Pedro Echeverría V.
1. La política o lo político, al ser determinado por lo ideológico,
no tiene nada de fácil. Tomar determinaciones rápidas, sin pensar, es
política que puede salir bien, pero lo más probable es que salga mal.
Muchas veces puede salir bien en lo inmediato, pero a la larga
posiblemente se transforme en error incorregible. Conozco las historias
del PRI, PAN, PRD, y un decena de partidos de izquierdas, centro y
derechas que comenzaron como partidos limpios y diciéndose diferentes;
los resultados después de 10 años es que se hicieron tan corruptos y
falsos que dan lugar al nacimiento de corrientes críticas, a oposiciones
y a renuncias para comenzar nuevamente.
2. Los partidos políticos electorales, que sitúan los cambios y
transformaciones en simples reformas al capitalismo, no pueden ser o
llamarse partidos de izquierda sino partidos socialdemócratas. Los
partidos de izquierda o “izquierdistas” son radicales, van a la raíz de
los problemas; buscan extirpar el capitalismo, la explotación, la
opresión, pero por encima de todo la desigualdad entre los seres
humanos. Sólo pueden aceptar los procesos electorales como una forma más
de lucha contra el sistema capitalista. Los socialdemócratas, por el
contrario, consideran las elecciones, las reformas, los pequeños
cambios, como la principal y única vía.
3. La CNTE no es un partido sino un fuerte movimiento al interior de
un sindicato (el SNTE) Es raro que un movimiento de masas sindical
rebase ideológicamente a un partido que se supone es de clase y de
cuadros políticos; pero en las últimas décadas las cosas han cambiado
mucho, sobre todo a raíz de la intervención directa, muy fuerte, de la
clase empresarial y los medios de información en los partidos. Pero en
México debemos tener esperanzas en que algún partido se radicalice y
tome el camino del movimiento de masas en las calles y las plazas porque
haya perdido sus ilusiones en lo electoral. ¿Tres de Cárdenas y tres de
López Obrador no calan?
4. La CNTE sabe qué partidos son sus enemigos, sobre todo por sus
declaraciones y actitudes (PRI, PAN, Verde, Panal, Encuentro Social) La
CNTE conoce muy bien a los medios de información y a los llamados
“intelectuales” que los han estado combatiendo de manera abierta; pero
también está enterado que en Morena, PRD, PT, Ciudadanos, las fracciones
mayoritarias presionan para que se apoye de manera abierta la lucha de
la Coordinadora de maestros. Aunque no nos agrade que esos partidos sean
socialdemócratas y que muchos de sus militantes y muchos de sus
directivos sean muy oportunistas, la cobertura que ejerzan a favor de
los maestros, puede ser importante.
5. Los que sucede es que mientras los maestros de la CNTE se rompen
el cuero en plantones y bloqueos, casi sin dormir, casi sin comer,
arriesgando a su trabajo, familia, libertad y vida, los 500 diputados,
los 200 senadores, además de sus cientos de flamantes asesores, se las
pasan muy campantes cobrando alrededor de 400 mil pesos al me y gozando
de todos los privilegios. Quizá deberían también ellos luchar por el fin
de eso privilegios de legisladores y funcionarios para que el pueblo
crea en ellos y esté más cercano. ¿Qué pasaría si los legisladores
socialdemócratas hicieran una campaña grande y abierta para reducir sus
salarios y privilegios a la mitad?
6. Recuerdo que López Obrador inició una campaña parecida exigiendo
que los altos funcionarios reduzcan sus ingresos a la mitad. No se
informó del resultado, pero se sabe que el promedio es entre 300 mil a
700 mil pesos al mes por cada alto funcionario. ¿Se imaginan cuánto
recibe Aurelio Nuño, los componentes del INEE, los demás asesores de la
SEP y los poderosos directivos sindicales del SNTE, en tanto los
maestros honestos reciben de 10 mil a 20 mil pesos al mes? Por ello la
relación y los acuerdos de apoyo entre grupos y partidos simpatizantes
no pueden romperse; al contrario hay que buscarlos para organizar
frentes comunes de lucha.
7. En política, como problema social, hay amigos y enemigos; hay
aliados y simpatizantes. Es asunto es ver nuestro papel en la lucha de
clases porque no es lo mismo las posiciones y actitudes conservadoras
que las progresistas; el papel que defienden los que controlan el poder y
los que luchan por destruirlo. De todas maneras las batallas nunca
terminan; paran un momento para empezar otras y así sucesivamente. Es
como como el viaje por tren: bajan unos que se cansan y pierden las
perspectivas; suben otros que con esperanzas que ayudan; sólo los de
convicciones enraizadas llegan… pero para recomenzar. (15/VII/16)
alterar26@gmail.com
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