Detenciones
arbitrarias, torturas y desapariciones. Los familiares de activistas
recorren Europa denunciando el caso del profesor Damián Gallardo, el
estudiante Enrique Guerrero y el abogado Librado Baños.
De
agosto de 2014 a diciembre de 2015, el Grupo de Trabajo sobre la
Detención Arbitraria de la ONU ha emitido cinco informes oficiales al
Gobierno de México. En los informes se considera que existieron
detenciones arbitrarias e irregularidades en los procesos penales a
personas defensoras de derechos humanos y se exige reparación. Este es
un hecho inédito por ser la primera vez que se emiten tantos informes
oficiales en un lapso de tiempo tan corto.
Un antes y un después de Ayotzinapa
La
desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa ha destapado la brutal
represión que sufren los movimientos sociales en México desde hace
tiempo. Para muchos, ha supuesto un punto de inflexión que puede
hacer que los relatores de la ONU y otras instancias internacionales
empiecen a presionar al país para que se respeten los derechos
fundamentales de los activistas.
Así lo señalan familiares y
amigos de defensores de Derechos Humanos (DDHH), el maestro Damián
Gallardo, el estudiante Enrique Guerrero y el abogado Librado Baños,
actualmente, de gira por Europa.
La comitiva se encargó de llevar
la denuncia a instancias de la Unión Europea en Bruselas y a la sesión
del Consejo de DD HH en Ginebra. De vuelta, pararon en Madrid, donde
dieron una charla en la librería Malatesta, invitados por la Plataforma
de Apoyo y Solidaridad con Chiapas y Guatemala.
Cuando preguntamos
por el impacto que puedan tener los informes de la ONU, Ricardo Flores
Cuevas, del comité de apoyo a Enrique Guerrero, señala que es
"escéptico", y recuerda otros casos, como la visita del Relator para la
Tortura de la ONU, Juan Méndez. “En este caso se redactó un informe en
el cual se señalaba que la tortura es una práctica generalizada en
México. El gobierno trató de convencer al señor Méndez para que obviara
el comentario de práctica generalizada, pero el relator se negó a
corregirlo”. En vez de buscar soluciones el Gobierno se limitó a
calificar el informe de irresponsable y poco ético y a negar el permiso a
Méndez para visitar de nuevo el país y continuar con sus
investigaciones.
Yolanda Barranco, compañera de Damián, no duda
cuando le preguntamos por el objetivo del viaje: “Lo mejor que nos puede
pasar, en este punto, es ser escuchadas. No es una lucha que haya
comenzado con la detención de Damián, es una lucha que llevamos dando
contra una política en la que no cabemos todos, en la que somos desestimados profesores y estudiantes defensores de DD HH”.
Yolanda
y Damián Gallardo son maestros, ambos fueron estudiantes normalistas,
como los desaparecidos en Ayotzinapa. Damián formó parte de varios
grupos por la liberación de presos políticos, como el caso del rector de
la UNAM, Felipe Martínez Soriano.
Detenciones arbitrarias
Todos
los casos de detenciones arbitrarias siguen un patrón parecido. Yolanda
nos cuenta cómo se llevaron a su compañero: "El 18 de mayo del 2013, mi
esposo Damián Gallardo Martínez fue arrestado en nuestra propia casa en
Oaxaca. El arresto se realizó sin orden judicial, llegaron
cuando dormíamos, forzaron la puerta y entraron en la casa, donde
también se encontraba nuestra hija de nueve años. Tras cubrirle la cara,
fue trasladado a un domicilio privado donde fue torturado y obligado a
firmar confesiones autoinculpándose bajo la amenaza de represalias a sus
familiares. También se le pidió que inculpará a integrantes del
movimiento social en los delitos de delincuencia organizada y secuestro
de menores que son los cargos que se le imputaban”.
Enrique
Guerrero es estudiante de Filosofía de la Universidad Autónoma y
profesor de ajedrez. Fue detenido el 17 de mayo de 2013, cuando
circulaba en su vehículo por México DF. Los agentes le asaltaron
haciendo chocar dos furgonetas contra su coche. Pensó que le querían
atracar. Le mantuvieron incomunicado durante 30 horas, sometido a torturas para que firmara las confesiones
en las que se autoinculpaba de los mismos delitos que a Damián. Se le
presionó para que diera nombres de los dirigentes del movimiento
estudiantil.
A día de hoy, ambos siguen presos en el penal de máxima seguridad de Jalisco.
La
estrategia se centra en los últimos años en imputarles delitos de gran
impacto social que contribuyan a su desprestigio y minen la
movilización. “A las 30 horas de ser detenidos los presentaron en la
cadena nacional con cargos muy duros que les han dejado ya
estigmatizados. Fue un comunicado conjunto de la marina, el Ejército y
la PGR diciendo que habían agarrado a una banda de secuestradores de
menores”, continúa Ricardo.
Pero la estigmatización no sólo es
para los detenidos, alcanza también a las familias. “Antes me daba
vergüenza contarlo, pero ahora ya no, cuando vamos a visitarlos nos
dicen que nos quitemos la ropa y si estamos menstruando pues nos quitan
hasta la compresa”, confiesa Yolanda. “ El impacto que sufre la lucha es
muy grande, porque se llevan a los compañeros que lideran los
movimientos. A Damián se lo llevaron justo cuando preparábamos una gran
movilización a nivel nacional en contra de la reforma educativa, justo
un mes antes. Por entonces, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca
se estaba reconstruyendo y en diciembre nos volvieron a reprimir, a los
maestros, de manera brutal”.
Cuando les preguntamos por la
fortaleza para seguir luchando después de tanto tiempo, Yolanda busca en
los archivos de su móvil un texto de Damián y nos lee: “Sin darnos
cuenta somos la vigencia de generaciones pasadas y tenemos
conferida la continuidad de la rebeldía, la insumisión y la dignidad,
por ello resulta importante no olvidar; la búsqueda de un futuro termina
siempre con la conquista del pasado”. Para esta maestra mexicana, “es
una lucha que va más allá de liberar a mi esposo, pero para los que
hablan de reparación, decirles que no existe reparación posible a todo
lo que estamos pasando”.
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