Madrid, 11 jul. 16. AmecoPress.- La infertilidad afecta a aproximadamente el 6 por ciento de las mujeres de 15 a 44 años de edad o 1,5 millones de mujeres en Estados Unidos, según datos de los Centros para el Control de la Enfermedad y la Prevención. Aproximadamente, el 25 por ciento de los casos de infertilidad femenina son inexplicables, dejando a las mujeres con pocas opciones que no sean caros tratamientos de fertilidad.
Un
estudio publicado en ’Plos One’ ha encontrado que un miembro poco
conocido de la familia de los herpesvirus humanos llamado HHV-6A infecta
el revestimiento del útero en el 43 por ciento de las mujeres con
infertilidad inexplicada, pero no se puede detectar en el de las mujeres
fértiles.
Un estudio, realizado por investigadores de la
Universidad de Ferrara, Italia, también revela que la infección se ve
agravada por la hormona estradiol, que fluctúa con el ciclo menstrual.
Niveles altos de esta hormona pueden provocar una infección activa
localizada en el útero, sin síntomas notorios o evidencia del virus en
el torrente sanguíneo.
Los autores también hallaron altos niveles
de estradiol y niveles de citoquinas anormales en las mujeres infértiles
con infecciones de HHV-6 en comparación con los controles sanos o
mujeres infértiles que no estaban infectadas. Las citoquinas son
pequeñas proteínas de señalización que facilitan las interacciones entre
las células y juegan un papel importante en la creación de un ambiente
que permita la implantación exitosa del óvulo fecundado y el desarrollo
del feto durante el embarazo posterior.
"Éste es un descubrimiento
sorprendente —afirma Anthony Komaroff, profesor de la Escuela de
Medicina de Harvard que ha estudiado el HHV-6—. Si se confirma, el
descubrimiento tiene el potencial de mejorar el resultado de un gran
subconjunto de mujeres infértiles".
No detectable en sangre ni saliva
Se
sabe poco sobre el HHV-6A, que fue descubierto en 1986 y es uno de los
nueve herpesvirus humanos. Otros incluyen virus de Epstein Barr, el
virus de la varicela-zoster, el citomegalovirus y los herpes simple
tipos 1 y 2. Puesto que HHV-6A no es típicamente detectable en la sangre
o saliva, su verdadera prevalencia se desconoce. El estrechamente
relacionado HHV-6B es adquirido por casi el cien por cien de la
población en la primera infancia y se propaga a través de la exposición a
la saliva.
El HHV-6B causa roséola y convulsiones febriles en los
niños y puede provocar encefalitis y enfermedades de órganos en
pacientes que tienen deficiencias inmunológicas o que están bajo
medicamentos inmunosupresores. Actualmente, no hay medicamentos
aprobados por la agencia norteamericana del medicamento (FDA, por sus
siglas en inglés) para HHV-6A o HHV-6B, pero los especialistas en
enfermedades infecciosas suelen usar valganciclovir, foscarnet y
cidofovir para tratar HHV-6B la reactivación en pacientes trasplantados.
Estos fármacos se desarrollaron para tratar el herpesvirus-5 humano
(HHV-5), conocido como citomegalovirus.
Se necesita más
investigación para confirmar estos hallazgos y para determinar si el
tratamiento antiviral podría ayudar a las mujeres con esta infección
uterina.
Actualmente, las pruebas sobre HHV-6A sólo se pueden
realizar en las células de la mucosa uterina, un tipo de procedimiento
estándar realizado por ginecólogos sin anestesia utilizando un
dispositivo de succión pequeño.
Foto: Archivo AmecoPress.
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