Madrid, 11 oct. 16. AmecoPress. La mutilación genital, la fístula obstétrica o el matrimonio infantil son algunos de los problemas que afectan actualmente a las niñas en algunas regiones del mundo, consecuencia de su cultura y las desigualdades que sufren, que les privan del derecho a la educación o acceso a servicios médicos y obligándolas a casarse y a tener hijos en edades muy tempranas, desencadenando graves problemas de salud, informa medicosypacientes.com.
Según
las Naciones Unidas, alrededor de 70.000 niñas y adolescentes en países
empobrecidos mueren, al año, por causas relacionadas con el embarazo y
el parto; por este motivo este organismo celebra, hoy, el Día
Internacional de la Niña bajo el lema “Igualdad de las niñas”, una causa
a la que también se ha sumado la Fundación para la Cooperación
Internacional de la OMC (FCOMCI) quien reivindica el derecho a la salud
de las niñas en igualdad de condiciones en cualquier parte del planeta.
En
todo el mundo, es más probable que una niña quede embarazada en
circunstancias de exclusión social, pobreza, marginalización y
desigualdad de género, donde no puede gozar o ejercer plenamente sus
derechos humanos básicos, o donde el acceso a la atención médica,
escolarización, información, servicios y oportunidades económicas es
limitado.
La igualdad entre los géneros no es solo un derecho
humano fundamental, sino la base necesaria para conseguir un mundo
pacífico, próspero y sostenible. Si se facilita a las mujeres y niñas
igualdad en el acceso a la educación, atención médica, un trabajo
representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y
económicas, según la ONU, no solo beneficiará sus vidas, sino a las
sociedades y a la humanidad en su conjunto, algo que es considerado un
Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU: “Lograr la igualdad entre
los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”.
La
Fundación para la Cooperación Internacional de la OMC (FCOMCI) se suma
hoy a la celebración del Día Internacional de la Niña, en consonancia
con el lema de la ONU, destacando la importancia de defender los
derechos de las niñas, la plena igualdad de condiciones en cuanto a
acceso de servicios de salud o educación y resaltando la labor del
colectivo médico cooperante en su lucha de lidiar esas desigualdades y
garantizar atención sanitaria eficaz en el embarazo, parto y en los
niñas en los países empobrecidos.
La Fundación alerta que si se
lograra prevenir el embarazo en la adolescencia, posibilitando el acceso
a la información y los servicios y eliminando el matrimonio precoz, se
reduciría el riesgo de morbilidad atinente al embarazo en este grupo
sumamente vulnerable.
Cada año millones de niñas son forzadas a
casarse, forzadas a renunciar su derecho a la educación, a la atención
sanitaria y a su bienestar y desarrollo físico y emocional. Forzadas a
abandonar su infancia, forzadas a dejar de ser niñas. Para finales de
esta década se calcula que 142 millones de niñas habrán sido obligadas a
casarse, según la ONG Save de Children.
El matrimonio forzoso
expone a las niñas a la violencia y el abuso sexual. Las consecuencias
en su educación y en su salud son impactantes: en algunos países, las
complicaciones en el embarazo y en el parto son la principal causa de
mortalidad de las adolescentes de entre 15 y 19 años, según expone esta
ONG.
Alrededor del 19 por ciento de las jóvenes en países
empobrecidos se quedan embarazadas antes de los 18 años de edad, lo que
supone 7,3 millones de niñas, según un informe del Fondo de Población de
las Naciones Unidas. De los cuales dos millones son partos de niñas
menores de 15 años.
Alrededor de 70.000 adolescentes en países
empobrecidos mueren por año por causas relacionadas con el embarazo y el
parto. El embarazo y el parto son unas de las principales causas de
muerte de adolescentes mayores en países en desarrollo.
Matrimonios y embarazos prematuros, conllevan la aparición de la Fístula obstétrica
En
muchos casos con motivo de ser madres antes de que se cuerpo esté
preparado muchas niñas sufren fístula obstétrica, una de las lesiones
más graves y trágicas que pueden ocurrir durante el parto. Se trata de
un orificio entre el canal del parto y la vejiga o recto causado por la
prolongación u obstrucción de un parto sin recibir tratamiento. A
consecuencia de esta lesión, la mujer no tiene control de la orina, las
heces o ambas, y con el paso del tiempo deriva en afecciones médicas
crónicas. Las mujeres que la sufren suelen padecer depresión,
aislamiento social y una profunda pobreza.
El Fondo de Población
de la ONU estima que dos millones de mujeres en África Subsahariana,
Asia, la región árabe, América Latina y el Caribe viven con esta lesión,
y que cada año se producen entre 50 000 y 100 000 casos más. A pesar de
estos datos, la fístula se puede prevenir prácticamente en su
totalidad. Su persistencia es un indicio de que los sistemas de salud no
satisfacen las necesidades esenciales de la mujer.
Mutilación genital femenina
Otro
de los problemas a los que se enfrentan las niñas actualmente es la
mutilación genital femenina (MGF), una práctica que implica la
alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y
que internacionalmente es reconocida como una violación de los derechos
humanos. Según el Fondo de Población de Naciones Unidas, más de 140
millones de niñas y mujeres han sido víctimas de algún tipo de MGF y, de
consolidarse la tendencia actual, para el año 2030, alrededor de 86
millones de niñas más serán sometidas a esa práctica.
Para
promover la erradicación de la MGF, es necesario realizar esfuerzos
coordinados y sistemáticos en los que participen las comunidades en su
conjunto, y que estén centrados en los derechos humanos y la igualdad de
género. Esos esfuerzos deben incidir en el diálogo en la sociedad y el
empoderamiento de las comunidades de modo que puedan actuar de forma
colectiva para poner fin a esa práctica. Asimismo, deben abordar las
necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas que
sufren sus consecuencias.
La FCOMCI garantiza derecho a la salud en todo el mundo
La
Fundación y los Colegios de Médicos de España a través de su
participación en programas o iniciativas de cooperación para el
desarrollo, salud en emergencias y/o ayuda humanitaria defienden la
protección de la salud y la mejora de las condiciones de vida de la
población de los países empobrecidos.
Para ello, desarrolla
campañas de educación en salud para la población beneficiaria y los
agentes de salud locales. También trabaja por el fortalecimiento de los
sistemas públicos de salud y mejora de la asistencia sanitaria.
Está
embarcada en proyectos de construcción y/o habilitación de centros de
salud, mejora de infraestructuras y dotación de material e instrumental
médico y en la capacitación y formación de profesionales de la salud
local.
La fundación resalta además la importante labor del
colectivo médico cooperante que presta atención sanitaria desde el
embarazo sano al parto y hasta a los niños en los países en desarrollo y
que trabaja por reducir la mortalidad entre los menores.
Foto: Cada año, más de 7 millones de niñas menores de 18 años dan a luz en países empobrecidos.
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