(15
de julio, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- Henry Poincaré el último
“universalista” europeo consideró en alguna ocasión que el primer
principio político debe ser la educación… y el segundo y el tercero. Sin
embargo para el actual gobierno federal encabezado por el PRI, esta
aseveración parece estar muy lejos de sus opiniones políticas.
‘Entercado’ como está en mantener una
lucha frontal con el magisterio disidente de México, agrupado en la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) el gobierno
federal intenta desmembrar la base trabajadora que siembra en la
mayoría de la sociedad mexicana la semilla de la educación.
Después de los muertos que dejó en
Nochixtlán, Oaxaca, la represión de la Policía Federal, la estrategia
del prigobierno frente a los maestros se encamina a dos objetivos:
frenar la expansión de un levantamiento civil y, al mismo tiempo, buscar
una salida pactada al conflicto magisterial.
No obstante desde la aprobación de la
Reforma Educativa y hasta llegar a las actuales mesas de negociación
entre la CNTE y Segob, en la actualidad existen tres años de crisis
social que lejos de resolverse –ni siquiera paliarse- cada día se
acrecienta con la suma de otros movimientos sociales a la lucha del
magisterio como lo es el de los padres de los 43 desaparecidos de
Ayotzinapa, quienes no pocas veces han marchado de la mano con la CNTE.
Para dilucidar más a fondo cómo la Reforma Educativa per se causó una crisis social en México, Revolución TRESPUNTOCERO
sostuvo una charla con el periodista José Reveles, autor de varios
libros sobre temas políticos, corrupción gubernamental y narcotráfico.
Pepe Reveles responde las preguntas sin
titubear, “lo que ha demostrado el gobierno es una incapacidad enorme de
negociación, lo que en este momento más o menos va dialogar lo pudo
haber hecho desde el principio, pero estaba en una posición muy
intransigente, pensando que los maestros se iban a conformar cosa que
indica que Peña Nieto no conoce lo que pasa en este país”.
Con un paro indefinido del magisterio de
la CNTE desde el pasado 15 de mayo, y sin visos que éste se vaya a
terminar pronto, el veterano reportero se quita y engarza los lentes a
cada instante, una especie de pequeño ritual antes de responder.
“El hecho que en este momento se reúna
con la parte magisterial no movilizada, es decir la parte oficial: el
SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) queriendo
sustituir a la CNTE me parece el colmo de la torpeza. Gracias a esa
actitud cerrada, de una obsesiva negación a realizar cualquier
modificación a lo que ya aprobaron, es lo que hace que la gente se
moleste, que tome carreteras y caminos, todo eso ha llevado a una
confrontación con las bases magisteriales”.
Acostumbrado a su oficio de reportero, más de 40 años ejerciéndolo para medios como Excélsior, Proceso y El Financiero,
de pronto se cambian los papeles; se cuestiona y el mismo se responde:
“¿piensas que alguien les cree que la reforma es educativa? No, es
laboral y política. ¿Con quién están negociando? ¡Con la Secretaría de
Gobernación, eso lo dice todo, el tema es político”.
Aunque Pepe Reveles tiene años
recorriendo el andamiaje del sistema priista desde varios enfoques
reconoce que tampoco es un adivino, por ello no cree que sea bueno
hablar del futuro, pero sí de escenarios posibles.
“Hechos como los de Nochixtlán
demuestran que hay una ira social latente desde la desaparición de los
43 de Ayotzinapa que se mantiene vigente.
“Nochixtlán es claramente una agresión, y
eso no es para nada bueno, solo hacen crecer el conflicto. No solo en
Oaxaca, sino en muchos estados. A mí me sorprendió que hubiera un rebote
de violencia en Nuevo León, de maestros y familias.
“El conflicto magisterial no va en solitario, en este momento lo de los 43 se reavivó con el desastroso resultado que dio a conocer la CNDH (Comisión Nacional de los Derechos Humanos) con el caso de Julio César Mondragón diciendo que no lo desollaron sino que su rostro fue comido por fauna nociva, todo eso contribuye a que escale la violencia en los movimientos, por la indignación que causa”.
El colofón de esta charla cae en el
tema de la crisis política que se cierne sobre el PRI como lo demostró
la pasada elección en la cual el partido de Enrique Peña Nieto perdió 7
de las 12 gubernaturas en juego y, entre esas, entregó a la oposición
cuatro estados en los que había gobernado de forma consecutiva durante
86 años: Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas.
“El gobierno, particularmente este
revivido PRI, que sabemos es igual al anterior porque la sola forma de
elegir a su dirigente te lo pinta de cuerpo entero: ¡dedazaso!. Ya se
demostró que el PRI sigue siendo tan corrupto como antes y ese mismo PRI
es el del 68, del 71 que no se ha transformado internamente y le están
apostando a la cerrazón y a la represión, por eso va a escalar el
movimiento.
“Ellos no van a llegar a una solución
porque no tienen la capacidad de llegar a una solución por consenso,
negociada, argumentada, simplemente van a querer imponer como lo están
haciendo con todas las reformas. En realidad, las contra reformas de
Peña Nieto agarraron mal parada a la sociedad, no hubo mucha
movilización, ni gran protesta. Pero, poco a poco van a ir resurgiendo
protestas contra esas reformas que no va a ser fácil aterrizarlas.
“Esa es la gran tarea, el pendiente, que
la sociedad se organice y pueda cambiar la agenda del gobierno, tomando
su propia decisión”, concluyó Reveles.
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