Desde su profundo convencimiento de que su hija había sido asesinada,
Irinea emprendió una larga batalla para que se le hiciera justicia. Lo
primero que hizo, luego de librar muchos obstáculos, fue conseguir que
le permitieran ver el expediente. Al leerlo encontró que estaba
incompleto, que faltaban fotografías, que no había registro de ciertas
investigaciones o diligencias. El expediente se reducía a cinco hojas
donde se asentaba que Mariana se había suicidado.
Doña Irinea se aprendió de memoria el expediente y empezó a estudiar
libros de derecho y de criminalística. Con el conocimiento adquirido
incluso hizo las pruebas de resistencia al cordón con el que
supuestamente Mariana se había ahorcado. Por su constante insistencia
logró que se empezaran a integrar en el expediente algunas fotografías y
las declaraciones del comandante Hernández Ballinas.
En enero de 2011, en el programa de Paty Kelly, Irinea escuchó hablar
del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) a otra madre
cuya hija había sido asesinada por su pareja. Entonces buscó a la
organización Católicas por el Derecho a Decidir, donde María de la Luz
Estrada es la coordinadora del área de violencia de género y derechos
humanos. La socióloga y maestra en derechos humanos de esa organización
es, además, la coordinadora ejecutiva del OCNF, que integra a 40
organizaciones en 21 entidades federativas. Luz, como la llamamos
quienes la admiramos y queremos, es la encargada de impulsar y sostener
el trabajo que requiere el proceso de acompañamiento de casos como el de
Mariana Lima Buendía. La visión estratégica y el profundo compromiso de
Luz le han dado una fuerza política impresionante al OCNF.
Parte relevante del trabajo de acompañamiento que hacen Católicas y
el OCNF es el de desculpabilizar a los familiares, que no se sientan
responsables del asesinato de sus hijas o hermanas, pues muchos se
lamentan de no haberse dado cuenta de la violencia que ellas vivían. En
el caso de Mariana, su madre se torturaba con “si yo no la hubiera dejar
regresar por sus cosas”. También hay quienes reciben injustos
comentarios de vecinos o amigos en el sentido de criticarlos porque
educaron a sus hijas para el sometimiento al marido, “¡y miren las
consecuencias!” Elaborar el dolor y la culpa, desarrollarse como
defensoras, fortalecerse personal y políticamente, son las metas que les
propone el OCNF a las víctimas que quedan luego de un feminicidio. Este
acompañamiento resulta fundamental para que puedan hacer un duelo que
no las hunda en la depresión, sino que las impulse a la acción. Luz ha
señalado que la denuncia de la violencia es indispensable justamente
para ir frenando ese tipo de violencia.
Irinea, Luz y su equipo de Católicas, y los abogados del OCNF Rodolfo
Domínguez y Ana Yeli Pérez Garrido, lograron, con persistencia e
inteligencia, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación aceptara el
amparo que solicitaron. Hace un año y tres meses la Suprema Corte ordenó
a la Procuraduría del Estado de México que se repusiera la
investigación desde cero y con el criterio de perspectiva de género.
Hace apenas unos días el comandante Hernández Ballinas fue detenido como
probable asesino de Mariana. El miércoles 29 se determinó el auto de
formal prisión. Y aunque falta todavía la resolución final de un juez
sobre su responsabilidad en la muerte de su esposa, es muy alentador el
hecho de que la Suprema Corte haya ordenado la reposición de la
investigación y que el presunto asesino ya esté detenido. El mensaje que
esto manda al sistema de justicia, en especial a los demás policías
judiciales, es que cada vez más las “influencias” no sirven ante el
coraje de una madre indignada, de una familia que lucha por la justicia,
y de un grupo organizado de la sociedad, coordinado por una mujer cuya
entrega y valentía no tienen parangón.
Han sido años largos y dolorosos para Irinea y su familia, difíciles y
duros para Luz, los abogados y el OCNF. Ellas y todas las personas que
han apoyado el proceso han confrontado la forma en que en nuestro país
se burla a la justicia por la corrupción y amiguismo entre policías, y
también han confirmado que el machismo mata. Hoy, con la detención del
policía judicial Hernández Ballinas, doña Irinea, aunque sigue
lamentando la muerte de Mariana, está tranquila de que por fin se
empieza a hacer justicia.
Gracias María de la Luz Estrada, gracias Católicas por el derecho a
decidir y gracias Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
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