La insólita cadena de actos generosos de los banqueros
y de muchos empresarios – hoy sigue llevando millones
de pesos, que no de dólares, hacia los Estados Unidos -,
ha puesto al país en una crisis donde los símbolos cristianos,
los actos de fe, de caridad y preocupación ciudadana por el bienestar
de los trabajadores tienen una atroz analogía: la de los encomenderos
que oyeran de fray Antón de Montesinos la descripción de lo que habían
hecho en las nuevas tierras; es decir, la distancia entre la palabra y la obra.
Gastón García Cantú.
Introducción
El
sector empresarial en México es el sector que ha ganado más espacios
políticos, fortaleciendo su organización de manera indiscutible, y de la
mano de este avance, se ha llegado a que el gobierno mexicano de hoy,
sea un gobierno de derecha. Lo cual ha representado para el país, que
las decisiones políticas y económicas que se toman tiendan a fortalecer
la empresa privada, en detrimento del interés público. De suerte que,
empresarios nacionales y extranjeros, tras un proceso de al menos 36
años, han llegado a formar la clase privilegiada. Significando el
empobrecimiento de los trabajadores, campesinos y clases medias1.
Situación
que se comparte en casi toda América Latina, de manera que, la
precarización laboral, la flexibilidad, la informalidad y el
outsourcing, han llegado a campear como las políticas generales del
capital y el Estado desde hace tres décadas. Utilizándose
particularmente el outsourcing por las empresas trasnacionales, con el
fin de disminuir los salarios reales, deteriorar las condiciones
laborales, anular y/o reducir las prestaciones de los trabajadores, con
lo cual se ha gestado una monumental precarización del trabajo,
afectando a la mayor parte de la población en México.
De acuerdo
con los datos más recientes, en México 4.9 millones de trabajadores
laboran bajo el esquema de outsourcing, y de este total, sólo 150 mil,
se encuentran contratados de acuerdo con la ley. Destacando el director
comercial de ManpowerGroup México, el Caribe y Centroamérica, Héctor
Márquez, que bajo este esquema, la gran mayoría de dichos trabajadores
no tienen prestaciones, laboran en la incertidumbre y sin seguridad
social. Ubicándose así nuestro país en quinto lugar, dentro de la
industria de la subcontratación en América Latina.
Además, Héctor
Márquez dio a conocer el reporte 2016 de Staffing Industry Analysts, el
cual destaca que en México hay aproximadamente 900 empresas de
terciarización, de las cuales únicamente una centena están registradas
en el Instituto Mexicano del Seguro Social, y de ellas, apenas 40 pagan
los impuestos correspondientes. Y, del total de estas empresas de
subcontratación existentes, sólo 20 permiten la realización de
auditorías legales2.
En
tanto que respecto a la cuestión del salario mínimo, se prevé que pase
de 73.04 a 80.03 pesos diarios desde enero de 2017, compuesto por el
incremento habitual en el marco de la inflación esperada de 3.9%, o casi
tres pesos. Más un llamado monto independiente de recuperación (MIR) de cuatro pesos, que incluyo por primera vez la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).
Sin
embargo, tal aumento se encuentra por debajo de la línea de bienestar
mínimo establecido por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política
de Desarrollo Social (Coneval), que estima en 91 pesos diarios por
persona debe estar tal salario mínimo. E incluye la canasta alimentaria,
compuesta por; carnes, lácteos, leguminosas, frutas y verduras. Así
como la no alimentaria integrada por; gastos de transporte, cuidados
personales, educación, vestido, vivienda y esparcimiento.
Peor
aún, el incremento salarial se da después de 40 años, durante los cuales
el salario mínimo ha ido perdiendo más del 70% de su valor, resultado
de las crisis económicas, así como por políticas acordes a los designios
empresariales, que sacrifican el salario mínimo, para mantener una
inflación “estable” y “baja”, de acuerdo con el Banco de México.
De
tal suerte, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de
la población ocupada hasta el tercer trimestre de 2016, 15.1%,
equivalentes a 7.8 millones de personas, estas sólo ganan un salario
mínimo, mientras que 13.6 millones de personas obtienen de dos a tres
salarios, representando a la mayor parte de la población ocupada, 26.2%.
Mientras que, sólo 12.8% gana entre tres y cinco salarios, y 6.1 de
quienes laboran perciben cinco salarios mínimos.
Todo lo cual ha
causado que México sea el país más rezagado respecto al salario mínimo
entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE), siendo que un trabajador gana en promedio
0.6 dólares por hora. En Chile se gana 2.3 dólares, mientras que en
Estonia, República Checa y Hungría el salario es de 2.5 dólares.
Mientras que en las economías desarrolladas como la estadounidense, se
tiene un promedio de siete dólares por hora, y en Holanda, Francia,
Alemania, Bélgica e Irlanda los trabajadores ganan más de 10 dólares3.
Todo lo cual sumado, ha propiciado que aumente la pobreza en nuestro país, de acuerdo con el reporte Medición y análisis de la pobreza en México 2006-2015,
entre 2008 y 2014 se incrementaron los niveles de pobreza de los
mexicanos, al pasar la cifra de 44.3 por ciento a 46.2 por ciento. Y
dentro del mismo tenor, el Coneval ha señalado que los resultados han
revelado en el rubro de ingresos, problemas para la mayoría de la
población. Disparándose la proporción de personas con ingresos
insuficientes para adquirir la canasta alimentaria y también para
comprar bienes y servicios (transporte, educación, vivienda). Lo que en
su conjunto tuvo como resultado, un incremento en el porcentaje de
población en situación de pobreza4.
En
tanto que en países como Paraguay, también bajo la lógica empresarial,
el presidente Horacio Cartes, mandó aprobar leyes regentadas por el
Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial. Como son: La ley de Responsabilidad Fiscal, Ley de Alianza Público Privado, la Ley de Defensa Nacional y la Ley de Seguridad a las Inversiones.
Particularmente
mediante la llamada Ley de Responsabilidad Fiscal, el presidente Cartes
vetó a 150. 000 posibles beneficiarios para el Programa Tekoporá (Buen
Vivir) que aprobó el Congreso para el 2017- 10.000 más propuesto por
Cartes. Asimismo vetó la ley que le impedía seguir endeudando al Estado
paraguayo a través de bonos soberanos, vetó el aumento de salario a los
trabajadores de la educación y de la salud entre el 10 y 18%, mientras
que en contra parte mantiene el doble aguinaldo para los funcionarios de
Hacienda. Y vetó totalmente la Ley de presupuesto 2017.
De
forma que, el presupuesto 2016 aprobado excede a lo actualmente aprobado
por el Congreso, en 770 millones de dólares, donde destaca que el
Congreso congela los salarios de los funcionarios, mientras que le
permite seguir endeudando al país y así acelerar las privatizaciones
para pagar las deudas y quedarse con sus socios comerciales con las
empresas del Estado. A todo lo cual se le suma nuevamente, la entrada en
vigencia de la Ley de Llave en mano, que es un mecanismo de
endeudamiento donde los intereses son superiores inclusive a la emisión
de bonos e hipoteca la caja jubilatoria de los trabajadores como
garantía de pago, poniendo en vilo la Jubilación de los trabajadores del
país .
Mientras que en Brasil, Michel Temer pretende reformar el
sistema de pensiones que se votará en el mes de febrero, debido a que
la deuda de ese país en 2016 ascendió a 149,2 mil millones de reales.
Esa es la justificación del equipo de Temer para proponer “cambios
urgentes” como la subida de la edad de jubilación a los 65 años para
mujeres y 70 años para hombres. Siendo que actualmente para jubilarse en
el sector privado se solicita que el trabajador haya contribuido
durante 30 años, en el caso de las mujeres, y durante 35 años los
hombres. Además de que el gobierno de Temer se queja de que haya gente
con 50 y 55 años ya jubilada.
Y antes de haber finalizado el año
Temer anunció un “regalo de Navidad para los trabajadores” con el fin de
“modernizar las leyes laborales”. Donde entre las medidas más
importantes destaca la posibilidad de que las empresas puedan negociar
las condiciones individualmente con los trabajadores y dejen a los
sindicatos y los convenios colectivos de lado. La idea principal sería
la de flexibilizar los contratos y abrir un vacío legal donde
situaciones como el aumento de la jornada laboral de ocho a doce horas
puedan pasar a ser condiciones legales. Pero, será hasta febrero cuando
el Congreso diga la última palabra en relación a estas reformas.
A
todo lo cual se le debe sumar, la aprobación que hizo el Congreso de
Diputados el pasado 13 de diciembre, de uno de los principales ejes del
nuevo programa económico brasileño: el Proyecto de Enmienda
Constitucional 55 PEC 55 (en la Cámara denominada como 241). Esta ley,
conocida como la enmienda del techo del gasto, propone congelar el gasto
social durante los próximos veinte años y limitar el crecimiento de los
presupuestos a la inflación del año anterior.
Breve recuento del proceso histórico de empoderamiento empresarial y la derecha en México.
Para
tener un panorama preciso de lo que actualmente ocurre en México, es
pertinente revisar aunque sea de manera somera, el proceso por el cual
ha transitado la derecha y el empresariado en nuestro país, hasta
posicionarse como una de las fuerzas más importantes e influyentes de
las decisiones que se toman en nuestra nación.
A este respecto
debemos recordar que, algunos empresarios mexicanos, pasada la
revolución, se cobijaron bajo la sombra de Huerta, alzándose desde los
Estados Unidos: Vera Estañol, Martínez Carrillo, Calero y demás, contra
la constitución de 1917. Jorge Vera Estañol, fundador de la Libre de
Derecho, tildó de “bolchevique” a la Constitución del 17, más aún, la
nueva Constitución le resultaba anticapitalista, xenofóbica y “bóxer”.
Bóxer en referencia a principios del siglo XX, a los bóxers chinos. Así,
consideraba que los mexicanos pretendían acabar con la presencia
extranjera y “productiva” en un suelo patrio que parecía llamado a
“mejores cosas”. Indicando que, para que la furia revolucionaria pudiese
llegar a donde tenía que llegar, - la destrucción del capital y, en
particular, del capital extranjero -, hubo de elevar a rango
constitucional la posibilidad de violentar derechos individuales tales
como la garantía de irretroactividad y la subsistencia de las
obligaciones contractuales5.
Y
dentro de tal lógica, Carranza fue derrocado para instaurar un orden a
fin a las exigencias de los Estados Unidos, a este respecto, contra el
Plan de Guadalupe, el que fuera Ministro de educación en 1913, Jorge
Vera Estañol, escribió: “El Leviatán constitucionalista señaló con la
demolición de cuanto constituye el patrimonio de una sociedad
civilizada, su marcha desde el septentrión hasta los lejanos confines de
la península yucateca. ¡Imposible, no ya enumerar, pero ni siquiera
catalogar en grandes lineamientos, la serie de crímenes y violencias
perpetrados! ¡No hay precepto del Código penal, no hay canon de
moralidad o humanidad que emerja inmune del brutal azote! Campos
asolados, haciendas saqueadas o incendiadas, fábricas, manufactureras,
minas y establecimientos de todas clases entregados al pillaje o
devastados por la exacción (…) puentes, obras de arte, tramos inmensos y
equipo y material rodante de los ferrocarriles, todo destruido (…)
macabros gallardetes humanos colgados por millares a lo largo de los
caminos y hasta en las poblaciones; asesinatos individuales cometidos a
diario por el simple y salvaje afán de matar; plagios desvergonzados en
demanda de rescate; raptos y violaciones de mujeres, sin escatimar
vírgenes entregadas a la devoción de la vida mística; orgías
desenfrenadas en plazas, calles y lugares públicos; sacerdotes
escarnecidos por las hordas; imágenes de santos fusiladas; iglesias y
establecimientos religiosos clausurados o entregados al saqueo y la
profanación 6 .
Mientras
que Álvaro Obregón, acorde también con el orden empresarial nacional y
estadounidense, mediante los Tratados de Bucareli, acepta el criterio de
la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, respecto al
artículo 27constitucional, respecto a la no retroactividad de su
aplicación, para dejar intactas las propiedades de los empresarios
norteamericanos.
Esto se dará mediante el soborno de los
inconformes y el asesinato de los que se opusieran. Así, Obregón ocupo
las tierras de los Nainari, en el Valle del Yaquí, siendo presidente
Calles, en 1926. Logrando una “gloriosa victoria”, sobre los casi
indefensos yaquis, es recibido con aclamaciones en la ciudad de México,
por haber salido ileso ante unos yaquis, que sin armas, deseaban paz
para sus aldeas. Además, la Cámara de Comercio le entregó, en el Alcázar
de Chapultepec, una medalla, “como premio a su labor agrícola en
Sonora”, mientras que el apoyo de los obreros le fue expresado por Luis
N. Morones7.
Paulatinamente,
la empresa mexicana, medio francesa, medio española, lejanamente
inglesa por Lucas Alaman, girara cada vez más hacia la eficiencia del
poder y la política norteamericana. Representándoles un obstáculo la
aparición de Lázaro Cárdenas y cuando Calles vuela hacia los Estados
Unidos, reaparece el pavor de los empresarios y la derecha, siendo así
que se da la fundación de Acción Nacional8.
En
1939 se funda el Partido Acción Nacional, en la Ciudad de México, a las
11:30 de la mañana, tras una reunión en el piso alto del Frontón
México, de gran cantidad de delegados procedentes en su mayoría de
Tampico, León, Morelia y Monterrey, convocados a iniciativa de Manuel
Gómez Morín, Miguel Estrada Iturbide, Jesús Guiza y Acevedo, Carlos
Ramírez Zetina e Isaac Guzmán Valdivia, para formar un nuevo partido.
Surgido
como reacción a la política revolucionaria asumida desde el principio
de su gobierno por el general Lázaro Cárdenas y a sus continuos choques
con los grupos empresariales y eclesiásticos; a la transformación del
PNR en Partido de la Revolución Mexicana, cuyos principios reconocían la
lucha de clases, y cuyos objetivos comprendían "la preparación del pueblo para la implantación de una democracia de los trabajadores para llegar al régimen socialista".
Además, se manifestaba Acción Nacional contra la posible continuidad
del cardenismo mediante la probable candidatura presidencial del radical
general Francisco J. Mújica en las elecciones de 1940.
La
convención del Partido Acción Nacional termina el día 17 de septiembre
de 1939, luego de acordar por unanimidad que el comité directivo del
nuevo instituto político, integrado predominantemente por
profesionistas, sería presidido por Manuel Gómez Morín, ex rector de la
UNAM. Manifestándose la influencia empresarial sobre el nuevo partido,
en el hecho de que sus documentos básicos fueron redactados en el Banco
de Londres y México y en que uno de los primeros diputados federales que
ganará en 1946, será Antonio L. Rodríguez, director del centro bancario
de Monterrey
Algunos otros integrantes destacados del Comité
Organizador fueron el licenciado Efraín González Luna, originario de
Autlán, Jalisco. Y además de estos, otros fundadores importantes fueron
Miguel Estrada Iturbide, Rafael Preciado Hernández, Juan Landerreche
Obregón, Gustavo Molina Font, Manuel Herrera y Lasso, Aquiles Elorduy y
Luis Calderón Vega.
Manuel Gómez Morín, mediante el nuevo
partido, expresará la repugnancia de quienes se oponían a la Revolución
Mexicana. Manifiesto en el Programa Mínimo de Acción del PAN, en el se
mostrará su franca oposición al régimen del presidente Lázaro Cárdenos,
exaltando a la iniciativa privada, dirá el texto: “El Estado tiene el
deber de velar por que los frutos de la iniciativa privada tengan
carácter social, y de hacer que esa iniciativa concurra siempre en el
interés nacional, y esté constantemente subordinada al bien común”.
Respecto a la propiedad se indicaba que: “La
propiedad privada es el medio más adecuado para asegurar la producción
nacional y constituye el apoyo y la garantía de la dignidad de la
persona, y de la… familia… Debe promoverse, por tanto, la formación del
mayor número posible de patrimonios familiares suficientes”. Y sobre la economía se señalaba que: “El Estado tiene autoridad, no propiedad, en la economía nacional…
Debe especialmente velar por evitar la consideración del hombre como
instrumento de la economía, y garantizar, al contrario, que la
estructura y el resultado de las actividades económicas queden siempre
subordinadas y al servicio de los valores humanos que son superiores”9.
Sin
embargo, para 1962 el lenguaje de Gómez Morín cambiará, abandonando los
temas contra el cardenismo, acomete con más sobriedad el problema de
definir el rumbo del partido ante una realidad diferente. Dentro de un
nuevo contexto, donde la coexistencia pacífica no era ya un dilema,
pasado el tiempo que pudo favorecer una sublevación armada o una
rebelión cívica, sólo quedará la vía jurídica, mediante la
representación política.
La presidencia de Luís H. Álvarez, en
Acción Nacional, dará una muestra palpable de este nuevo rumbo, de
acuerdo con Luis se reformará el partido “para prepararnos para
conquistar democráticamente el poder para realizar, desde el poder,
nuestros principios”. Para Álvarez el PAN tenía que “asumir el riesgo de
ejercer responsablemente la cuota de poder que sus lectores le dieron”,
debía de crear nuevas formas de hacer política y dejar de tratar de
instaurar un orden social cristiano en un Estado panista, de modo que
“no nos asustemos ni nos disgustemos porque otros dicen hoy lo que
nosotros dijimos primero, ni temamos que se nos unan quienes ayer no
caminaban a nuestro lado”. En suma, había que abrirse al diálogo, a las
alianzas y a un pluralismo “práctico”. Así, se ira configurando un
“neopanistas” que dará vitalidad al partido, aumentando sus recursos y
tecnificando sus campañas electorales. También cambiaron su orientación
hacia España y los valores que en el momento de creación del PAN,
representaba el franquismo, por un acercamiento hacia el sistema
económico y el estilo de vida de los Estados Unidos10.
Dicho
cambio en el discurso de Morín, también coincidirá con un apartamiento
de los empresarios – siempre a trasmano y a la sombra de Acción Nacional
– volviéndose así, un partido clase mediero. Ocurriendo la separación
empresarial del PAN, por la persistente obra de la contrarrevolución,
contra el gobierno y frente al gobierno, posibilitando así, la fusión de
antiguos adversarios y una nueva burocracia.
De tal suerte, el
PNR que debía estar compuesto por obreros, de la CTM, campesino y
militares fue disuelto en 1938, fundándose en su lugar el Partido de la
Revolución Mexicana. Dentro del PRM, le corresponderá a Manuel Ávila
Camacho, como candidato de dicho partido, frente a la coalición
conservadora de Andrew Almazán y el agrupamiento de la izquierda con
Múgica, alinear al partido, para darle afinidad con una política
conservadora y clerical. Y en la misma dirección, el 17 de enero de
1946, el PRM será disuelto para conformar en su lugar al Partido
Revolucionario Institucional.
Ya en el poder Ávila Camacho,
aplico el programa de Almazán, excepto en la cuestión del petróleo.
Siendo que Almazán pedía el fin del sistema ejidal, al que comparaba con
la encomienda colonial. No obstante admitía que el ejido, era un medio
elemental para alimentar a los desamparados, pero sin embargo, no se le
podía considerar una solución final. Indicando en Michoacán, mediante
una entrevista en 1930 que: “Desgraciadamente, la era que lanzamos en
1910 ha retardado el desarrollo de la nueva raza mexicana. El día que
los pequeños propietarios, los campesinos, todos los hombres que viven
de la tierra lleguen a ser diez millones de rancheros sobrios, activos,
honorables y valientes, México será una nación con verdadera influencia
en el destino de las Américas”11.
Almazán
también prometía atraer el capital extranjero, asegurando dar a los
inversionistas extranjeros las mismas garantías que "cualquier país
democrático". Señalando que los obreros mexicanos no se opondrían a esta
política, dado que el gobierno les mostraría que su propia prosperidad,
dependía de la expansión industrial y la seguridad monetaria.
Destacando Almazán, que el primer paso para atraer el capital, sería
solucionar la controversia del petróleo.
Y al igual que el partido oficial, insistió en la armonía de las clases sociales.
Solicitando a los obreros que confiaran en la buena voluntad de los
patrones. E incitando a las empresas a compartir las utilidades
industriales con los obreros. Radicando el problema de México, según
Almazán, no en los obreros ni los empresarios, sino en los líderes
obreros afortunados. De forma que, el nivel de vida no subiría hasta que
dichos líderes dejaran de incitar a los obreros en contra de sus
patrones, permitiendo que la economía se desarrollara armoniosamente.
De
tal manera, ambos candidatos también evitaron todo ataque violento a la
religión católica, prometiendo los dos respetar la familia mexicana.
Pero Almazán fue mucho más lejos para atraer el apoyo de los católicos.
Repetidas veces prometió revocar el artículo tercero que exigía la
educación socialista. Así, en Iguala, Guerrero, ante una concurrencia
entusiasta, condenó la educación socialista: “El pueblo mexicano no
permitirá la imposición de la educación socialista. Este tipo de
educación significa el monopolio absoluto del Estado sobre la conciencia
humana, la multiplicación de la personalidad humana, el relajamiento de
las costumbres y la desintegración de la familia, que es la base de
nuestra nacionalidad. Los comunistas no lograrán sus objetivos porque
estoy seguro que si tratan de aplicar esta ley, los jefes de familia se
negarán a mandar a sus hijos a las escuelas privadas y públicas,
rescatando así de la corrupción a la esperanza suprema de nuestro país,
la generación futura”12.
Más
todavía, Almazán prometió libertad para la educación, porque no creía
que las escuelas religiosas fueran la causa de la ignorancia. Dijo que
la culpa del analfabetismo lo tenían las madres no educadas quienes
impartían la superstición, la idolatría y la ignorancia a los niños.
Afirmando que los seminarios no eran centros de reacción; las
instituciones educativas católicas habían producido liberales puros y
jacobinos rabiosos, además de católicos fanáticos. Y que una vez
presidente, impulsaría las escuelas privadas, o sea, católicas, porque
esta iniciativa privada, era decisiva para la expansión del sistema
educativo en México.
Respecto a los militares, Almazán llamó al
ejército, "la verdadera esperanza de México". Y de ser elegido, les
prometía aumento de salarios, promociones sobre méritos y el reemplazo
de los políticos por militares de carrera. Todo el cuerpo del ejército
sería restablecido en ciudades militares modelos. Almazán también
prometía apoyo para el sufragio femenino, el rejuvenecimiento del
gobierno municipal y facilidades para la inmigración de trabajadores
técnicamente calificados.
Así, era clara su postura frente a la
revolución mexicana y el presidente de salida, indicando que: “el
general Cárdenas inyectó a todo lo que hacía una cierta buena fe, que,
sin embargo, fue distorsionada por exageraciones, torpezas,
inconsistencias, especulaciones y mucho maquiavelismo criollo para el
futuro. Todo su trabajo parecía un gran complot en contra de las
instituciones y el pueblo de México. Su conducta fue muchas veces tan
dudosa, que se le creía capaz de convertir a México en una colonia de
Rusia para que él pudiera ser comisario de Stalin”13.
Almazán
afirmaba que los planes sexenales eran copias de un modelo ruso.
Indicando que, los planes eran parte de un "complot monstruoso ruso para
sovietizar a México a través de la colectivización y la planeación
estatales". Concediéndole la oposición que, los modelos extranjeros
extraerían su ideología de la Constitución de 1917.
Acorde con
estas posturas, una vez presidente, Manuel Ávila Camacho, demostró que
entre los dos candidatos, no había mucha diferencia. Ambos prometieron
una nueva era de armonía entre las clases sociales, protección para los
pequeños propietarios, fin a la guerra con la Iglesia, más inversión
extranjera y una política exterior pro-aliados. También los dos
afirmaron que mantendrían la independencia económica de México a la vez
de continuar las relaciones amistosas con los Estados Unidos.
De
tal suerte, Miguel Alemán, dio lugar a unas mesas redondas en las cuales
el empresariado nacional, enriquecido durante la Segunda Guerra
Mundial, pudo fijar sus condiciones: reformar el artículo 27
constitucional, para dar paso al capitalismo agrario, una ofensiva
contra los campesinos, represión a los trabajadores de PEMEX e inaugurar
una política de dos gabinetes: el de los amigos íntimos; los Serrano,
los De la Selva, los Parra Hernández, los Bustamante, los Pasquel, los
López Sánchez, así como de distinguidos universitarios14.
Significando
la SGM para México la consolidación de las dos clases históricas, el
proletariado y la burguesía. La primera ampliada pos la necesidad de la
fabricación y extracción de materias primas y la segunda enriquecida por
la exportación de cuanto se pudo elaborar. En conjunto comienzan a dar
forma a un país con mayor bienestar hasta entonces conocido, a la vez
que dividido por sus respectivos proyectos de nación, el burgués y el
proletario.
Decantándose cada vez más los distintos presidentes
del país por el proyecto empresarial, Miguel Alemán, en diciembre, tras
días de ser presidente, modifica el artículo 27 de la constitución, para
crear, legalmente, las condiciones del capitalismo agrario. Así como
manda golpear a los obreros, persigue al Partido Comunista y dos años
después, en 1948, anuncia, 23 puntos de su política económica, reseñados
por Ramón Beteta a los banqueros.
Siendo que los gobiernos
norteamericanos no han aceptado nunca la autonomía y el alcance de la
Constitución mexicana, particularmente a las garantías sociales
manifiestas en el artículo 123 respecto y respecto a los derechos de la
nación sobre los particulares: propiedad de la tierra, de los recursos
naturales y la economía estatal, manifiesta en el artículo 27.
Miguel
Alemán Valdés, después del 1ero.de Diciembre de 1946, toma como una de
sus primeras medidas reformar la legislación agraria de Cárdenas, pues
ésta protegía a la Propiedad Privada de cualquier amenaza de
expropiación y fijaba las superficies máximas de pequeña propiedad de
acuerdo a los diversos cultivos y condiciones, así en diciembre de 1946
se modifica la fracción XIV, del artículo 27 constitucional, agregando
el siguiente párrafo, en el que concedía el amparo a los latifundistas:
Los
dueños o poseedores de predios agrícolas o ganaderos en explotación, a
los que se haya expedido o en el futuro se expida certificado de
inafectabilidad, podrán promover el juicio de amparo contra la privación
o afectación agraria ilegales de sus tierras o aguas15.
Y bajo la misma tesitura, los párrafos cuarto y quinto, de la fracción V, se define a la pequeña propiedad como:
Se
considerará así mismo como pequeña propiedad, las superficies que no
excedan de 200 hectáreas en terrenos de temporal o de agostadero
susceptibles de cultivo; de 150, cuando las tierras se dediquen al
cultivo de algodón si reciben riego de avenida, fluvial o por bombeo; de
300, en explotación, cuando se destinen al cultivo de plátano, caña de
azúcar, café, henequén, hule, coco-tero, vid, olivo, quina, vainilla,
cacao o árboles frutales. Así también, Se considerara pequeña propiedad
ganadera la que no exceda de la superficie necesaria para mantener hasta
500 cabezas de ganado mayor o su equivalente en ganado menor, n los
términos que fije la ley, de acuerdo con la capacidad forrajera de los
terrenos16.
Afín
a los intereses empresariales nacionales y extranjeros, también en el
47, se modifican las tarifas arancelarias, por lo que por primera vez en
la historia, un presidente norteamericano visitaba la Ciudad de México,
y un mes después Alemán visita Washington.
De suerte que,
conforme Ramón Beteta Quintana inaugura el llamado “desarrollo
estabilizador” del país, la política económica de la nación fue
sirviendo para capitalizar a una minoría, fortalecer el capitalismo
mexicano, que conforme su poder alcanzado y gradualmente se ha
convertido en socio menor del capitalismo estadounidense. Situación para
lo cual les ha sido necesario, a partir de la SGM, omitir de la
política económica el espíritu de la Constitución mexicana, es sus
artículos fundamentales: 27 y 123.
Y cada vez que un gobierno ha
intentado acatar sus normas, se ha suscitado un enfrentamiento con la
derecha y las organizaciones empresariales, por ejemplo con López
Portillo, en 1982, cuando se nacionaliza la banca. No obstante no han
sido medidas socialistas, sino manifiestas en la constitución. Teniendo
como centro el hecho de que todos los gobiernos norteamericanos, ya
fueren republicanos o demócratas, han rechazado el artículo 27 de la
Constitución de 1917.
Resultando que los conflictos
internacionales que ha tenido México con los Estados Unidos en el pasado
siglo (y están presentes aun hoy en día), provenían de la aplicación y
reglamentación del artículo 27, ya que el gobierno de ese país ha
considerado que las propiedades de sus connacionales, en México, deben
respetarse por ser de norteamericanos, y por ende creen que se
encuentran más allá de las leyes mexicanas.
Contando el
intervencionismo norteamericano dentro de nuestro país, siempre con
aliados mexicanos, ya sea por parte del clero, de la derecha o los
grandes industriales. Y proviniendo su política de la importancia
estratégica que cumple nuestro país como abastecedor de recursos
estratégicos para dicha nación de recursos estratégicos, principalmente
petróleo y minerales.
Pero, como el Estado mexicano, conforme a
la Constitución de 1917, es un estado nacional de economía mixta, de
manera que las nacionalizaciones son la fuerza productiva en términos de
utilidad y no de lucro. Y las empresas estatales, en consecuencia han
representado la fuerza del país, frente a la intervención económica y
política del exterior, les ha sido preciso, tanto a la derecha, como a
los grandes empresarios nacionales y extranjeros, desmantelar en estos
aspectos, tanto al Estado como a la Constitución mexicana17.
Sin
embargo, aún nos falta debelar la forma en que se incorporan al partido
Acción Nacional, nuevos grupos empresariales, especialmente tras la
nacionalización de la banca en septiembre de 1982. De forma que, el PAN
irá logrando más triunfos electorales en algunos estados de la República
y distritos de la ciudad de México, hasta obtener en 1989 su primera
gubernatura en Baja California con Ernesto Ruffo Appel, y en 1991, su
primera senaduría con Héctor Terán Terán, en el mismo estado.
Hasta
llegar a poner en riesgo la hegemonía del PRI en las elecciones de
1994, mediante la candidatura de Diego Fernández Ceballos, y en alianza
con el Partido Verde Ecologista, triunfará en las siguientes elecciones
frente al PRI y a la alianza del PRD y el PT. Colocando a su primer
presidente de la República, Vicente Fox Quezada, quien tomará posesión
del gobierno el 1º de diciembre del año 2000.
Pero este trabajo lo dejamos para la siguiente entrega.
Miliband Ralph. El Estado en la sociedad capitalista. Siglo Veintiuno Editores, 13a edición. 1985.
Cordera Rolando y Tello Carlos. México la disputa por la nación. Perspectivas y opciones del desarrollo. Siglo Veintiuno Editores, 11a edición. 1993.
Saxe-Fernández John (Editor). Crisis e imperialismo. CEIICH, UNAM. 2012.
Sotelo Valencia Adrián. México (re)cargado. Dependencia, neoliberalismo y crisis. UNAM, FCPyS, Editorial Ítaca. 2014.
Pérez Ana Lilia. Camisas azules manos negras. El saqueo de Pemex desde Los Pinos. Grijalbo, 2010.
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Notas
1 García Cantú Gastón. El desafío de la derecha. Joaquín Mortiz/Planeta, 1987. Pág. 34
2 La Jornada. Martes 27 de diciembre de 2016.
3 Proceso. Número 2094. 18 de diciembre de 2016.
4 La Jornada. Martes 27 de diciembre de 2016.
5 eljuegodelacorte.nexos.com.mx/?tag=articulo-27-constitucional
6 derechoenaccion.cide.edu/las-constituciones-politicas-de-1857-y-1917-un-analisis-co...
7 García Cantú Gastón. El desafío de la derecha. Joaquín Mortiz/Planeta, 1987. Pág. 35.
8 Ibíd. García Cantú Gastón. Pág. 9
9 www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/9/14091939.html
10 Ibíd.
11 MICHAELS L. Albert. LAS ELECCIONES DE 1940. Universidad de Nueva York, Buffalo. Versión PDF.
12 Ibíd.
13 Ibíd.
14 García Cantú Gastón. El desafío de la derecha. Joaquín Mortiz/Planeta, 1987. Pág. 27.
15 html.rincondelvago.com/desarrollo-estabilizador-en-mexico.html
16 Ibíd.
17 García Cantú Gastón. El desafío de la derecha. Joaquín Mortiz/Planeta, 1987. Pp. 75-103-104.
Ramón César González Ortiz es Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos por la UNAM.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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