1/08/2017

Deja 73 detenidos y 22 heridos desalojo policial de central de Pemex en Rosarito


Grave, agente federal arrollado con una pick up; 
por la noche seguían las protestas

Foto

El gobierno estadunidense cierra la garita de San Isidro 
tras los disturbios por el gasolinazo

Uno de los momentos en que manifestantes y policías federales se enfrentaron ayer ante al acceso a la planta de Pemex en Rosarito, Baja California

Periódico La Jornada
Encabezados por la Policía Federal (PF), cientos de agentes estatales y municipales, acompañados de perros, una unidad antimotines y helicópteros, desalojaron a unos 300 manifestantes que desde el pasado lunes 2 de enero bloqueaban el acceso a la central que Petróleos Mexicanos tiene en el municipio conurbado de Rosarito, a 30 kilómetros de esta ciudad.
Fuentes oficiales informaron que el saldo del desalojo es de 73 detenidos, 15 civiles heridos, entre ellos varios periodistas, así como siete policías federales con lesiones, uno de los cuales tiene contusiones craneales, debido a que un ciudadano tomó una camioneta pick up con logotipos de una empresa local y la lanzó contra el contingente policiaco.
Los enfrentamientos comenzaron a las 4 de la mañana de ayer, cuando oficiales de la PF y la Gendarmería llegaron hasta la planta y pidieron a los manifestantes que se retiraran para permitir la salida de las pipas de abastecimiento de gasolina para las estaciones de Tijuana, que desde hace dos días están sin combustible.
Allí empezó el primer forcejeo. La policía les lanzó gases lacrimógenos y los manifestantes respondieron con piedras. Más tarde hubo otros roces, por lo que 100 policías municipales de Tijuana llegaron de apoyo. El helicóptero Pegaso de la policía estatal preventiva sobrevolaba el lugar.
Después Pedro Hernández, coordinador de la PF, advirtió a los pobladores que debían retirarse en cinco minutos. Transcurrido este tiempo, los granaderos avanzaron contra los manifestantes y lanzaban balas de goma. Los que se resistían a dispersarse cedieron finalmente y el área fue despejada.
Menos de una hora después se reagruparon y por la noche continuaban manifestando su inconformidad entre conatos de violencia.
Varios reporteros fueron agredidos por la policía, entre ellos Laura Sánchez Ley, corresponsal de El Universal; Jorge Lebrija, de Telemundo; Luis Alonso Pérez, colaborador de Animal Político; Jesús Bustamante, fotógrafo del rotativo local Frontera, y Joel Lozano, colaborador de Diario Tijuana, entre otros. A algunos les dañaron celulares y les rompieron equipos fotográficos.
Mientras, unas mil personas se reunieron en el monumento a Cuauhtémoc –la zona dorada de Tijuana– para expresar su rechazo al incremento en la gasolina, así como al alza a las tarifas de agua y predial en la entidad.
Después marcharon hacia la aduana El Chaparral. Al grito de ¡Fuera Peña!, el contingente llegó hasta la garita, subió todas las plumas y dio paso libre a los automovilistas que entraban a México desde California, quienes hacían sonar el claxon en muestra de apoyo.
Tras los disturbios, el gobierno de Estados Unidos cerró la garita de San Isidro, la más transitada en esta frontera, por donde cientos de mexicanos cruzan hacia ese país. Quedó abierto el paso por la garita de Otay, pero se saturó.
Al cierre de esta edición, un avión de PF aterrizó en el aeropuerto de Tijuana, según una fuente extraoficial hasta con 300 agentes de refuerzo.
Desalojo en Durango
Fuerzas federales, acompañadas de la Secretaría de Seguridad Pública de Durango, liberaron la terminal de Pemex que tenían bloqueada desde el lunes por manifestantes que se oponen al alza a las gasolinas; hubo tres detenidos que fueron puestos a disposición del Ministerio Público.
Después de las 5 de la mañana del sábado cuando elementos de la PF llegaron a la terminal de Pemex para iniciar el desalojo de aproximadamente 40 personas que pasaban la noche, algunos en tiendas de campaña, otros arriba de camiones y unas más arriba de vehículos particulares.
Ingresada la PF al lugar, también lo hicieron elementos de Protección Civil para deshacer las barricadas de madera y llantas que habían instalado los manifestantes mientras los policías ganaban terreno. Cuando se dieron cuenta los manifestantes ya los policías tenían dominada la situación.
(Con información de Saúl Maldonado, corresponsal)

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