Ante la movilización campesina este jueves, líderes de ese sector explican a Aristegui Noticias cuáles son sus principales demandas. "La lucha es por un nuevo trato a este sector", acotó José Narro Céspedes.
Foto: Hilda Ríos/ Cuartoscuro
En entrevista para Aristegui Noticias, reveló que en el campo hay 105 millones de hectáreas ejidales y comunales que “prácticamente están en el abandono, en la marginación y en la pobreza”.
Sostuvo que “la única política que impulsa el gobierno para este sector es la política asistencial para que la gente no se muera de hambre, sin haber realmente una estrategia para el desarrollo nacional”.
A su vez, Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista, dijo que buscan “visibilizar ante la sociedad que lo que pasa en el campo es un asunto de todos,
sobre todo por el derecho humano a la alimentación y también de los
hechos de despojo que están sufriendo nuestros ejidos, nuestras
comunidades y pueblos para satisfacer ganancias y la avaricia de
empresarios y proyectos que están destruyendo bosques, selvas,
contaminando agua…”.
Denunció que existe un “mercado agroamilentario imperfecto en México que está generando el emprobecimiento de muchos campesinos productores pequeños y el encarecimiento de los alimentos para los consumidores”.
Llamó a limitar a los “agentes preponderantes” y apostar en generar una mayor competitividad en el mercado agroalimentario.
“Esperamos cambiar la política pública de la Sagarpa para que se
puedan enfocar todos los apoyos a elevar la productividad de la
agricultura familiar campesina e indígena y que se apliquen las medidas y
recomendaciones de la Cofece en contra los monopolios agroalimentarios
en nuestro país, como SuKarne, Maseca, Bimbo, Bachoco, que son los
únicos que le ponen el precio a las cosechas de nuestros productos
porque son los únicos compradores en muchas regiones, pero también hay
monopolios que son los únicos que suministran determinados insumos,
maquinarias y equipos para el campo y que son los grandes ganadores de
este sistema agroalimentario mexicano que tiene que cambiar”, expuso.
Acusó también a concesionarias, como empresas de Carlos Slim, que
están cobrando peaje afectando a varios ejidos, cuando estos ni siquiera
están expropiados; lo mismo sucede cuando llegan empresas canadienses
que destruyen y contaminan territorios.
Hizo un llamado al presidente Enrique Peña Nieto y a todo el gabinete a que
“podamos sentarnos a la mesa y determinar acordar los principales
rubros de lo que representaría el inicio de un cambio del trato hacia el
campo y los campesinos, para evitar este desastre nacional, este
empobrecimiento y este despojo”.
José Dolores López, de la Central Independiente de
Obreros y Campesinos, habló sobre una posible reforma al campo en este
sexenio: “(Al inicio del sexenio) No les interesó, les interesó más el
Pacto por México con algunas otras reformas… estamos exigiendo que se abra una negociación, el campo está muy complicado en estos momentos”.
“Estamos proponiendo un presupuesto que vaya enfocado sobre todo a la
pequeña producción para impulsar la producción nacional”, agregó.
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