6/17/2017

Las mujeres marginadas en negociaciones sobre políticas medioambientales


Gloria Analco 
México, 15 jun. 17. AmecoPress/SEMlac.- Las mujeres representan sólo el 20 por ciento de la población activa en el sector de energía renovable moderna y ocupan apenas el 12 por ciento de los 881 ministerios del sector del medio ambiente en 193 países, a pesar de que en la mayoría de los países en desarrollo ellas son las gestoras de energía de los hogares primarios y actores clave en el sistema alimentario.
Además, son además protagonistas poderosas en la transición a la energía sostenible y la agricultura resistente al clima, y esa situación debería cambiar si entrara en acción el acuerdo logrado en la última reunión de la Conferencia de las Partes (COP22), la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, de promover la igualdad de género a la hora de abordar el cambio climático.

A las mujeres jerárquicamente no les permiten participar conforme a lo que aportan, pero sí son las que reciben los peores impactos del cambio climático de manera diferente y desproporcionada a los hombres.
Eso quedó demostrado en el ciclón en Bangladesh, en 1991, donde murieron cinco veces más mujeres que hombres, y no por ser la mayoría de la población, sino por estar en situaciones de mayor desventaja: Ellas también representaron el 67 por ciento de las víctimas mortales del tsunami del Océano Índico.
En las secuelas del terremoto de 2010 en Haití los campos de hacinamiento carecían de instalaciones sanitarias adecuadas y de iluminación, lo cual condujo a numerosos ataques nocturnos de violaciones contra las mujeres.
Además, una evaluación posterior al desastre, en Mayanmar en 2015, mostró que las mujeres y las niñas tenían menos capacidad de recuperación, ya que vivían con bajos ingresos y un menor número de bienes de producción, alta inseguridad alimentaria y malnutrición.
Hoy en día hay un creciente reconocimiento del impacto negativo diferencial del cambio climático en las mujeres, a pesar de lo cual se sigue pasando por alto su papel crítico como líderes y agentes de cambio en la acción y gestión de los recursos naturales, a la hora de las negociaciones, inversiones y políticas sobre el clima.
En los últimos 10 años, el 87 por ciento de los desastres han estado relacionados con el clima, y si bien es cierto que cuando las inundaciones y la sequía vienen, no discrimina entre hombres y mujeres, pero hay una marcada diferencia en cómo afecta a unas y cómo a otros.
Las mujeres miran primero por la seguridad de los miembros de su familia que por la propia, se quedan atrás preocupadas por la gente de edad y los enfermos, y son violadas mientras caminan varios kilómetros para recoger agua.
Frente a estas situaciones, ONU Mujeres hizo un llamado a todas las Partes de la COP22 para asegurar que el programa de trabajo incluya el desarrollo y la adopción de una política de igualdad de género y autonomía de la mujer.
También insistió en la integración sistemática de género en todos los informes, el establecimiento de una cuota inicial del 30 por ciento de mujeres en la delegación oficial de las Partes y en la jerarquía de las reuniones, así como la asignación de financiación de los viajes y la creación de capacitación dedicada a mujeres delegadas, entre otras medidas.
Foto: SEMLac.

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