Necesario modificar el régimen actual para apoyar a trabajadoras
Así lo propuso la economista feminista Carmen Ponce Meléndez, quien
participó en la “Semana de la Seguridad Social”, al que convocó el
Senado del 27 al 30 de abril.
La experta explicó que actualmente existe una “polarización” de
pensiones según el sexo de la población, ya que 60 por ciento de las
personas de más de 65 años de edad en México carece de una pensión, pero
en el caso de las mujeres la cifra asciende a 76 por ciento.
Esta situación prevalece por las características del mercado laboral
(como empleos temporales, por horas o parciales), en el que se insertan
las mujeres por falta de políticas públicas adecuadas.
Ponce Meléndez explicó que ellas interrumpen constantemente su ciclo
laboral por la maternidad o las cargas de trabajo no remunerado en sus
hogares, lo que hace imposible que a los 65 años de edad cumplan con las
mil 259 semanas de cotización que exige el actual régimen de pensiones.
Además, ese régimen promueve un acceso muy limitado de pensiones para la
población femenina, toda vez que la tasa de reemplazo (porcentaje final
del salario con el que se jubila) en México es de tan sólo 40 por
ciento, criticó la experta.
Esto deriva en que una mujer que cotizó toda su vida con un salario de 6
mil pesos (que es el promedio nacional), durante su vejez podrá acceder
como máximo a una jubilación de 2 mil 400 pesos.
La especialista criticó que a esto se suma que los empleadores registran
a las y los trabajadores con un sueldo menor de lo que en realidad
están percibiendo a fin de eludir el pago obrero-patronal, lo que al
final resta prestaciones sociales.
Carmen Ponce afirmó que de seguir las condiciones laborales actuales
para las mujeres (trabajo informal e inestable, de dos a cinco salarios
mínimos, pago por hora y contratos a prueba o temporales), serán ellas
quienes enfrenten principalmente la exclusión social, ya que –según las
proyecciones de la economista– en un futuro sólo 16 de cada 100
trabajadoras podrán acceder a una pensión trabajando hasta 38 años.
Para disminuir esta segregación es necesario crear un sistema universal
de pensiones que cuente con una mayor contribución cuota patronal y
aumente el financiamiento público, sugirió la experta en representación
de la Red de Mujeres Sindicalistas y la Unión Nacional de Trabajadores.
Este sistema deberá estar integrado en un Instituto Nacional de
Pensiones que tendría un pilar para las aportaciones de los trabajadores
formales, otro para las y los trabajadores informales, y uno más para
los ahorros en cuentas individuales como las Afores.
Este instituto deberá ser autónomo, descentralizado, con recursos
propios, tener personalidad jurídica y contar con una junta de gobierno
que garantice los principios de universalidad, no discriminación y
enfoque de derechos y de género.
El nuevo esquema deberá cubrir riesgos de trabajo, derecho a guardería, vivienda, seguro de desempleo, retiro e invalidez.
Además, deberá promover un nuevo esquema de administración de pensiones
que sea focalizado y que determine el aumento anual de la pensión de
acuerdo con el costo de la canasta básica real.
La economista lamentó que en el caso de las pensiones no contributivas
(apoyos públicos para las personas que no cotizaron en un sistema de
pensiones formal), éstas no tengan mayor financiamiento público, por lo
que actualmente son de 500 pesos.
Y advirtió que el recorte presupuestal de 2015 afectó directamente a los
programas de apoyo para personas adultas mayores, los cuales subsanan
la falta de una pensión jubilatoria para las miles de mujeres que no
perciben remuneración por el trabajo de cuidado en sus hogares o las que
se encuentran en la informalidad.
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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