1/14/2017

Sacerdotisas católicas canadienses en movimiento


Leonora Chapman | amlat@rcinet.ca
Mary Evans-Bouclin, (de rodillas) en la ceremonia de ordenación como obispo en Alemania. 
Photo Credit: Cortesía

Las mujeres desempeñan muchos papeles clave en la Iglesia Católica. De hecho, el Papa Francisco las estimula a hacerlo.
Pero también dice que nunca llegarán a ser sacerdotisas.
En  los últimos 15 años, el grupo Mujeres Sacerdotisas Católicas Romanas ha desafiado la doctrina de la iglesia. Ha ordenado a docenas de mujeres en todo el mundo incluyendo algunas en Canadá.
Pat Cook, de 70 años, es parte de un pequeño movimiento de mujeres que han sido ordenadas sacerdotisas católicas. Su ordenación, que se celebró en una Iglesia Unida en Toronto, no es reconocida por el Vaticano. © (Nick Purdon / CBC)
Cuando en julio del 2001, representantes de 26 países se reunieron en Dublín para el Primer Congreso Ecuménico del Movimiento Mundial por la Ordenación de la Mujer, probablemente el Vaticano no tomó muy en serio sus planteamientos; después de todo, el sacerdocio femenino fue oficialmente prohibido en los albores mismos del catolicismo, concretamente en el año 325 durante el llamado concilio de Nicea.
Y desde entonces hasta ahora, del siglo IV hasta la fecha, la cuestión ha permanecido aparentemente inalterable.
Pero ya soplan vientos de cambios y las mujeres no esperan la aprobación de los hombres de la Iglesia católica para ordenarse sacerdotisas en un claro desafío al orden que perdura desde siglos.
Una misa secreta tiene lugar en una sala de estar de una casa en Sudbury, Ontario. En un altar, se encendieron velas y llenando un cáliz con vino tinto.
Algunas de las feligreses están tan preocupadas que le han pedido al periodista Nick Purdon de CBC no ser identificadas.
¿Por qué?
Porque este servicio va contra 2000 años de tradición y doctrina católica.
Bouclin dirige un servicio secreto de comunión en su sala de estar en Sudbury, Ont. Una de las feligreses está tan preocupada por las posibles repercusiones de la iglesia católica por asistir a la ceremonia, y le pidió a CBC que borrara su cabeza en esta imagen. © (Leonardo Palleja / CBC)
Una mujer está a punto de dar la comunión. Ella es Marie Bouclin,  la única obispo canadiense del movimiento de sacerdotisas católicas.
“En la Iglesia antigua, la gente se reunía en sus hogares”, dice Bouclin. “¿Quién puede decir que lo que hacemos no es válido? A veces tenemos que obedecer a Dios y no a los hombres. Y  aunque algunos católicos no quieren escuchar esto, el Papa no es Dios”.
Bouclin se considera hereje.
Por supuesto que sí. Una hereje es alguien que piensa diferente.
El Movimiento por la Ordenación de las Mujeres no sólo defiende el ministerio femenino, sino además, promueve el fin del celibato obligatorio entre los sacerdotes, tanto hombres como mujeres.
Bouclin, de 75 años, se convirtió en monja cuando tenía 18 años, pero después de siete años decidió dejar el convento para casarse y criar a tres hijos. Obtuvo una Maestría en Teología de la Universidad de Sherbrooke, centrándose en el estudio de mujeres que habían sido abusadas por el clero.
Eso la llevó a comenzar a trabajar con una organización llamada Women’s Ordination Worldwide, Movimiento por la Ordenación de las Mujeres. En 2007, se convirtió en sacerdotisa y en 2011, fue elegida por las otras sacerdotisas para servir como obispo en Canadá.
La misión de Bouclin es hacer que las mujeres sean aceptadas como sacerdotisas católicas. Pero es una idea tan prohibida que alguien que públicamente la apoye es excomulgada. Por eso, Bouclin y sus feligreses, como Anita Corriveau, se encuentran en secreto.
Siento que me estoy escondiendo. No quiero esconderme. Quiero un lugar donde la gente nos vea y diga que ella es una mujer sacerdote y ella es católica y ella es obispo, la primera obispo en Canadá. Eso sería genial.
El movimiento de sacerdotisas católicas está creciendo alrededor del mundo. En Canadá, 15 mujeres han sido ya ordenadas. Y es el trabajo de Bouclin, encontrar más. Como la profesora retirada Pat Cook.
¿Por qué ella quiere ser sacerdotisa?
El Génesis nos dice que Dios nos creó a todos,  hombres y mujeres por igual. Creo que la iglesia está equivocada al excluir a las mujeres.
Cook dice que su ordenación será tan válida como la de un hombre porque el movimiento de sacerdotisas católicas sigue las mismas reglas establecidas por la iglesia.
Seguiré las reglas. No puedo evitar ser una mujer. Y no me disculparé por eso.
El padre Thomas Rosica, agregado de prensa de lengua inglesa de la Santa Sede, dice que las reglas son reglas y que si las mujeres no juegan según las reglas de la Iglesia, *no pueden ser parte integral de ella*. © (Nick Purdon / CBC)
Aun así, las expectativas son altas. Mientras que una encuesta reciente muestra que el 70 por ciento de los católicos apoyan la ordenación de las mujeres, la iglesia se opone vehementemente. El portavoz del Papa en Canadá es el padre Thomas Rosica.
¿Por qué las mujeres no pueden ser sacerdotes?
Es una pregunta muy legítima, de hecho es un reto para nosotros explicarla porque vivimos en una sociedad donde la gente espera mucho por el lenguaje de la igualdad, si un hombre puede hacerlo una mujer puede hacerlo, si un hombre puede candidato a presidente, una mujer puede postularse a presidente.  Por lo que todo el mundo piensa que la igualdad es el factor determinante, pero esa es una igualdad de la que habla el mundo.  La iglesia católica está basando su decisión en un enorme período histórico, una gran tradición.
Es el día de la ordenación de Pat Cook. Las mujeres han encontrado una Iglesia unida en Toronto dispuesta a recibirla.
Antes de que la iglesia católica se convirtiera en una de las religiones más seguidas en el mundo, comenzó con sus propias pequeñas reuniones. Con eso en mente, quien sabe hasta dónde llegarán estas mujeres.
Cook es una de las 15 sacerdotisas no oficialmente ordenadas en Canadá, y la única que vive y trabaja en Toronto. © (Nick Purdon / CBC)
Los inicios del movimiento
Fue en 2002 cuando Rómulo Braschi, un arzobispo argentino, él mismo excomulgado, y fundador de la Iglesia Carismática Católica-Apostólica de Jesús Rey, se decidió a ordenar como sacerdotes a un simbólico número de 7 mujeres: cuatro alemanas, dos austriacas y una estadounidense. Así, ante la presencia de unos 300 testigos, estas mujeres recibieron el sacramento ritual de la orden sacerdotal: el movimiento clerical femenino, no hacía más que comenzar.
Hoy ellas son 182 sacerdotisas y 16 obispos en todo el mundo.
RCI/CBC/ Women’s Ordination Worldwide/Internet

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