Lydia Cacho
Plan b*
1) Lynn Dorser de 52 años jamás imaginó que el video que grabó teniendo
sexo durante media hora con su pareja se haría público. La directora
ejecutiva del Buró de visitantes y turismo de Louisiana, Estados Unidos,
quiso enviar el video privado por Instagram, pero como comenzó a
utilizar esa red sin leer las instrucciones básicas (como hacen la
mayoría de usuarios), lo publicó abiertamente.
Confrontada por los medios, con gran candidez declaró que es una neófita
en redes sociales, como el Buró tiene Community Managers a ella le
llamó la atención entrar a ese mundo de los jóvenes que parece tan
sencillo y divertido.
2) Durante la campaña de Donald Trump su equipo de manejo de redes
sembró un tuit falso con estructura de noticia formal asegurando que el
Papa Francisco apoyaba la candidatura.
La falsa noticia tuvo un millón de clicks y retuits, se calcula que 30
por ciento de retuits iniciales fueron parte de la estrategia de bots (o
cuentas robotozadas).
Periodistas y opinadores con cierta credibilidad cayeron en el juego,
perdieron el tiempo, argumentaron su incredulidad sobre el apoyo
vaticano, discusión que derivó en una babel de insultos a la iglesia,
amenazas entre tuiteros y diatribas rabiosas.
Cuando se aclaró que el Papa jamás había apoyado a Trump, la noticia ya
había sido sembrada en cientos de miles de personas que no siguieron a
las cuentas aclaratorias y los medios se ocuparon de otra cosa.
3) Todos los estados de la República Mexicana invierten sumas
millonarias en equipos especializados en manejo de redes (manipuladores
comunitarios), dichos gastos se insertan, en su mayoría, en los
presupuestos de seguridad y Gobernación, por tanto se mantienen en la
opacidad.
Cuando en 2015, Wikileaks evidenció la presencia de compañías de hacking
en los gobiernos locales, los medios lo cubrieron sin entender que esos
gastos millonarios son apenas una fracción de lo que nuestros impuestos
pagan a las empresas privadas de seguridad con experiencia en
espionaje, inteligencia táctica y operativa.
Los expertos como la empresa, Israelita Grupo Kabath con diversas
filiales, llevan a cabo el espionaje cibernético enfocado en la
seguridad interna y espían a periodistas y “adversarios” del gobierno en
turno.
Grupos entrenados e integrados por jóvenes sin principios, ni ética se
dedican a manipular información, atacar a periodistas, sembrar mentiras y
rumores que virilizan a través de programas comprados para la seguridad
interna y no para ataques a la sociedad.
4) Durante las recientes protestas contra el alza de combustible y la
corrupción generalizada de los gobiernos, logré obtener un par de
tarjetas informativas de servicios de inteligencia federal.
En ellas aparece un llamado en redes de parte de estudiantes
universitarios para llevar a cabo manifestaciones y bloqueos contra el
gasolinazo en cinco puntos del país.
En otra tarjeta se expresa que es posible que los vecinos de colonias
aledañas se unan, así como grupos de perfiles anarquistas que intenten
cerrar vialidades.
A continuación, aparece el listado de personas y organizaciones que
coordinan las manifestaciones y bloqueos. Una tercera parte son las
creadas por el propio Partido Revolucionario Institucional (PRI) para
acarrear, manifestarse y manipular elecciones; otros son empresas
transportistas y las demás responden a otros partidos e intereses.
Los saqueos en cambio fueron organizados inicialmente y directamente
desde dos cuentas con gran capacidad de infiltración: Anarquía por
México y Secta Científica.
Un experto de la ciberpolicía federal me asegura que hay grandes
probabilidades de que el llamado a los saqueos se originara por “fuego
amigo” en la guerra interna del PRI, que en cambio, las movilizaciones
pacíficas, que sumaron a millones, son claramente fomentadas por la
sociedad civil en forma desordenada y horizontal.
Utilizo estos tres puntos para ilustrar la compleja situación en la que
nos encontramos. Tenemos claro que estamos en la era de la post-verdad o
pos-verdad (post truth), de acuerdo con el diccionario Oxford la
post-verdad es un adjetivo que explica que los hechos objetivos y la
verdad se han vuelto menos importantes que el llamado a las emociones
que fortalece las creencias personales.
Por eso, el periodismo formal, basado en datos y hechos objetivos es
doblemente responsable de evitar convertirse en instrumento de la
post-verdad que desde la política electoral han impregnado las redes
sociales, potenciando la incertidumbre y debilitando el diálogo
informado.
* Plan b es una columna cuyo nombre se inspira en la creencia de que
siempre hay otra manera de ver las cosas y otros temas que muy
probablemente el discurso tradicional, o el Plan A, no cubrirá.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Lydia Cacho
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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