La Historia nos enseña dos cosas:
que jamás los poderosos coincidieron con los mejores,
y que jamás la política fue tejida por los políticos.
Camilo José Cela (1916-2002) Escritor español.
Las guerras, los conflictos, todo es negocio.
Los números santifican,
si matas a unos pocos eres un criminal,
si asesinas a miles, eres un héroe.
Charles Chaplin en Monsieur Verdoux, 1947
A través del tiempo hemos sabido
que Hitler ha sido el único hombre capaz de encarcelar a un Rostchild
–para regocijo de los conspiranóicos– y perseguir a quienes hoy dominan
el mundo económicamente: Los Judíos. No, Adolf Hitler no fue el primer
antisemita de la historia y la historia del anti semitismo se inicia con
el ascenso del cristianismo en el mundo, por ahí del año 325 gracias a
Constantino el grande y que les dio a los cristianos el poder de la fe
sobre la razón.
Esa fue la primera etapa del dominio global;
el cristianismo se extendió tanto que hoy se cae a pedazos. Pero hubo
quienes aprovecharon todo lo que cimentó esta religión en beneficio
personal. Hitler fue sólo uno de los muchos que buscan lo que la mayoría
ha pedido: Vivir bien.
Los discursos nacionalistas de Hitler nos
recuerdan mucho los discursos de Trump hoy en día, sacar a “la escoria”
de su país, fomentar el odio contra los mexicanos, hacer que las
empresas inviertan en suelo nacional, crear fuentes de empleo para los
connacionales, una verdadera Oda nacionalista…
Como
nacionalista es el discurso de Andrés Manuel López Obrador: Crear
fuentes de empleo, que las empresas inviertan en suelo nacional, comprar
los productos en los mercados, correr a las empresas extranjeras…
Pero hay cosas que, en apariencia, no cuadran con estos discursos, caso
México, el aumento a la gasolina que ha provocado muchas protestas y
que, gracias a las redes sociales, no ha desbocado en lo que se conoce
como Teoría del Pánico (Usada con Mussolini, Hitler, Mao entre otros y
recientemente en Medio Oriente) y con ello, en una represión a gran
escala de la ciudadanía.
¿Qué pasa con el precio de las gasolinas en México? ¿Un país productor que no tiene combustibles? No, eso jamás…
Keynes fue un economista inglés que impuso una nueva forma de pensar la
economía capitalista instaurando un marco teórico que traería
aparejadas renovadas políticas. El planteamiento general que hizo en
materia económica es que se debía incrementar el Gasto público en los períodos de Recesión -haciendo que el Estado incurriera en un Déficit–
para generar Demanda adicional que estimulara la Inversión y
disminuyera el Desempleo. De esta forma, Keynes confiaba en que el
gobierno podía moderar y hasta eliminar los ciclos económicos
interviniendo en la economía.
Fue dentro de éste contexto que,
un presidente mexicano soltó la famosa frase de: “tendremos que
aprender a administrar la abundancia”, basándose en los altos costos del
petróleo –que dicho sea de paso, se dejó de vender a la Alemania nazi
gracias a que los Estados Unidos de Norteamérica nos hundieron dos
petroleros en los albores de la segunda guerra mundial- y en la gran
producción del mismo en nuestro país.
Pero resulta que Trump
viene con un esquema diferente, uno que se basa en la reducción de
consumos de energía, uno que se basa en el ahorro para el crecimiento,
nada que ver con Keynes, sino en un modelo que no estaba contemplado por
los más famosos miembros del partido republicano, Bush, por ejemplo,
que utilizó la guerra para generar riquezas y mover la economía, por
mencionar sólo uno.
La confusión y la maravilla son
operaciones propias de Dios y no de los hombres, escribió acertadamente
Borges alguna vez y lo que está sucediendo a nivel global es obra de los
hombres, por fortuna, las herramientas que tiene el hombre a su
alcance, impiden que esto se desarrolle en favor de unos cuantos.
Cuando Trump Visita México estando en campaña, hizo una seria amenaza:
Los mexicanos van a construir y pagar el muro. Ya se ha puesto el primer
ladrillo con el aumento a la gasolina y el segundo, con el regreso de
Luis Videgaray y con ello, una gran disminución en la extracción y peor
aún, en la exploración y refinación de productos derivados del petróleo
que, aunado a que la OPEP busca elevar los costos de hidrocarburos para
reducir consumo y aumentar ingresos, forman parte del maravilloso plan
de Donald Trump para acelerar la economía, por lo menos la de USA.
Mientras que en México, ante la amenaza que representa el partido
nacionalista por gobernar (Entiéndase PAN en alianza con el PRD) buscan
acelerar una fuerte atracción sobre el nacionalista López Obrador, un
político que viene con todas las mañas del otrora poderoso Partido
Revolucionario Institucional (PRI) y sus grandes discursos que en los
70’s (Apogeo de Keynes y su teoría de la generación de riqueza a costa
del sacrificio) crearon gran admiración entre los simpatizantes y lo
mantuvieron en el poder.
En Veracruz tenemos a un priista de
esa época, un priista convencido de que la mejor manera de gobernar es
usando la mano dura, extendiendo el poder del Estado hacia todos los
rincones, hacia todas las esferas, hacia todos los oídos y cerebros que
entiendan que la única manera de salvar a la entidad del desastre
financiero es aplicando el rigor del ahorro, en una rara mezcla entre la
teoría de Keynes y la idea de Trump de aumentar precios para evitar
despilfarros.
Así, el día de Reyes llega a una entidad
golpeada económicamente por la globalidad y el saqueo desmedido de dos
ex gobernantes que dejaron al Estado en la banca rota, de cara a un
gobierno federal sumiso ante la presencia de un rubio con la clara
intención de apropiarse de las riquezas de sus vecinos, supuestamente
inferiores y de color oscuro, pero sobre todo, con la firme idea de que,
como señala Andrés Manuel López Obrador:
“Es muy importante
que en momentos como éste, haya mujeres y hombres decididos a luchar por
el presente y el futuro de la nación; sobre todo, cuando se trata de
prevenir un mal mayor, algo que todavía no sucede pero que de
permitirse, agravaría la tragedia económica, política y social de
México.”
(Si en lugar de México ponemos USA o Veracruz,
estaremos escuchando a Trump o a Yunes Linares y no a obrador, el
discurso es nacionalista, es una búsqueda por salvar a un lugar de un
desastre financiero que difícilmente se puede evitar si se continúa con
la idea de la supervivencia del más apto.)
Un discurso
mesiánico que, si Dios lo permite, todavía nos dará tiempo de ver de qué
parte del mundo surge otro monstruo con la imaginación capaz de crear
una depresión mayor a la de los 20’s, los 70’s o los 80’s… A favor de
unos cuantos, a costa de varios miles de millones.
Carlos Morales Tapia. Periodista Independiente en el Estado de Veracruz.
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