Por: Emma Martínez /
1 mayo, 2015
(01 de mayo,
2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Guanajuato, Veracruz, Baja
California, Hidalgo, Guerrero y San Luis Potosí, son algunos de los
estados donde candidatos han denunciado los ataques que han padecido
por la llamada ‘Guerra Sucia’ de Partido Acción Nacional (PAN).
“La elección presidencial de 2006 hizo
surgir en el vocabulario mexicano las frases ‘guerra sucia’ y ‘campañas
negras’. Hoy millones llegamos al hartazgo en cada época de elecciones,
por las cientos de horas de spots de radio y televisión que se enfocan
en atacar y humillar a quien lleva la delantera, como en aquel año pasó
con Andrés Manuel López Obrador”, comenta la académica y socióloga
Natalia Guevara.
“En México las campañas negativas las
institucionalizó el Partido Acción Nacional (PAN), ante su nula
capacidad de propuesta y nulo convencimiento, ha provocado que sus
militantes se alejen y otros no se integren, por lo cual se ha dedicado
a denostar a políticos que no solamente proponen, sino que cuando
estuvieron en un cargo de elección popular y provocaron un parte aguas,
con programas que beneficiaron a miles de familias, y que finalmente
terminaron mal copiando gobernadores y hasta el presidente. El odio y
el juego sucio son las principales características de un PAN venido a
menos, producto de la traición hacia el pueblo, e incluso a sus
simpatizantes”, afirma Guevara.
Según cifras oficiales que expuso en su
momento el extinto Instituto Federal Electoral (IFE) 12 millones 831
mil 112 ciudadanos militan en algún partido, es decir 15% del total de
los ciudadanos del país. El PAN sobresale por ser el partido con el
registro más antiguo, pero también con menos militancia: 271 mil 632.
“Mark Penn es el nombre del asesor de
comunicación política y empresarial neoyorkino, especialista en
campañas anti valores, cuyo objetivo es denostar al adversario
político al punto de convertirlo en un enemigo, él es especialista en
jugar sucio, no le importa denigrar, ni los medios para hacerlo, con
tal de obtener el liderazgo de quien lo contrata y posicionarlo ante
los ojos de los electores como el idóneo, sin propuestas y basado en
las acusaciones hacia otros, por eso él y el PAN hicieron equipo para
las elecciones de 2015”, comenta Guevara.
En 2008, el especialista se convirtió
en el jefe de la campaña de Hillary Clinton. Sin embargo mantuvo
problemas el resto de los asesores, debido a “su deseo voraz de dañar
la imagen de Obama”, dejando de lado las propuestas políticas y dejando
de lado el trabajo de humanización de la esposa de Bill Clinton.
“Los políticos panistas o no tienen
conciencia alguna o la tienen bloqueada, porque antes de relacionarlos
con alguna ley o reforma que haya beneficiado al país lo hacemos por
sus campañas electorales de desprestigio. Lo que implica tener la
sangre fría para husmear en las vidas privadas, inventar defectos,
calumnias, evidenciar a los familiares; el PAN es experto en evadir las
leyes para lograr su campaña negra, y asfixiar a los electores entre el
odio y su ambición de poder”, sentencia Guevara.
Y agrega, “hoy Mark Penn, contratado
por Gustavo Madero para ser el cerebro de las campañas ‘sucias’ del
PAN, planea una continua guerra de odio hacia cualquiera que pueda
estar opacando al partido, pero principalmente con miras de ataque
hacia el principal adversario de la derecha y ultra derecha, no el
partido, sino el líder contemporáneo representativo de la izquierda (de
lucha social), que la elite busca desestabilizar, contra él todos los
ataques. Y no podría ser de otra panera, porque el PAN es el esclavo
del gran feudal, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), está
obligado a pagar lo que le han otorgado”.
“La estrategia consiste en simular que
se golpean, no se toleran y que uno denuncia al otro, lo lógico sería
que las autoridades trabajaran en la investigación de las acusaciones y
se llegara a una reprensión, una realidad improbable, ya que ambos han
sido aliados y ahora más que nunca, ya que después de sacar las lista
de reformas, se deben favores”, comenta Guevara.
La Diputada Luisa Alcalde puntualiza
“la fórmula PRI-PAN es trabajar juntos, de esta manera es como han
llegado a lograr una mayoría evidente, que ha logrado sacar de la
agenda de discusiones temas que los pueden golpear, olvidándolos y
haciendo que no lleguen ni al debate, ya que ni siquiera les dan
trámite a estos casos en la Cámara, negándose así a generar comisiones
de investigación o las especiales para dar paso a la profundización de
algún hecho del que se tenga un precedente negativo, gracias a su unión
tampoco se puede llamar a funcionarios públicos a que comparezcan ante
el pleno”.
Argumentando que “no se ha logrado
esclarecer temas, relacionado con corrupción, porque el PAN ha cedido
ante el PRI y no por una única concesión, lo ha hecho porque lo que
quiere es encubrir son sus propias corrupciones; al final existe un
pacto secreto radica en que no se no se pegan ni se tocan”.
“El PAN se ha convertido en el
recolector de sobras del PRI, lo poco o mucho que reciba, dependienta
de la decisión que deba respaldar lo ha ayudado a sostenerse como
segunda fuerza política, lo cual nunca ha sido por sus acciones y
propuestas, sino por sus alianzas, y su incansable guerra sucia, que ha
demostrado que es una institución política de doble moral que habla de
‘valores’, atacando y denostando, que habla de integridad pero se vende
su apoyo al mejor postor”, agrega Guevara.
“ ‘No saques a debate la corrupción de
mis gobiernos y no hablo sobre la corrupción de los tuyos’, lema
principal del PAN, y la forma en que logró que el PRI le otorgara la
aprobación de la Reforma Laboral. Lo que prueba terminantemente que es
lo mismo votar por el PRI que votar por el PAN, tenemos que tener la
absoluta certeza que elegir a uno u por otro es continuar con la
corrupción, con las mismas prácticas y proyecto de encubrimiento”,
sentencia Luisa Alcalde.
Y afirma “la prueba está en que desde
la llegada del PAN al poder, en 2000 cuando entró Fox a la presidencia,
no sacó a la luz las corrupciones del priismo, encabezado por Ernesto
Zedillo, de aquel sexenio nada se denunció; hoy Peña Nieto está en el
poder y a dos años de su gobierno, nada del mandato panista encabezado
por Calderón se ha investigado, ni se investigará, porque ambos tiene
demasiadas corruptelas y malos gobiernos que esconder y viven del
encubrimiento”.
“Las bancadas del PRI y el PAN siempre
maniobran para impedir que en el pleno de la Cámara de Diputados se
ventilen los actos de corrupción que involucran a sus gobernadores.
Como ejemplo, pese a que la Junta de Coordinación Política aprobó
exhortar a la PGR a investigar al gobernador de Sonora, el panista
Guillermo Padrés, el presidente en turno de la Mesa Directiva, el
priista Francisco Arroyo, levantó la sesión”, señala Guevara.
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