Usuarias del metro realizan fila para recibir el Silbato contra el acoso en el metro
-Pero en la página y la propaganda de Inmujeres (DF) dicen que
identificación oficial, no traigo la credencial de elector, pero tengo
la del trabajo, con foto y dirección, la de egresada de la UNAM, la del
gimnasio de la UNAM, la de la Biblioteca, también le puedo dar acta de
nacimiento, CURP, cédula...
-¡No, no, ya le dije que no, tajantemente no, sólo con credencial de elector!
-Pero por qué ¿acaso es un asunto electoral?...
-¡No, no tiene que ver con eso, usted se está poniendo muy alterada,
venga para acá! me dice la joven que coordina la entrega de silbatos del
programa “Silbatos Vive Segura”, del gobierno capitalino, en la
estación del Metro Hidalgo. Me orilla para no estar en el centro del
escenario, donde aguardan, sentados en una mesa, unos seis funcionarios,
atentos a la cámara de televisión y al reportero que están a punto de
iniciar la grabación de “la entrega”, realizada el pasado 6 de julio.
-No, sólo quiero preguntarle por qué a fuerza con la de elector, además
de que tengo que llenar la hojita con los datos de la credencial... Deme
un formatito.
¡No, no, no le voy a dar nada, no se puede!
-¿Pero por qué? ¿Dígame, quién da esas órdenes, explíqueme, cómo se llama usted, con quién tengo que informarme?
-¡Ya, señora, ya, está muy alterada, no le voy a dar nada, hágase para
allá. No puede hablar con nadie, yo soy la jefa -dice con desesperación
la joven, cuyos labios, pintados de rosa mexicano, hacen juego con los
chalecos y la propaganda rosita de los letreros, folletos y chalecos de
las personas, en su mayoría mujeres, que van depurando a quienes no
traigan “su IFE” o no sean de la Ciudad de México.
-Yo soy la jefa, no puede hablar con nadie más, concluye y se da la
vuelta, para continuar con la coordinación en la entrega de unos cuantos
de los 15 mil silbatos que darán, en una primera etapa, según la página
electrónica de Inmujeres DF, en las estaciones del metro Pino Suárez,
Hidalgo, Guerrero, Pantitlán, Balderas y Chapultepec, y en los juzgados
cívicos, de lunes a viernes de 8:00 a 16:00 horas.
La página, sin embargo, no señala que la entrega del artefacto esté
condicionada a la entrega de credencial de elector y registro de los
datos que esta incluye. Dice a la letra “De lunes a viernes, en un
horario de 8:00 a 16:00 horas, podrás solicitar el silbato con una
identificación oficial”. Más aún, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel
Mancera, aseguró categórico en la presentación del silbato, el 24 de
mayo pasado, que estaría “disponible para quien lo quiera”.
POLÉMICO, DESDE SU PRESENTACIÓN
Desde su presentación, la “Estrategia 30-100” que incluye la entrega del
silbato antiacoso, recibió críticas, ironías y burlas en redes
sociales, así como cuestionamientos por parte de feministas quienes
señalaron la pésima estrategia de comunicación para difundirlo y
ofrecerlo, como su limitado alcance si no está acompañado por otras
medidas para evitar agresiones sexuales en el transporte público.
Las burlas al silbato, a la Estrategia, y a Mancera, subieron de tal
manera de tono que la titular de Inmujeres en la Ciudad de México,
Teresa Incháustegui Romero, tuvo que salir a los medios a explicar,
contextualizar y defender la medida. Dijo que son parte de las más de 40
acciones en 100 días y que Mancera presentaría una política contra el
acoso pasando las elecciones. Y, enojada, criticó a su vez las bromas de
tipo sexual que se hicieron en torno al silbato.
En respuesta al mismo alud de críticas y burlas, Mancera aseguró que la
estrategia era impulsada y apoyada por “agrupaciones de mujeres”.
Aclaró también que se entregarían después de la veda electoral, “debido a
que poseen los colores de la administración: blanco y rosa”.
DE POLICÍAS, SILBATOS Y VOTOS
Es martes, el sol quema, la ciudad está enloquecida de tránsito, la
gente indigna marcha por cuatro puntos de la capital en contra de la
reforma educativa y es impedida para llegar al Zócalo por un muro de
carne humana, vestida de oscuro, hostil, con escudos y toletes.
Caras tristes, desconcertadas o iracundas las de la gente que no acepta
la Ciudad convertida en bunker. De las salidas del metro Bellas Artes,
el río humano es desviado por la policía hacia la parte central de la
Alameda, con el fin de impedir que caminen en donde tienen detenida la
manifestación. Siguiendo el cause humano, la alternativa es el Metro
Hidalgo, en cuyo interior se forma una fila de mujeres, más curiosas que
informadas, porque "están regalando algo", dice una señora. Qué mejor
alivio de lo que sucede afuera que el regalo de algo y si es en nuestro
beneficio, mejor.
Muchos viniles, mesa, valla, cámara de televisión, jóvenes con chaleco
rosa, la fila crece y se asemeja a las hileras de personas que van
ansiosas para que les den gorras, bandejas, camisetas, juguetes de
plástico, “topers”, cualquier cosa que los partidos les quieran entregar
durante las campañas electorales y por la cual hay que dar los datos
precisos de la credencial de elector.
15 mil silbatos entregados así, con credencial en mano, bombo y
platillo, con un costo aproximado de 9 pesos por pieza -según
cotizaciones de productos similares vía Internet- cuando se adquieren
más de mil, lo que sumaría una inversión total de 135 mil pesos.
La revista Expansión publicó el 27 de mayo pasado que, “de acuerdo con
la página especializada en vender productos de seguridad TBO-Tech, el
dispositivo tiene un costo, de acuerdo con dicho sitio de internet, de
17.95 dólares, mientras que en Amazon el diseño parecido al que se
distribuirá en la Ciudad de México, de la marca ACME, es de 6.18
dólares”.
En otro sitio noticioso (ruidoenlared.com) se hizo otro cálculo del
costo del silbato, que es hecho en Canadá y se vende a un precio de 57
pesos, aunque en Amazon puede llegar a los 182 pesos. Es decir, señala
el sitio, “el gobierno pudo haber gastado entre 855 mil y 2 millones
733 mil pesos en la “Estrategia 30-100”.
Las quejas por el condicionamiento para la entrega del silbato ya
circulan en redes sociales. La caricaturista y feminista Cintia Bolio
publicó el 6 de julio: “Lo que no comprendo es el método al estilo
priista de solicitar credencial de votar a cambio, con el argumento de
que el silbato tiene un número de serie para sancionar a la mala y
mentirosa mujer que le dé mal uso”. Criticó también que no se entregue a
nadie menor de 18 años -claro, nadie agrede a niñas- porque no tienen
credencial de elector.
Las pantallas de televisión de Metro anuncian la entrega del silbato,
aunque en el “espot”, antes que dar instrucciones para su uso, se
privilegia la advertencia de que cualquier mal uso será sancionado...
¿incluso el electoral?
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