En tanto, el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) contabilizaba 2
millones 437 mil 409 personas “desocupadas” en México. Sin embargo, el
CAM contó con otra cifra muy superior, llegando a los 8 millones 710 mil
108 las personas con interés en trabajar que no encuentran empleo.
Además, en
su momento en CAM reveló que el gobierno federal ocultó al 72% de la
población desempleada, y dicho sea de paso no contempló a quienes
sufrían una situación crónica de desempleo.
Aún con
esto, Felipe Calderón se había hecho calificar “el presidente del
empleo”, resultado de una metodología inadecuada usada por el Inegi.
Sobre el tema Luis Lozano Arredondo, miembro de dicho Centro, explicó
que “fue a partir del panismo que el Inegi evadió la metodología
internacional para hacer cálculos de empleo y desempleo”.
El ecónomo
también mencionó que en 2005 la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) le pidió al gobierno mexicano homologar la
metodología del desempleo de acuerdo con los criterios internacionales.
“El rector
de estadísticas de la OCDE le mandó un oficio a Gilberto Calvillo Vives,
entonces director del Inegi, donde le decía que revisara la metodología
para el cálculo del desempleo”, dio a conocer una investigación de
Contralínea.
La
consecuencia del desacato, argumentó, “México presenta una tasa menor de
desempleo que nueve de los 11 países miembros de la OCDE, entre los que
se encuentran Canadá, Francia, Alemania, Grecia y España”.
Ante ello,
“los investigadores del CAM aseguran que las cifras que arroja el Inegi
han sido utilizadas políticamente por Felipe Calderón, quien hasta
asegura que durante su gestión se ha superado el récord en la generación
de empleos”, se señaló.
En una de
sus últimas afirmaciones, Felipe Calderón, durante su visita a la presa
La Yesca, en marzo de 2012, dijo: “El año pasado generamos casi 600 mil
nuevos empleos; ahora en dos meses llevamos 181 mil, lo cual es una
buena noticia que refleja no sólo la recuperación económica del país,
sino lo más importante, que hay empleos formales para los mexicanos”.
Sin embargo,
los autores del documento aseguraron que “la tasa de desocupación no
corresponde con la tasa de desempleo, la cual se ha agudizando desde que
en diciembre de 2006 Felipe Calderón asumió la Presidencia de la
República, al pasar del 12.7% a la cifra más alta que alcanzó: el 16.4%.
Mientras, el
Inegi reportó, de 2006 a 2011, como tasa de desocupación, un rango del
3.5% al 6.2%, lo que muestra una diferencia de al menos 10 puntos
porcentuales entre ambas mediciones”, se declaró.
Por lo
tanto, para finales del sexenio, el que se decía “el presidente del
empleo”, principalmente durante su campaña política, se convirtió en el
“presidente antiobrerista”. Siendo cuestionado por expertos, quienes
aseguraron que “en los hechos, sus políticas en la materia se enfocaron a
la destrucción de fuentes de trabajo y a la aniquilación de las
conquistas laborales”.
Ya que, “las políticas del mandatario fomentaron la subordinación institucional a los intereses de un puñado de particulares, debilitaron el mercado interno y contribuyeron a la pauperización de los trabajadores”.
Ya que, “las políticas del mandatario fomentaron la subordinación institucional a los intereses de un puñado de particulares, debilitaron el mercado interno y contribuyeron a la pauperización de los trabajadores”.
Las
anteriores, como conclusiones que formaron parte de un diagnóstico
realizado por el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) según el
cual “el gobierno calderonista consolidó tendencias originadas en la
administración de Vicente Fox y terminó por configurar una ‘docena
trágica’ de años para los trabajadores”.
Durante este
sexenio, con el PRI a la cabeza de la presidencia de la República,
Enrique Peña Nieto, copia el mismo calificativo propagandístico, y se
autonombra “el gobierno del empleo”. Esto, porque, según él, “en ninguna
otra administración se ha logrado generar un millón de empleo en tan
sólo un año”.
Lo anterior,
lo mencionó durante el lanzamiento de la Cita Médica Digital del IMSS;
“de enero a noviembre que es el dato a dar, estamos alcanzado por
primera vez en la historia de nuestro país, un millón de empleos
generados en lo que va de este año y auténticamente este sea convertido
el gobierno del empleo. Ningún otro gobierno ha logrado generar los
empleos que ha habido en esta administración”, apuntó.
Sin embargo,
haciendo un repaso a su administración, México cerró el 2013 como el
sexto país con mayor número de desempleados entre los miembros de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Es
decir, las personas desempleadas en el país aumentaron de 2 millones 496
mil personas en el 2012 a 2 millones 539 mil en el 2013. “Es decir, el
mercado laboral empeoró en el primer año del gobierno de Enrique Peña
Nieto”.
Para 2014,
4n julio se registró la tasa de desempleo más elevada en los 20 meses
que llevaba el gobierno de Peña Nieto. Según el Inegi informó que el
desempleo afectó a 5.47% de la población económicamente activa (PEA).
Con ello superó la tasa de 5.42% de desocupación registrada en enero del
2013 y que resultaba la más alta hasta antes de darse a conocer la más
reciente Encuesta Nacional sobre Ocupación y Empleo (ENOE), de ese 2014.
Para agosto
de este año, se dio a conocer que al cierre de julio, la tasa de
desempleo creció a 7.7%, cuatro décimas más respecto del 7.3% de junio,
de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con 7.7% de
desempleo, Tabasco seguía encabezando a escala nacional la mayor tasa de
desocupación, seguido de Sonora con 5.6%; Estado de México, 5.4%, y la
Ciudad de México con 5.2%. En tanto, Campeche, al cierre del mes de
julio, tuvo 4% de desempleo.
No es la
primera vez que Peña Nieto presume que ha creado “millones de empleos”.
Sin embargo, el nuevo informe de la OCDE “Perspectivas del empleo 2016”
reconoce que el desempleo en México fue de 4.2% en 2015, debajo del
promedio de 6.5% del organismo.
En tanto, la
directora de Gabinete de la OCDE y Sherpa ante el Grupo de los 20
(G20), Gabriela Ramos, precisó que “si bien la tasa de desempleo de
México es una de las más bajas entre los 35 países que integran al
organismo, la calidad del empleo no es muy positiva.
México está
muy, muy atrás en el tema de empoderamiento económico de las mujeres, ya
que tiene la segunda tasa de participación laboral femenina más baja de
la OCDE, solo superada por Turquía y la más baja entre los países de la
Alianza del Pacífico”.
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