Víctor Manuel Barceló R.
Habíamos
señalado -en sendas entregas previas- los graves problemas que para la
región Latinoamericana y Caribeña representa la explotación de sus
hidrocarburos. Ahondamos en la injerencia directa de capitales
transnacionales, las acciones de las organizaciones internacionales que
pretenden responder al interés de los países productores –perturbados
por la presión de los imperios- quedando su tarea en ser amanuenses de
las grandes corporaciones y de las estrategias que aplican tales
imperios para mantener y ampliar su hegemonía, aún a costa de la vida y
pertenencias de muchos millones de humanos, por todos los rincones del
Planeta. Ver: http://crisolplural.com/2016/06/30/los-veneros-que-nos-escrituro-el-diablo/ y anteriores.
Lo
menos que ocurre con la crisis del mercado internacional del petróleo,
es lo que ahora se vive en el sureste de México: cierre de empresas
subsidiarias de la industria, y de aquellas actividades que
colateralmente encontraron nichos de mercado en tal actividad. A la vez,
no solo se perdieron miles de empleos por el cerrojo a empresas,
también se vivió y vive una constante reducción de salarios. El impacto
en el empleo se da también por la presión que viven empresarios,
llevándoles a rematar bienes.
Por diversos lugares de la geografía
campechana, veracruzana y tabasqueña principalmente, se aprecian
pueblos fantasma o a punto de serlo, el incremento de la delincuencia
ante la ausencia de guardianes del orden -que a la par que muchos
habitantes de esos sitios- han abandonado poblados, dejándoles
generalmente con afectaciones graves por derrames de hidrocarburos,
lluvia ácida y desamparo de la empresa PEMEX y autoridades -local,
estatal y federal- ante diversos eventos cuasi olvidados en el tiempo,
pero igualmente recientes, sin las indemnizaciones, reparaciones
posibles y apoyos al desarrollo sustentable de los lugares que la crisis
petrolera en Campeche, Veracruz y Tabasco, deja como evidencias de que
el poeta Díaz Mirón, se quedó corto en su bello poema, recordado en los
artículos señalados.
La actividad petrolera en su debacle se lleva
también a hoteleros, contratistas y restauranteros de los tres estados.
El recorte de 100 mil millones de pesos a Petróleos Mexicanos –que a su
vez redujo en 100 mil barriles diarios la producción- lleva a muchas
empresas a sacrificar ganancias para no cerrar sus negocios, empleando
un mínimo de trabajadores, pero no es suficiente. De no haber un plan
B, pronto y con certezas reales, lugares como Ciudad del Carmen, serán
prácticamente ciudades fantasma. Ver: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/05/16/1092855
En
efecto, la crisis por los bajos precios del crudo y la reducción en las
inversiones de (Pemex) causa la pérdida de más de 11 mil plazas
laborales en Campeche, adonde también generó el cierre del 5 % de
empresas ya establecidas en la entidad.
Los empresarios
campechanos aseguran que dicho estado genera 80 % de la producción de
hidrocarburos en el país, adjudicándose la mayor afectación por la
crisis actual. Sin duda, de casi un año a la fecha, la industria
hotelera se ha desplomado. También empresas subsidiarias de PEMEX, como
Halliburton y Schlumberger, están desplazando sus compañías a otras
zonas, como Dos Bocas, en Tabasco; en tanto Cotemar, Baker y Naviera
Integral, cerraron por completo.
El gobierno federal, junto a los
estatales e incluso municipales, buscan como reactivar la economía. En
hotelería se negocia con los trabajadores para estar al 50-50, porque no
se les puede pagar al 100. En el transcurso de 2016, en Ciudad del
Carmen cerraron diez hoteles. Los trabajadores petroleros eran los
clientes que siempre ocupaban esas habitaciones. http://www.elfinanciero.com.mx/economia/pemex-reestructura-recorte-produccion-petroleo-personal-presupuesto-gonzalez-anaya.html
El
caso extremo es la isla de pescadores de Ciudad del Carmen, Rudesindo
Cantarell Jiménez, nombrada así en honor del descubridor de petróleo en
las aguas del Golfo de México. La isla (9 mil 720 km2) se industrializó.
La actividad pesquera se abandonó para atender a ingenieros y
trabajadores que llegaban a la cabecera municipal. En los 80 algunos
habitantes se dedicaron a la renta de vivienda; otros, con mejor
posición económica, lograron construir pequeños hoteles. 40 años
después, el panorama es totalmente devastador; en los últimos meses
cierran nueve hoteles (hay 140).
En la entidad veracruzana, la
falta de obras de infraestructura y la suspensión de proyectos, derivado
de los más de 100 mil millones de recortes a la otrora
paraestatal, provocan que algunas empresas estén cerrando sus puertas.
Por lo pronto, la plantilla laboral se redujo al mínimo. En el norte del
estado, las cámaras empresariales piden auxilio ante la falta de
trabajo. Al no haber ingresos echan mano de sus bienes para rematarlos y
poder sostenerse con una cada vez menor plantilla laboral.
Pemex
prácticamente está muerto, afirman. El ayuntamiento de Poza Rica –por
ejemplo- tiene obras muy pequeñas de fondos federales; el gobierno del
estado, que antes de cada peso gastaba 26 centavos en obra, ahora gasta 3
centavos. Cada empresa -de cualquier rango- contaba con nutrida
plantilla laboral que oscilaba entre los 80 a 400 trabajadores. Se han
quedado con 15 o 20 empleados. Las obras sociales de apoyo a la
comunidad se realizaban con aportaciones de grandes empresas que
invertían en la región; actualmente, al no haber obra, no se genera el
programa impulsado por Pemex. Poza Rica se queda pobre, silenciosa y
poco a poco abandonada. Una de las empresas más importantes que
trabajaba para la petrolera estatal -que daba empleo a empresas locales-
cerró sus puertas y emigró a Tabasco, ante la falta de ingresos. Se
acusa a la autoridad municipal que las obras se licitan entre unos
cuantos. Ver: Sergio Chagoya http://www.imagendelgolfo.com.mx/resumen.php?id=41114829
Sin
contratos para trabajar en las subsidiarias, sin inversión pública
estatal, lo único que les queda es la obra de infraestructura municipal,
pero ahí hay otra traba, porque el alcalde, quien también es dirigente
del sindicato petrolero, no hace licitaciones abiertas, las obras se
quedan entre unos cuantos, tal y como lo señala Sergio Chagoya.
Enfrentan
los empresarios el que algunas obras licitadas -inversión de Pemex- no
se entregan a contratistas locales, sino a concurso nacional y, por lo
general empresas de otros estados ganan los concursos. Por otro lado,
los recortes de personal en Petróleos Mexicanos comienzan a percibirse
como problema que se agrava y desencadenará males mayores, ante la
reducción sistemática de la producción de PEMEX, que está en el nivel
más bajo desde los años 80s, preparándose para entregar el “oro negro”
en manos de transnacionales que participan en la apertura para la
explotación y demás actividades que aún lleva, mermadas, PEMEX. Ver: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cartera/economia/2015/11/19/mexico-con-la-produccion-de-crudo-mas-baja-en-36-anos
Es
muy grave el incremento de la inseguridad: secuestros, robos y asaltos
paralizan a los habitantes. El sindicato petrolero pierde la fuerza que
tenía y esta situación unida a los fines de la Reforma Energética, les
impide frenar despidos, de personal de confianza, como de
sindicalizados. Hay trabajadores a quienes se les cortó su posibilidad
de jubilación, a pocos años de estar listos para acceder a una
jubilación. Los recortes los han dejado a la deriva, inseguros ante la
posibilidad de no poder sostenerse con lo que les den de liquidación.
Ver: http://www.probdes.iiec.unam.mx/numeroenpdf/183_v46/05art_Merchand.pdf
Tabasco,
en particular Villahermosa y sus alrededores resienten el impacto de la
caída en precios y reducción de la producción petrolera, al nivel de
haber perdido muchos hoteles y restaurantes hasta 80%. Sus clientes eran
los obreros que trabajaban para las compañías petroleras, hoy
despedidos. El corredor Biji Yokot’an -a escasos diez kilómetros del
campo petrolero Sen- lleva sus ventas en picada, despidiendo a sus
empleados. Grave es que alrededor de 50 comunidades tabasqueñas, cuya
economía está atada al petróleo, son afectadas seriamente por la falta
de empleo en empresas petroleras y en Pemex, provocando que los obreros
desempleados, deambulen por pueblos como: Anacleto Canabal, González,
Lázaro Cárdenas, Plátano y Cacao, Tucta, Mazateupa, Oxiacaque,
Olcuatitán, entre otras, cuya economía depende del trabajo de sus
pobladores en empresas petroleras.
Jóvenes de poblaciones cercanas
a campos petroleros en Centro, Cunduacán, Jalpa de Méndez, Comalcalco y
Paraíso, principalmente, fueron despedidos por las empresas que se
quedaron sin contrato. Algunos hacen guardia en las cercanías de las
compañías esperando ser recontratados, otros se emplean en actividades
campesinas, en tanto crecen las demandas en Conciliación y Arbitraje, en
busca de liquidaciones. Por su lado, la producción va en picada,
anuncio de la Reforma Energética que entregará la explotación y
usufructo en manos extranjeras. Volverán empresas que fueron expropiadas
en 1938, reanudando un proceso superado en su oportunidad. http://www.probdes.iiec.unam.mx/numeroenpdf/183_v46/05art_Merchand.pdf
El
gobierno federal intenta la recuperación del sureste afectado, con un
programa de Zonas Económicas Especiales, mecanismo de crecimiento
económico que tiene buenos resultados en otros ámbitos planetarios, pero
en México, con experiencias similares previas que están a la vista
–incluso en el sureste del país- no da buenos augurios. Pero este asunto
da para un tema especial. Entretanto habrá que esforzarnos porque las
actividades que dieron vida al sureste –ganadería, pesca, agricultura de
plantaciones- retomen su paso, impulsando un desarrollo sostenible.
Esta es la tarea inmediata a realizar con o sin apoyo oficial. Es un
tema de organización social activa.
Cancún, Quintana Roo 10-julio-2016.
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