¿Y los consumidores? ¿Y el aumento a los salarios?
Manuel Fuentes
lasillarota.com
En unos días ya no diremos: ¡Feliz 2017! sino: ¡Cuidado con el
gasolinazo de 2017! que amenaza con aumentos desmedidos y todo bajo el
control de empresas privadas nacionales y extranjeras que empezaran a
competir por desbancarse unas a otras, creando monopolios velados y
teniendo como rehenes a los consumidores.
Como siempre seguiremos teniendo un gobierno pequeño (milésimo) y empresas grandes sin límite.
El gobierno para incentivar el negocio de la gasolina, prevé dar las
mejores garantías para facilitar la ganancia de los competidores en
perjuicio de quienes usan un vehículo automotor, pero también de los
que, sin usarlo, por ser un medio para transporte de alimentos y todo
tipo de enseres.
Y estos aumentos ¿adivinen a quién será cargado?
Existen previsiones que el precio de la gasolina al iniciar el año
2017 podría incrementarse hasta en tres pesos por litro en aquellas
zonas en que se inicie el proceso de “liberación”. Tomarán en cuenta el
precio spot del combustible de referencia en Houston, los costos de
almacenamiento, la transportación y la carga fiscal, todo ello para
cargarlos al precio final.
Según previsiones del diario Reforma, en Monterrey la gasolina podría alcanzar un aumento en la Magna de 2.89 pesos y en la Premium 2.94 pesos por litro.
La revista Expansión considera que la depreciación del peso
frente al dólar influirá en el costo de la gasolina. “Apenas hace dos
meses el consenso de analistas era que el alza para el 2017 sería de un
10% pero desde entonces el peso se ha depreciado poco más de 9% frente
al dólar y el petróleo ha subido un 19 por ciento”.
¿Qué pasará en los lugares más alejados donde hay escasez de
gasolineras? Seguramente bajo la línea de la oferta y la demanda el
precio del combustible se incrementará. En esos sitios, en los más
apartados de las ciudades, generalmente viven los más pobres y serán los
más afectados. Estas asimetrías que se prevé se generen no pueden ser
parte del disimulo gubernamental.
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofese), recomendó
también “…homologar la calidad de combustibles a los que se
comercializan en Estados Unidos y Europa”.
La Cofese dice sin rubor en un estudio que “es deseable aumentar el valor correspondiente al límite superior de la banda de precios máximos, a fin de que a inversionistas les sea atractivo participar en la comercialización de combustibles.” ¿Y los consumidores? ¿Y el aumento a los salarios?
El propósito de esta liberación es “acabar con la política del precio
único nacional”, aunque reconocen “riesgos” de que las empresas del
sector gasolinero “acumulen poder sustancial de mercado” y establezcan barreras a la entrada o desplacen a otros competidores, principalmente a nivel regional.
Prevén variaciones en el precio de la gasolina hasta una vez por
semana, pero contradictoriamente mantener controlados (congelados) los
salarios, porque según ellos subirlos, ¡sería inflacionario!
Los “expertos” que elaboraron estos planes para “liberar” el precio
de las gasolinas, seguro lo hicieron desde un rascacielos de Nueva York,
en cómodas oficinas. Desde allí mandaron instrucciones a nuestros
gobernantes tecnócratas para que disciplinadamente las apliquen.
Como premio seguro, les tendrán un lugar, como a otros, en una gran
compañía multinacional como consejeros, como asesores, en otras
palabras: como viles sirvientes apátridas de los grandes intereses.
Las recomendaciones que les enviaron desde el Norte fueron:
¡Mejorar el mercado! (para beneficio de unos cuantos) ¡aumentar las
ganancias de las empresas (de preferencia transnacionales)! ¡Hacer cada
vez más pequeños los gobiernos! (como el mexicano).
¿Y las personas? ¿Y los trabajadores? ¡Ah!, esos, como siempre, no están en sus planes…
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