Pedro Echeverría V.
1. Los rusos obviamente intervinieron en las elecciones yanquis,
siempre lo hicieron porque fueron la segunda potencia mundial; México
también como otros países, intervienen en EEUU y donde puedan influir en
beneficio propio. Así que discutir si se interviene o no es de tontos.
En lugares como México y Centroamérica, EEUU no sólo interviene sino que
impone o aprueba a Presidentes. Los candidatos presidenciales de
México, por lo menos desde los años cuarenta, además de estar
estrictamente vigilados desde la embajada yanqui, en algún momento
tienen que viajar a Washington para hablar de la histórica “buena
vecindad” y prometer que seguirán la política ordenada por el FMI, el
BM, los inversionistas y el presidente de los EEUU en turno. Hablar de
las intervenciones del FBI y la CIA –como si nunca hubiesen intervenido-
es una imbecilidad.
2. Aquel famoso principio de “no intervención y libre
autodeterminación”, del “respeto al derecho ajeno”, se quedaron en la
época de Juárez y López Mateos. Sonaban muy bien en los discursos, pero
en la realidad jamás se aplicaron por ningún país imperialista como
EEUU, que siempre se han sentido “los policías del mundo”, con el
derecho de intervenir donde les dé la gana. De hecho perteneció a eso
que llaman “nacionalismo” que fue un grito de combate contra los
imperialismos y el libre mercado, pero que tampoco funcionó. ¿O alguien
piensa que el presidente Trump va a regresar al nacionalismo, al mercado
cerrado, a la perdida de relaciones con otros países, a su aislamiento?
Nada de eso porque lo que pretende EEUU es revisar, enlistar, ordenar
lo que tiene, cerrar sus filas, para pasar a una nueva ofensiva
controladora. ¿O alguien cree que va a sacrificar y dominio imperial?
3. El peligro real es el mayor fortalecimiento aún de los EEUU con la
finalidad de aliarse con Rusia para golpear a China, tal como sucedió
en los sesenta y parte de los setenta. Sin embargo el mundo ha cambiado y
es posible –Como diría la China de Mao- “Transformar las guerras de
ocupación en revoluciones”. Por ello entre los dos candidatos asesinos
de EEUU (Trump y la Clinton) veo que el menos peor es Trump porque sus
locuras pueden llevar a grandes estallidos sociales en el mundo fuera de
control. La línea tradicional de la Clinton, que venía todos los
expresidentes intervencionistas y asesinos, volvía a engañar con
facilidad. En México lo únicos que se quejan contra la línea Trump solo
los empresarios y políticos multimillonarios que creen que dejarán de
acumular millones. El pueblo sólo sabe que debe de trabajar para comer.
(15/XII/16)
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