En la ciudad de Rosario
“Si me pasa a mí, nos pasa a tod@s” es el nombre de una innovadora
campaña que se implementa en Rosario, Argentina, que busca involucrar a
la ciudadanía en su conjunto en las situaciones de violencia de género y
de acoso en el transporte público.
La innovadora iniciativa se comenzó a aplicar este año en Rosario, al
difundir información con piezas gráficas en ómnibus y taxis, a la vez
que se promueve el involucramiento no sólo de la persona que atraviesa
la situación de violencia, sino también de quien la presencia.
Así buscan que la persona que vea o sufra “actos de tocamiento, roce o
apoyo de manera lasciva en el cuerpo de una mujer, gestos y comentarios
con connotación sexual, masturbación, fotografías y grabaciones del
cuerpo no consentidas” realice la denuncia a través de un número
telefónico (147).
En esta línea ofrecen asesoramiento y orientación. Con la información
obtenida, además, se realizará un mapeo de casos para poder erradicar
estos hechos.
La ingeniera Martina Pugno, del Ente de la Movilidad de Rosario (ciudad
de 1.2 millones de habitantes), presentó la campaña en un panel
coordinado por Ana Falú, directora de la organización CICSA e integrante
de la Articulación Feminista Marcosur (AFM). El encuentro se realizó en
la ciudad de Córdoba, Argentina, el pasado 1 de noviembre en un foro de
la Red Ciudadana Nuestra Córdoba.
EN CIFRAS, INSEGURIDAD EN LAS CALLES
La iniciativa se inscribe como estrategia para enfrentar lo que se
denomina la “inseguridad ciudadana para las mujeres”, la cual es un
obstáculo para el desarrollo humano porque, entre tantas otras
consecuencias, limita las posibilidades individuales para concebir y
concretar un proyecto de vida.
Justamente existió un largo proceso de trabajo de organizaciones
sociales, como Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) y la Red de
Mujeres del Sur, que impulsaron una encuesta cuyos resultados fueron
una herramienta fundamental para pensar una campaña en respuesta a los
resultados obtenidos.
De las encuestadas, 71 por ciento aseguraron sentirse inseguras en la
vía pública frente a 2 por ciento que declararon sentirse seguras. La
encuesta se realizó a 362 mujeres durante el año 2014. Además, 7 de cada
10 mujeres que utilizan el autobús como transporte ven necesario que
otra persona la acompañe o la espere en la parada, es decir, necesitan
de otra para movilizarse.
Un 14 por ciento aseguró haber atravesado situaciones de acoso físico,
otro 14 por ciento sufrió algún robo o arrebato, 13 por ciento acoso
verbal y 4 por ciento algún tipo de “tocamiento”.
Mumalá y la Red resaltan que si bien la inseguridad ciudadana es un
problema compartido, la forma en que se vive y se manifiesta no es igual
para hombres y mujeres, ya que la socialización de género favorece que
las mujeres se perciban más inseguras y se vean más impotentes que los
hombres.
De hecho, la medida más frecuente que utilizan las mujeres para
enfrentar la seguridad es limitar sus movimientos y acciones con mayor
intensidad que los hombres, situación que representa pérdida de libertad
y oportunidades, además de un límite al horizonte del desarrollo.
*Artículo retomado del portal de Articulación Feminista Marcosur.
Especial Por: la Redacción*
Cimacnoticias | Montevideo, Uru.-
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