7/14/2016

“No descartamos instrumento cortante” en muerte del normalista Mondragón: experta forense en CNN


"Hemos recibido muchas trabas burocráticas tanto del gobierno local, como del Federal", dijo la viuda de Julio César.

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(Foto: Karina Maciel)

Esta semana la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer su informe sobre el asesinato del normalista del caso Ayotzinapa, Julio César Mondragón, sin embargo lo entregó antes que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Por lo que Mercedes Doretti, integrante del equipo argentino explicó en entrevista para Aristegui CNN que “el informe de la CNDH es un poco más amplio de lo que nosotros como equipo argentino teníamos mandato de la familia de Julio César de realizar. Específicamente la familia nos pidió tres puntos en particular, en primer lugar confirmar la identificación de los restos de Julio César, en segundo lugar, revisar causa de muerte, y en tercer lugar observar si había la posibilidad de hablar de tortura, en función de las lesiones que se encontraron dentro del cuerpo”.
En el primer caso de identificación “tomamos muestras y los resultados confirmaron la identificación de Julio César, el segundo punto sobre causa de muerte nuestra conclusión es que se debe a traumatismo craneoencefálico por instrumento contundente, quizás la diferencia más amplia con el primer peritaje, pero que coincide con lo que dijo CNDH, es que encontramos un número mucho más alto de traumatismo, particularmente en la zona del tórax de lo que había descrito la primera autopsia”.
“No solamente encontramos un traumatismo severo y múltiple en la zona del cráneo y de la cara, sino que también en el tórax, específicamente la autopsia reportaba dos costillas fracturadas, lamentablemente encontramos 12 costillas fracturadas, vertebras fracturadas que no se habían reportado antes, y daños a nivel de los tejidos”, abundó sobre las coincidencias de ambos informes.
“Se han contestado las tres preguntas que tenía la familia“, aseveró.
Sin embargo “la diferncia que queda pendiente con la CNDH es la interpretación sobre la lesión del cuello, donde CNDH sostiene que se debe solamente a la actividad animal, y nosotros sostenemos que si bien hay signos de actividad animal, también hay zonas de sospecha de lan utilización de un instrumento cortante, no podemos aseverarlo porque en el nivel que está el tejido hoy, no podemos verlo de la misma manera que lo vio la primera autopsia”.
Recordó que “la ciencia tiene sus limitaciones, estamos analizando un cuerpo que ya pasó un año, que ya tuvo intervenciones forenses, estuvo enterrado, y el tejido no está igual, lo que uno puede ver no tiene la misma claridad”.
Por lo que “no podemos descartar la posibilidad de un instrumento cortante porque sí hay zonas muy sospechosas de ese elemento, pero tampoco, lamentablemente, lo podemos llegar a confirmar a esta altura de la situación”.
Aunque se han presentado los informes, dijo que debe darse seguimiento a la investigación, sobre todo “en la parte de tortura, específicamente en la multiplicidad de golpes, fracturas, y los distintos lugares donde se encuentran las fracturas”.
Mientras que Marisa Mendoza, viuda de Julio César, dijo que “en un primer momento yo me deslindaba a veces de todas las atrocidades que ocurrían en el Estado Mexicano, pero ahora que me ha sucedido a mí como una persona cercana a la persona que mataron, en este caso la muerte de Julio César, quien fue torturado hasta matarlo. Ahora me siento muy indignada porque sé que a pesar de que hemos hecho hasta lo imposible por esclarecer los hechos, llegar a la verdad, que se haga justicia, pues hemos recibido muchas trabas burocráticas tanto del gobierno local, como del Federal”.
Comentó que ella tiene a su “pequeña Melisa que tiene apenas dos años, cuando sucedieron los hechos tenía dos meses. En el momento que yo me enteré fue por las redes sociales, la fotografía que muchos conocen. Una fotografía con un rostro deshoyado que no tenía la cara, el primer paso que dimos como familia para encontrar la verdad, fue solicitar la exhumación”.
“Quisimos realizar la exhumación del cuerpo para que pudieran practicarle una nueva necropasia y saber la causa de la muerte de Julio César y saber si realmente fue torturado. Por esa misma razón nos acercamos al equipo de investigación forense, para apoyarnos en esta parte”, dijo.
También recordó que “hay 22 policías detenidos, se les culpaba de la muerte de Julio César, pero también se les culpaba por los otros dos muchachos que fallecieron, sobre lo que sucedió en el palacio de Justicia, y lo que sucedió en la Juan N. Alvárez, entonces eran tres escenarios diferentes del cual se les culpaba a esos policías, pero específicamente en el caso de Julio César a esos policías se les practicó un examen de pólvora, que se les encontró en las manos, pero en la nueva necropsia que se la practicó a Julio César no salió con impacto de bala”.
El cuerpo de Julio “apareció en otro extremo, en un callejón de terracería y alrededor se encontraba malesa, aun costado pasa un río… pero hay muchas inconsistencias. Como familiares respaldamos el trabajo de los peritos argentinos”.
Acusó que a la CNDH no le correspondía “dar los resultados tanto de nuestros peritos como los de la Procutraduría General de la República”.

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