A
tres años del asesinato de la periodista Regina Martínez, corresponsal
del semanario Proceso en el estado de Veracruz y asesinada el 28 de
abril de 2012 en su domicilio, la investigación y castigo a los
responsables del crimen siguen pendientes.
Jorge Carrasco, reportero de Proceso y quien está encargado del seguimiento periodístico del caso, explicó que la investigación sigue abierta y señaló que la resolución no es un asunto de “confianza” en las autoridades veracruzanas.
“No hemos dejado de dar a conocer la circunstancia de lo que ocurrió, la manera en que se han hecho las investigaciones; la investigación a vista de todos es algo que está pendiente”, declaró en una mesa de debate entre periodistas y personas defensoras de Derechos Humanos.
Recordó que la línea que siguió la Procuraduría de Justicia de Veracruz fue de “robo calificado”, y a partir de ahí detuvo a Jorge Antonio Hernández Silva, quien fue condenado a 38 años y dos meses de prisión, mientras que un segundo responsable está prófugo.
El reportero precisó que Hernández Silva alega tortura, por lo que presentó un recurso de revisión ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación a fin de que se avale su dicho en el sentido de que hubo violaciones al debido proceso y tortura para inculparse.
Además, Carrasco explicó que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, de la Procuraduría General de la República, hizo su propia investigación y entre sus hallazgos fundamentales encontró que en la escena del crimen no aparece ninguna huella dactilar, ni tampoco información genética del detenido. Es decir, el acusado está encarcelado con base en su testimonio.
El asesinato de la periodista sigue impune pese a una condena que aún no está firme, por lo que el reportero señaló que a diferencia de otros casos de colegas que han sido víctimas, en Proceso la determinación fue estar presente en las diligencias que realizan las autoridades.
“No tanto como quisiéramos”, reconoció, y es que Jorge Carrasco, como encargado de dar seguimiento al caso, sufrió amenazas en abril de 2013, lo que hizo que, por seguridad, mantenga reservas al respecto. “No se trata de sacrificarse”, aclaró.
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.-
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