Madrid, 10 ene. 17. AmecoPress. Hoy,
9 de enero, es el aniversario del nacimiento de Simone de Beauvoir, una
de las intelectuales francesas más importantes del siglo pasado, un
icono de la reivindicación femenina y de los movimientos que luchan
tanto por la equidad de género como, en general, por erradicar las
prácticas sociales que reducen a la mujer a un segundo plano. Su
pensamiento se enmarca dentro del existencialismo y algunas obras, como
‘El segundo sexo’, se consideran elementos fundacionales del feminismo.
Vivió el cruce de corrientes de pensamiento particularmente estimulantes
como el existencialismo y el marxismo, con las cuales dialogó para
formar su propia manera de entender y, lo más importante, cuestionar el
mundo.
Escribió novelas, ensayos, biografías y monográficos sobre
temas políticos, sociales y filosóficos. Sin embargo, el tema
fundamental de la actividad intelectual, literaria y social de Simone
fue la mujer. Pensaba que para rescatar a la mujer era preciso
devolverle su libertad. Pero una libertad total: una libertad
condicionada deja de ser libertad. Al mundo que se derrumba, construido
por los hombres, hay que oponer un mundo nuevo, no construido por las
mujeres, sino por ellas y por los hombres, iguales en todo,
especialmente en su dignidad humana. Y sólo desde la libertad total,
proyectada hacia el futuro, surgirán la trascendencia auténtica y el
éxito. Para lo cual es necesario que hombres y mujeres en correlación
asuman su tarea humana. Porque vivimos en un mundo en el que lo único
importante son los hombres.
Fue pareja del también filósofo Jean Paul Sartre. Sin embargo, nunca se
casaron ni vivieron bajo el mismo techo. Ambos vivieron en completa
libertad, practicando la poligamia y sintiéndose felices con el lazo que
habían creado entre ellos. Este esquema relacional novedoso se
cimentaba en el rechazo profundo y visceral del modo de vida burgués.
Sartre propuso la fórmula de su relación: «Entre nosotros se trata de un
amor necesario, pero conviene que también conozcamos amores
contingentes".
Simone de Beauvoir fue escolarizada desde sus cinco
años en el Cours Désir, donde solía enviarse a las hijas de familias
burguesas. Desde su niñez, De Beauvoir destacó por sus habilidades
intelectuales, que hicieron que acabase cada año primera de su clase.
Tras
la ruina familiar, sus padres compartían la convicción de que, dada la
mediocre condición económica en la que se hallaba la familia, la única
esperanza de mejora social para sus dos hijas eran los estudios.
Con
solamente quince años, ya estaba decidida sobre la forma de este
destino: quería ser escritora. Tras haber aprobado el bachillerato en
1925, De Beauvoir empezó sus estudios superiores en el Instituto
Católico de París, institución religiosa privada a la que solían asistir
las muchachas de buena familia. Allí completó su formación matemática,
mientras que ampliaba su formación literaria en el Instituto
Sainte-Marie de Neuilly.
Tras su primer año universitario en París, logró obtener certificados de matemáticas generales, literatura y latín.
En 1926, se dedicó a estudiar filosofía y obtuvo en junio de 1927 su certificado de filosofía general.
En
1928 acabó licenciándose en letras, con especialización en filosofía,
tras haber aprobado también unas certificaciones de ética y de
psicología. Sus estudios universitarios concluyeron con la redacción de
una tesina sobre Leibniz, culminación de sus estudios superiores.
En
1929, tras haber sido profesora agregada de filosofía, Beauvoir, se
preparó para ser profesora titular. Su primer destino fue Marsella.
Sartre obtuvo a su vez un puesto en Le Havre en marzo de 1931 y la
perspectiva de separarse de él destrozó a De Beauvoir. Para que pudiesen
ser nombrados en el mismo instituto, Sartre le propuso que se casasen.
Pese a su amor profundo por él, ella se negó. En ‘La fuerza de las
Cosas’, explicó el porqué: “Tengo que decir que no pensé en aceptar
aquella propuesta ni un segundo. El matrimonio multiplica por dos las
obligaciones familiares y todas las faenas sociales. Al modificar
nuestras relaciones con los demás, habría alterado fatalmente las que
existían entre nosotros dos. El afán de preservar mi propia
independencia no pesó mucho en mi decisión; me habría parecido
artificial buscar en la ausencia una libertad que, con toda sinceridad,
solamente podía encontrar en mi cabeza y en mi corazón”.
Mantuvo
relaciones amorosas con algunas de sus alumnas, entre ellas, Olga
Kosakiewitcz y Bianca Bienenfeld: el pacto que la unió a Sartre le
permitía conocer estos “amores contingentes”.
También mantuvo una breve relación con un alumno de Sartre, apodado “el pequeño Bost.
Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, la pareja Sartre-De Beauvoir fue destinada a París.
De 1936 a 1938, De Beauvoir enseñó en el liceo Molière, del que fue
despedida tras haber entablado una relación amorosa con Bianca
Bienenfeld, una de sus alumnas.
Las editoriales Gallimard y Grasset rechazaron su primera novela,
Primaldad de lo espiritual, escrita entre 1935 y 1937, que se publicó
tardíamente en 1979 con el título Cuando predomina lo espiritual.
La
Invitada se publicó en 1943; en esta novela, la escritora describía,
mediante personajes ficticios, la relación entre Sartre, Olga y ella
misma, a la vez que elaboraba una reflexión filosófica sobre la lucha
entre las conciencias y las posibilidades de la reciprocidad. Fue un
éxito editorial inmediato que la llevó a ser suspendida en junio de 1943
de la Educación Nacional, tras la presentación de una denuncia por
incitación a la perversión de personas menores en diciembre de 1941 por
la madre de Nathalie Sorokine, una de sus alumnas.
Se la reintegró
como profesora tras la Liberación; durante la Ocupación trabajó para la
radio libre francesa («Radio Vichy»), donde organizó programas
dedicados a la música.
Con Sartre, Raymond Aron, Michel Leiris,
Maurice Merleau-Ponty, Boris Vian y otros intelectuales franceses de
izquierda, fue la fundadora de una revista, Les Temps Modernes, que
pretendía difundir la corriente existencialista a través de la
literatura contemporánea.
De forma paralela, continuó sus
producciones personales: tras la publicación de varios ensayos y novelas
donde hablaba de su compromiso con el comunismo, el ateísmo y el
existencialismo.
Simone consiguió independizarse económicamente y
se dedicó plenamente a ser escritora. Viajó por numerosos países (EE.
UU., China, Rusia, Cuba...) donde conoció a otras personalidades
comunistas como Fidel Castro, Che Guevara, Mao Zedong o Richard Wright.
En los Estados Unidos, entabló una relación pasional con el escritor
americano Nelson Algren con quien mantuvo una intensa relación
epistolar, llegando a intercambiar unas trescientas cartas.
Obras:
‘La
invitada’ (1943), donde exploró los dilemas existencialistas de la
libertad, la acción y la responsabilidad individual, temas que abordó
igualmente en novelas posteriores como ‘La sangre de los otros’ (1944),
‘Los Mandarines’, publicado el 1945, marcó el reconocimiento de su
talento literario por la comunidad intelectual: se le otorgó por esta
novela el prestigioso Premio Goncourt.
Su consagración literaria
tuvo lugar el año 1949: la publicación de ‘El segundo sexo’, del que se
vendieron más de veintidós mil ejemplares en la primera semana, causó
escándalo y fue objeto de animados debates literarios y filosóficos.
A
partir de 1958, emprendió la escritura de su autobiografía, en la que
describe el mundo burgués en el que creció, sus prejuicios, sus
tradiciones degradantes y los esfuerzos que llevó a cabo para deshacerse
de ellos pese a su condición de mujer. Una serie de obras
autobiográficas, cuatro en total, entre las que destacan ‘Memorias de
una joven formal’ (1958)
En 1964, publicó ‘Una muerte muy dulce’,
que relata la muerte de su madre. La eutanasia o el luto forman el
núcleo de este relato cargado de emoción. A lo largo de su luto, a la
escritora le acompaña una muchacha que conoció entonces: Sylvie Le Bon,
estudiante en filosofía. La relación que unió a las dos mujeres era
ambigua: madre-hija, de amistad o de amor.
En su cuarto escrito
autobiográfico, ‘Final de cuentas’, (1972), De Beauvoir declaraba que
compartió con Sylvie el mismo tipo de relación que la unió, cincuenta
años antes, a su mejor amiga Zaza. Sylvie Le Bon fue adoptada
oficialmente como hija por la escritora, y se la nombró heredera de su
obra literaria y de sus bienes.
‘La vejez’ (1970), centrada en la
situación de la ancianidad en el imaginario occidental y en donde
criticó apasionadamente su marginación y ocultamiento.
Tras la muerte de Sartre en 1980, publicó en 1981 ‘La ceremonia del
adiós’, donde relató los diez últimos años de vida de su compañero
sentimental. Este texto se completó con la publicación de sus
conversaciones con Sartre grabadas en Roma entre agosto y septiembre de
1974.
Ensayos:
‘Para qué la acción’ (1944).Para una moral de la ambigüedad (1947). ‘El existencialismo y la sabiduría de los pueblos’ (1948)
‘América al día’ (1948). ‘El segundo sexo’ (1949). ‘El pensamiento
político de la derecha’ (1955). ‘La larga marcha’ (Ensayo sobre China)
(1957). ‘La vejez’ (año 1970).
Memorias y diarios:
‘Norteamérica
al desnudo’ (1948). ‘Memorias de una joven formal’ (1958). ‘La plenitud
de la vida’ (1960). ‘La fuerza de las cosas’ (1963). ‘Una muerte muy
dulce’ (1964). ‘Final de cuentas’ (1972). ‘La ceremonia del adiós’
(1981). ‘Diario de guerra: septiembre de 1939-enero de 1941’ (edición
póstuma a cargo de Sylvie Le Bon de Beauvoir) (1990). ‘Cahiers de
jeunesse, 1926-1930’.
Teatro:
‘Las bocas inútiles’ (1945).
Correspondencia:
‘Cartas
a Sartre’ (1990). ‘Cartas a Nelson Algren: un amor transatlántico’
(1998). ‘Correspondance croisée avec Jacques-Laurent Bost’ (1937-1940).
En 2008 se creó en su honor el Premio Simone de Beauvoir por la Libertad
de las Mujeres, más conocido simplemente como Premio Simone de
Beauvoir.
El segundo sexo
Simone de Beauvoir
se convirtió en precursora del movimiento feminista al describir a una
sociedad en la que se relega a la mujer a una situación de inferioridad.
Su análisis de la condición femenina, en ruptura con las creencias
existencialistas, se apoya en los mitos, las civilizaciones, las
religiones, la anatomía y las tradiciones. Este análisis desató un
escándalo, en particular el capítulo dedicado a la maternidad y al
aborto, entonces equiparado al homicidio. Describía el matrimonio como
una institución burguesa repugnante, similar a la prostitución en la que
la mujer depende económicamente de su marido y no tiene posibilidad de
independizarse.
El segundo sexo está considerada una de las obras más relevantes, a
nivel filosófico, del siglo XX. Escrito en 1949 fue un rotundo éxito de
ventas. Su autora comenzó a escribirlo cuando reflexionó, a propuesta de
Jean-Paul Sartre, sobre lo que había significado para ella el ser
mujer. Comenzó a investigar acerca de la situación de las mujeres a lo
largo de la historia y escribió este extenso ensayo que aborda cómo se
ha concebido a la mujer, qué situaciones viven las mujeres y cómo se
puede intentar que mejoren sus vidas y se amplíen sus libertades.
Es
una de las obras fundacionales del Feminismo y utiliza los conceptos
existencialistas para indagar acerca de la vida de la mitad de la
humanidad. También es considerada una obra enciclopédica, pues aborda la
identidad de las mujeres y la diferencia sexual desde los puntos de
vista de la psicología, la historia, la antropología, la biología, la
reproducción y la relación afectivo-sexual.
La teoría principal
que sostiene Beauvoir es que "la mujer", o más exactamente lo que
entendemos por mujer es un producto cultural que se ha construido
socialmente. La mujer se ha definido a lo largo de la historia siempre
respecto a algo: como madre, esposa, hija, hermana... Así pues, la
principal tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad
específica y desde sus propios criterios. Muchas de las características
que presentan las mujeres no les vienen dadas de su genética, sino de
cómo han sido educadas y socializadas. La frase que resume esta teoría
es muy célebre: "No se nace mujer: llega una a serlo".
Tras
escribir este ensayo y recibir multitud de cartas escritas por mujeres
diciendo que ahora comprendían mejor sus vidas, la filósofa se dio
cuenta de que hacía falta un cambio social y político, por lo que se
hizo feminista. El segundo sexo es considerado hoy como la obra
principal de referencia de la corriente denominada feminismo de la
igualdad.
Este ensayo de casi un millar de páginas aspira a
manejar una pluralidad de registros que van desde lo biológico, lo
psicoanalítico, pasando por lo histórico y lo marxista.
La actividad de Simone de Beauvoir fue, junto con la Gisèle Halimi y
Elisabeth Badinter, central para obtener el reconocimiento de los
maltratos sufridos por las mujeres durante la guerra de Argelia, así
como para la obtención del derecho al aborto en Francia.
Fue una
de las redactoras del importantísimo Manifiesto de las 343, publicado en
abril de 1971 por la revista Le Nouvel Observateur. Con Gisèle Halimi,
fundó también el movimiento Choisir, que tuvo un papel determinante en
la legalización del aborto.
Frases de Simone de Beauvoir:
Videos:
Documental "No se nace mujer" (2007) de Virginie Linhart
Un documental en capítulos:
Foto: AmecoPress
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