Desinformémonos
Cherán, Michoacán.
“Llegó la noche del día 15 de abril del año 2011, en la Capilla del
Calvario es donde realizamos la primera ‘fogata’ para darnos un poco de
calor”, relata Enedino Santaclara Madrigal, miembro del Consejo Mayor de
Cherán.
El 15 de abril del 2011 en la comunidad indígena de Cherán
se desarrolló una movilización por la defensa del bosque, resistencia
que generó una organización indígena autónoma, al margen del gobierno.
Un
antecedente importante de dicha movilización tuvo lugar en 2008,
cuando, frente al aumento de la deforestación ilegal del bosque, los
comuneros instalaron un plantón: “exigíamos la desaparición de poderes,
en ese año mataron a personas, y en el mes de abril nos plantamos en
Palacio Municipal por casi un año: el plantón desapareció porque a
algunos comuneros les ofrecieron puestos en el gobierno, y no logramos
nada”.
“Nosotros seguimos aquí desde entonces, viendo con mucha
tristeza como saqueaban nuestros bosques de día y noche”, recuerda
Santaclara.
Cuando la deforestación llegó al Cerro del Pilón,
lugar donde están los manantiales de agua que abastecen a la comunidad.
Un grupo de campesinos ya estaba organizado, “estaban esperando el
enfrentamiento con los talamontes, y este no se dio gracias a mujeres
que los detuvieron antes”, dice Enedino Santaclara, “lo cual obligó a
sonar las campanas, se replicaron contantemente, y fue señal de alarma
para la comunidad que algo estaba pasando”.
Nadie se había
enfrentado a una organización criminal y a la policía municipal. “Antes
la población no se atrevía a levantar la voz en defensa del bosque, o a
denunciar levantones, o extorsiones, más se tardaba en la denuncia, que
eran amenazados, e incluso algunos desaparecidos”, explican las
autoridades del Consejo Mayor de Cherán.
El nuevo horizonte en la comunidad de Cherán
En
la madrugada del 15 de abril del 2011, se detuvo a cinco Talamontes que
fueron resguardados. Ese día, cuando inicio el movimiento, “fuimos
testigos como la policía municipal abría paso a malhechores para que
escaparan, mientras tanto, la comunidad tenia capturados a otros en la
Capilla del Calvario”, expone Pedro Chávez Sánchez, miembro del Consejo
Mayor.
“Toda la comunidad acudió, vimos que era un asunto serio.
Todos corrían para todos lados; eran estampidas de no saber qué hacer en
los primeros momentos, unos gritaban, otros lloraban, otros golpeado a
la gente que teníamos retenida, no podíamos controlar a la gente. No
sabíamos que hacer”, relata el comunero.
En la noche, “el pueblo
se desplego a sus casas para realizar afuera de ellas, las fogatas. No
fue nada planeado, así se dieron las cosas. Nadie dijo, así se hace,
solo atravesamos piedras y palos para nuestra protección. Desde la
Capilla del Calvario, se fue extendiendo la organización hasta que
formamos las barricadas en las entradas del pueblo”, relata Enedino
Santaclara.
Poco a poco se desarrollo el movimiento, las fogatas
se fueron convirtiendo en un espacio para tomar acuerdos, un punto de
reunión de discusión y toma de decisiones, señala Pedro Jiménez Ceja del
Consejo Coordinador de los Barrios.
La organización creció en la
comunidad hasta sumar cuatro barricadas en la entrada del pueblo y 190
fogatas en toda la comunidad.
Pedro Jiménez del Consejo de
Barrios reseña, que en un inicio cuando empezó el movimiento, “nació la
necesidad de cerrar las esquinas de calle, porque era una forma de
protección y es donde se organizaban las barricadas”, y que poco a poco,
explica “en esquina por esquina se fueron incorporando personas,
familia de la misma cuadra, de ahí nace también la inquietud de hacer
una fogata para platicar y pasar el frio juntos”.
Se conformaron
las fogatas y nació una estructura, para tomar acuerdos. “Desde ahí se
hacen las Asambleas de Barrios, ahora ya existen coordinadores de
Fogata, ya es una estructura de gobierno”.
Rompiendo el silencio, la organización
“No
teníamos descanso, ni de día, ni de noche. Participamos todos, no se
escuchaba “ya me cansé, o me siento mal”. Esa fue la manifestación más
grande que Cherán tenga en su memoria desde hace mucho tiempo, no se
distinguieron colores todos participamos”, expone el comunero Enedino
Santaclara.
Uno de los compañeros que ya falleció dijo; “a partir
de este día, de este momento, no habrá partidos políticos en la
comunidad”.
Esa expresión se plasmó después en el Reglamento
Interno de esta comunidad, que fue leída el 15 de abril del 2011, se
hizo pública y desde ese día es acuerdo que en Cherán los partidos
políticos no existen, “la gente voto en su totalidad ese acuerdo y así
quedo, en nuestro propio reglamento, nuestra voluntad”.
Nosotros
lo que hicimos, fue retomar esa organización que viene de nuestros
antepasados, nos seguimos defendiendo con nuestras herramientas, y damos
seguimiento a lo que nuestra comunidad nos encomienda y afortunadamente
las asambleas no nos dejan, trabajan con nosotros en las decisiones que
se toman, concluye Enedino Santaclara, del Consejo Mayor de Cherán.
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