose de privilegiar el bien común era entendible y hasta
razonable, nada más que en la realidad se está usando para fomentar el
lucro individual en detrimento del bien común y de la propiedad
social”, profundiza López Barsenas.
Agrega que “la expropiación es el
mecanismo más utilizado por el Estado mexicano para llevar a cabo
grandes obras públicas, que luego se entregan a los particulares para
que las usufructúen, entre ellas las presas hidroeléctricas,
carreteras y otras obras públicas. A esto se le debe anexar el
atentado contra la propiedad, sin necesidad de intervención del
Estado. Es decir la compraventa, por el cual el titular de una
propiedad o derechos sobre ella o ellos los transfiere a otro a cambio
del pago de un precio determinado”.
En los últimos años el mecanismo de
compraventa ha sido la principal forma de despojo, que han venido
padeciendo las comunidades, debido a que la presión sobre las familias,
al grado de sufrir amenazas de muerte y daños físicos, esto por parte
de las compañías, en su mayoría transnacionales, que según los
afectados ‘se sienten con el poder de quitarnos y corrernos de nuestras
tierras, porque el gobierno los protege’.
Castro afirma “el proceso de despojo,
por medio de la privatización ydesnacionalización de la minería
mexicana ha sido el gran negocio multimillonario priista, que
impulsaron gobiernos como Miguel de la Madrid, Salinas de Gortari y
Ernesto Zedillo, al tiempo que los panistas continuaron con la
comercialización de tierras, que Peña Nieto hoy continúa a costa de la
sangre de niños y ancianos principalmente”.
“Tan sólo en los dos últimos sexenios,
tomando en cuenta que éste apenas lleva dos recorridos, se entregaron
27,000 concesiones mineras, las cuales equivalen a 56 millones de
hectáreas, equivalentes a cerca de la tercera parte del territorio
nacional, afectando a centenares de comunidades y sus viviendas”,
comenta Castro.
Y agrega, “a este país se le debe
llamar México Negro, aplica para la muerte y/o despojo de miles de
inocentes, así como para el carbón, uno de los principales minerales
que ha provocado el acabose de la parte humilde de nuestro territorio
mexicano. Esto debido a que en efecto, la minería es una de las más
agresivas y nocivas de todas las industrias extractivas”.
“A dicha actividad se le debe atribuir
la permanente criminalización de los activistas y los periodistas que
se oponen a la minería, así como el asesinato sistemático de dirigentes
comunitarios, en México, el país donde no pasa nada y el corrupto e
ignorante es rey, los crímenes de lesa humanidad y las masacres de
civiles son descomunales, pero no se les presta atención, se dejan de
lado y pocos son los que alzan la voz, pero ante el poder que el
gobierno le ha dado a las empresas trasnacionales, si hablas te matan y
continúan con sus extracciones, su negocio, generando y triplicando su
fortuna, la de ambos, la de los empresarios y la de Peña Nieto”, afirma
Castro.
Y argumenta “el extractivismo aplicado
a la obtención del carbón, es la peor técnica minera, ya que fácilmente
ha provocado un sistemático despojo de tierras a las comunidades
originarias durante el proceso de asignación, concesión y explotación
de los recursos minerales y un saqueo intensivo de los recursos
nacionales para su exportación. No podemos dejar de lado el tema
ambiental que conlleva una devastación irreversible del medio ambiente,
contaminación tóxica del agua y de la tierra; uso intensivo del agua
que deja o puede dejar a corto plazo a las poblaciones sin agua; y un
uso intensivo de explosivos que provocan microsismos afectando a todo
el territorio y nuevamente, a comunidades vecinas”.
“De las zonas mineras de Coahuila se
extrae el 95% del carbón en México, la consecuencia final es la muerte,
seas o no minero. La Cuenca de Sabinas, en el centro norte de Coahuila,
concentra los yacimientos de carbón más importantes del país. Ahí a las
familias las corren con pistolas y rifles, no existe tiempo para
llevarse sus pertenencias, pero ante el despojo, vuelven, en busca de
trabajo, muriendo más tarde, ya sea por desarrollo de enfermedades
graves, debido a la actividad o por explosiones”, comenta Castro.
Y puntualiza “grandes las mentiras de
Peña Nieto, común en los priistas, en campaña no solamente a los
familiares de los mineros de Pasta de conchos, sino a muchas familias,
a quienes les quitaron la vida y su pequeño patrimonio, les ofreció
investigaciones, auditorias, mejoras, en salud y vivienda. Esto no
pasó. Hoy a diario una familia se queda sin hogar o un minero sufre
accidentes, algunos dejan a estos hombres en silla de ruedas, por decir
poco, mientras Peña Nieto rodeado de mezquindad, dice (burlonamente)
que gobierna este país”.
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