“Virginidad” ya no importa, pero aún se cosifica a las mujeres
En el estado de Morelos coexisten discursos tradicionales y una “doble
moral” en torno a la sexualidad entre mujeres y hombres, aseguró la
investigadora Itzel Adriana Sosa-Sánchez, del Centro Regional de
Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).
En una investigación que realizó durante 2009 y 2010 sobre los
significados de la sexualidad y experiencias sexuales en los municipios
de Cuernavaca y Tepoztlán, donde aplicó 36 cuestionarios y entrevistas
(22 a mujeres y 14 a varones), la académica encontró que todavía hay
discursos encontrados.
El estudio, que Sosa-Sánchez presentó durante la XII Reunión Nacional de
Investigación Demográfica en México, realizada en junio pasado en la
UNAM, encontró que entre mujeres y hombres hay ideas sobre la sexualidad
que a primera vista indican una “mayor” apertura.
Por ejemplo, aunque no hay cifras certeras –aclaró–, ahora hay más
cuestionamientos respecto a temas como la idea de que las mujeres deben
llegar “vírgenes” al matrimonio, es decir, no tener relaciones sexuales
hasta estar casadas, además de que hay un mayor análisis de las razones
para tener encuentros sexuales.
A decir de Itzel Adriana Sosa-Sánchez, estas nuevas formas de
pensamiento detectadas entre las personas encuestadas (en promedio de 35
años de edad) pueden ser resultado de un mayor nivel de escolaridad,
así como de relaciones y prácticas sociales y sexuales más equitativas y
menos restrictivas.
Sin embargo –acotó–, los discursos de apertura coexisten con una “doble
moral”, ya que las mujeres dicen que no es importante llegar “vírgenes”
al matrimonio, pero consideran que deben aparentar serlo, o bien,
todavía hablan de prácticas y experiencias sexuales y corporales
“deseables o indeseables”.
Por otra parte, las mujeres entrevistadas no hablan del placer sexual, mientras que los hombres sí, explicó la investigadora.
En contraste con los varones, para ellas la sexualidad tiene una
relación estrecha con la violencia sexual, y la cosificación del cuerpo
femenino como un objeto que debe estar disponible ante los impulsos
sexuales masculinos.
En ese sentido, la mayoría de las entrevistadas dijo haber vivido
coerción sexual fuera y dentro de su relación de pareja, por lo que la
experta consideró que en estas prácticas aún hay estereotipos de género
que dictan que los hombres deben ser agresivos, por ejemplo.
Sosa-Sánchez destacó que el hecho de que en las entrevistas las mujeres
no hablaran del placer, no significa que no exista, sino que pueden
tener una dificultad para expresarlo; sin embargo destacó que hay una
articulación entre la sexualidad y la idea del “amor romántico”, por lo
que hay que empezar a hablar abiertamente del deseo y no sólo de la
sexualidad.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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