By Karen Carrillo
contralinea.com.mx
La
población de adultos mayores, que representa el 10.4 por ciento de la
población del país, aumentará en más de 4 puntos porcentuales para 2030,
según proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo). Se prevé
que este sector aumente a 14.8 por ciento, lo cual incrementará la
demanda de servicios de salud, vivienda, pensiones y espacios urbanos
adecuados para el libre tránsito de los adultos mayores.
Según
estas proyecciones, el sector de los adultos mayores crecerá a una
velocidad más acelerada: respecto a 1990 y hasta 2015, la población de
adultos mayores se incrementó en 4.2 puntos porcentuales en un lapso de
25 años; con esta nueva proyección, se prevé que este grupo poblacional
incrementará en 4.4 puntos porcentuales en un lapso de 15 años.
El Reporte nacional de movilidad urbana en México 2014-2015,
elaborado por ONU-Hábitat, señala que “las personas con discapacidad y
los adultos mayores enfrentan serios obstáculos para trasladarse, ya sea
como pasajeros o peatones, además de sufrir maltrato y discriminación.
Las acciones para atenderlos se han limitado por lo general a construir
rampas la mayoría mal diseñadas y a establecer tarifas preferenciales en
el transporte público, las cuales no resuelven sus necesidades”.
Según
la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (Enadid) 2014, del total
de adultos mayores de 60 años, 26 por ciento señala tener alguna
discapacidad: 64.7 por ciento reportan dificultad para caminar, subir y
bajar usando sus piernas; 41.4 por ciento tiene dificultades para ver,
pese a usar lentes; y 25. 9 por ciento tiene problemas para escuchar
aunque use aparato auditivo. Asimismo, 36.1 por ciento de los adultos
mayores dice tener alguna limitación: 55.4 reporta tener limitación para
caminar, subir y bajar usando sus piernas; y 54.5 por ciento tiene
limitaciones para ver aun usando lentes.
La especialista en
envejecimiento demográfico Verónica Montes de Oca, investigadora del
Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), explica en entrevista que
“hay toda una política internacional para tener ciudades amigables para
las personas mayores, pero en la Ciudad de México eso no se está
implementando porque estamos secuestrados por desarrollistas
especuladores que lo que están haciendo es construir y construir, lo
cual quita accesibilidad. No hay una entidad que realmente vigile que
los entornos físicos en los que vivimos en la ciudad sean amigables y
puedan prevenir riesgos de accidentes”.
Respecto al acceso a los
servicios de salud, según el Censo de Población y Vivienda 2010, el 71.4
por ciento de adultos mayores tenía acceso a estos servicios, pero
todavía tres de cada 10 ancianos no era derechohabiente. De los que sí
son derechohabientes: 53.4 por ciento está afiliado al Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS); 28.1 por ciento se atiende con el
Sistema de Protección Social en Salud (SPSS), que se conforma por el
Seguro Popular y el Seguro Médico para una Nueva Generación; el 12.8 por
ciento está afiliado al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de
los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Montes de Oca menciona que
“el problema no es el acceso [sino] la calidad del servicio. Y en muchos
casos el acceso a las medicinas que, muchas veces, no se proporcionan
de la manera adecuada porque los adultos mayores tendrían que tener
acceso a medicinas gratuitas, pero muchas veces no existen las medicinas
porque el gobierno no las compra, porque no están en la clínica”.
Asimismo,
la seguridad social y las pensiones sólo cubren a aquellas personas que
cotizaron al sistema de pensiones durante su vida laboral. Según
cálculos de la Dirección General de Análisis y prospectiva (DGAP) de la
Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), sólo el 51.2 por ciento de
adultos mayores está afiliado al sistema de seguridad social, 23.5 por
ciento tienen algún tipo de asistencia social por parte del gobierno y
25.3 no tiene ninguno de los dos beneficios.
“En México tenemos
muchas leyes para adultos mayores pero no necesariamente todas dicen lo
mismo, ni tienen la misma perspectiva de protección de los derechos.
Tenemos una ley general, pero también hay leyes estatales y a veces no
están en el mismo espíritu. Esta ley nacional protege a las personas
adultas mayores pero hay una Convención Interamericana sobre la
Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores y México
todavía no [la] ratifica y esto es muy importante para potenciar las
leyes que existen en el país. (…) En esa medida nos falta mucho por
trascender en nuestras leyes”, concluye la investigadora.
Karen Carrillo
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