–Gana el fanatismo neoliberal
–Vienen tiempos violentos
(apro).- Con Enrique Peña Nieto declinante, sólo
empeñado en cuidarse las espaldas, hay por ahora un claro ganador en la
disputa por el poder en el gabinete: Luis Videgaray, el poderoso
secretario de Hacienda que, además de imponer a Enrique Ochoa Reza como
presidente del PRI, desde ahora controla las candidaturas de diputados y
senadores para el 2018, y edifica la suya propia a la Presidencia de la
República.
La entronización de Ochoa Reza en el PRI consolida, en el fondo, una
etapa histórica de este partido: El dogmatismo neoliberal claramente
materializado en su XXI Asamblea Nacional, en marzo de 2014, cuando se
aprobó, sin una sola voz en contra, modificar su Programa de Acción
para, entre otros cambios de fondo, avalar la privatización energética.
Aunque sometido al neoliberalismo con Miguel de la Madrid, Carlos
Salinas y Ernesto Zedillo –y aferrado al mismo credo como “oposición” en
los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón del mismo signo–, nunca
como ahora el PRI había sido controlado a plenitud por la tecnocracia, y
con un tecnócrata puro como Ochoa Reza, discípulo de Videgaray, jefe
máximo de esta doctrina en el gobierno.
Ni siquiera Carlos Salinas colocó a un tecnócrata al frente del PRI:
Genaro Borrego, ingeniero industrial, era de la Universidad
Iberoamericana, y Luis Donaldo Colosio, economista, del Instituto
Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), instituciones
de la élite, pero no del Instituto Tecnológico Autónomo de México
(ITAM), matriz del neoliberalismo depredador.
Videgaray Caso, formado por Pedro Aspe, el también poderoso
secretario de Hacienda con Salinas (1988-1994), ya no solamente tiene el
control del vasto aparato económico del país, sino también el del PRI,
que no se ve –por ahora– que garantice la Presidencia de la República en
2018, aunque la entronización de Ochoa Reza confirma que su proyecto es
el encarnado por él mismo.
Sólo el fanatismo neoliberal de Videgaray explica que el funcionario
que incrementó las tarifas eléctricas industriales, comerciales y
domésticas sea el que pida el voto de los ciudadanos de ahora en
adelante, en medio, además, de un estancamiento económico atribuible
precisamente al secretario de Hacienda, que sólo promete más de lo
mismo.
La imposición de Ochoa Reza supone también un desmentido de Videgaray
a Manlio Fabio Beltrones, quien renunció al PRI con reclamos a la
incompetencia del gobierno de Peña, y claramente traza una ruta de
continuismo en la política económica y en todas las políticas del
gobierno de Peña, incluyendo el auge de la corrupción y la impunidad.
Videgaray, no debe olvidarse, está involucrado en un caso de
corrupción como el de Peña Nieto: Supuestamente le compró al empresario
Armando Hinojosa Cantú una casa en el club de golf de Malinalco, Estado
de México, a 7.5 millones de pesos, exactamente el mismo precio al que
éste la adquirió diez meses antes.
Pero, pese a este claro triunfo de Videgaray, es aún prematuro hablar
de que ya es suya la candidatura y sobre todo que ya tiene escriturada
la Presidencia de la República. Primero habrá de desahogarse una feroz
lucha intestina en el PRI con Miguel Ángel Osorio Chong, el propio
Beltrones y otros competidores como Eruviel Ávila y aun José Antonio
Meade, este último identificado también como su protegido.
Luego, aun en el remoto caso de que no haya fisuras en el priismo
tras la cruenta disputa que se anticipa, nada garantiza que Videgaray se
imponga en la elección de 2018. Su victoria en el PRI es, entonces,
sólo transitoria…
Apuntes
Osorio Chong, por su lado, sigue maniobrando para no quedar fuera de
la carrera presidencial, en una etapa de furia del movimiento
magisterial que se ha extendido hasta el ámbito “institucional”,
dialogante hasta con el despeñado Aurelio Nuño a raíz de los nueve
muertos en Asunción Nochixtlán, el 19 de junio.
El secretario de Gobernación envió a ese lugar, donde la Policía
Federal de la que es superior jerárquico disparó contra la muchedumbre,
al subsecretario Roberto Campa Cifrián para reunirse, el jueves 7, con
las familias de las víctimas. Campa, antes de cumplir este compromiso,
visitó al gobernador Gabino Cué en Casa Oaxaca. Frente a una mesa llena
de comida, pues tenía desayuno con su gabinete, Cué ni siquiera se
levantó de la mesa, lo atendió sentado y con las piernas cruzadas. “Tú
ve, que te vaya bien”, le dijo. Campa salió enojado y giró instrucciones
para no utilizar las camionetas estatales que le habían dispuesto, ni
nada del gobierno del estado. Él y sus acompañantes se movilizaron en
camionetas Van y vehículos maltrechos de las delegaciones
federales. De regreso de Nochixtlán una se desclochó y ocho funcionarios
federales, entre ellos el particular de Campa, viajaron en la caja de
una pick-up de regreso a Oaxaca…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario